Sergio
me había hecho ganar confianza y ante la petición del tío, nuestras miradas se
cruzaron buscando aprobación mutua. Así que le puse a cuatro patas en la cama
con sus manos apoyadas en la pared y se la empecé a meter, ésta vez costó menos
que la primera vez. Mientras tanto, el otro tío me metió un dedo más y, sacando
los cuatro suavemente, me escupió en el culo diciendo: "ya estás listo
culito". Me lo chupó durante un breve rato mientras se la iba poniendo dura y miraba como me follaba a Sergio,
que jadeaba sin parar y me pedía que le diera más fuerte. Sin esperármelo, me
cogió del culo, nos paró y entonces, sin apenas cuidado, me la metió de golpe. Solté
un leve quejido y empezó a darme fuerte hasta que le pedí que parara.
-
No te has puesto condón, joder. Para y póntelo!- le dije.
-
No me jodas tío. El otro día me dejaste con el calentón y ahora tu te lo follas
a él a pelo y ¿a mi no me dejas? Eso no te lo crees ni tu- contestó él.
-
Venga - dijo - vamos los tres al ritmo.
Se
que fue una inconsciencia, pero le dejé hacer. Iba marcando el ritmo y
apretando cada vez más fuerte, lo que propiciaba que yo le diera más fuerte a
Sergio a también. Durante algunos minutos estuvimos manteniendo el ritmo como
una máquina bien engrasada. Yo ya no podía aguantar más y me corrí dentro de
Sergio.
-
Ya te has corrido culito, ¿eh? Te voy a dar bien fuerte ahora mientras se la
comes a tu amigo, yo me corro en tu culo y el en tu boca, vas a flipar, culito.
Empezó
a darme mucho más fuerte y con más ansia de lo que lo había hecho hasta el
momento, a mi me estaba gustando cada vez más y Sergio no tardó ni un minuto en
correrse en mi boca. Cuando Sergio terminó, el tío me acercó a él cogiéndome
del pecho y empujándome contra la pared. Sabía que se iba a correr. Empezó a
morderme la oreja, apretó el ritmo y se corrió.
-
¿Ves, culito? Te he follado bien, ahora dime que no te ha gustado, porque bien
que jadeabas.
Asentí
levemente sin saber bien qué decir y fuimos pasando por el baño a asearnos; el
primero en irse fue él, deseando repetir de nuevo y diciéndome que no me
preocupara porque estaba limpio. En cuanto salió por la puerta, Sergio dijo:
-
Joder, lo siento tío. Hice esto para darnos una buena despedida.
Lo
sentía porque sabía que no me había gustado nada que me follara el otro sin
condón, pero lo cierto es que disfruté muchísimo, aunque ello no implicó que me
comiera la cabeza y al poco de llegar a Madrid me hiciera las pruebas serológicas.
Afortunadamente, no pasó nada. Fue suficiente para aprender la lección.
Es que el principal órgano sexual a usar es la cabeza.
ResponderEliminarUno se deja llevar a veces por el tío y la situación, pero vale la pena? Mmmm...
Bueno, suerte que al final no sucedió lo peor.
Ya ves. Suerte. Fue más que suficiente para aprender la lección.
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