24 de octubre de 2013

CAPÍTULO 16: CELOS

Poco más se habló de lo que había pasado la noche anterior. Si bien, tengo que reconocer que a la mañana siguiente tuve que hacerme una buena paja del calentón que aún acumulaba. A eso de las 14h del día siguiente fui el primero en despertarse pensando que todo había sido un sueño, pero al ver el condón y los restos de papel en el suelo, me di cuenta de que todo lo que había pasado había sido real. Al rato se despertaron los demás, como si nada hubiera pasado y Dani se marchó a correr un rato por la playa, lo que me dio pie a sacar el tema con Sergio:

- ¿Qué ? ¿Agujetas?- dije con sorna.
- Nos acordamos todos, ¿no? Me daba palo sacar el tema, pero la verdad es que disfruté de lo lindo con la follada de Dani... - dijo Sergio.
- Entonces, ¿repetirías?- contesté arqueando la ceja, en señal de desaprobación.
- Pues hombre, nunca digas nunca, pero creo que para mantener la amistad, será mejor que no vuelva a repetirse en un tiempo- respondió Sergio, un tanto forzado por la situación.

Y, efectivamente, en un tiempo, no volvió a ocurrir. El único que no sacó el tema fue Dani, con él nunca se habló de lo que había pasado y a mi, para ser sinceros, me daba rabia que Sergio hubiera disfrutado tanto cuando él se lo tiraba. Es que mientras me la chupaba, podía ver en su cara lo que le estaba gustando y después el mismo lo había confirmado. Lo que sentía podía resumirse perfectamente con una palabra: celos. Algo que nunca había experimentado antes.

Es cierto que Sergio y yo no éramos nada más que muy buenos amigos con derecho a roce, pero creo que después de pasar tanto tiempo con él y de habernos acostado tan a menudo, comencé a sentir algo. En fin, nunca encontré tiempo para pensar en parejas estables y tal, cosa de la que hoy en día tengo remordimientos.


Los dos días de vacaciones que nos quedaban por allí fueron de lo más normal, sin nada que ahora merezca la pena contar.

2 comentarios:

  1. Me encanta! Estoy enganchadisimo al blog!!!

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  2. Odio los celos, y procuro alejarme de la gente celosa (concretamente y puntualizando de los Enfermizamente celosos, que los hay). Un ligero amago de celos se puede tolerar, pero ya está y dejando claras las cosas.
    Bueno... ya me he leído todo el blog.
    Ahora a esperar, pero no tardes, que como el comentario anterior de "anónimo" me tienes enganchado ;-)

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