16 de octubre de 2013

Capítulo 13: ¿Quién se lo cuenta a Dani?

Me marché de mi destino veraniego quedando todo agosto por delante, pero tenía que trabajar y las vacaciones se habían terminado. Ese verano había descubierto lo que se cocía en ese pequeño pueblo que parecía no tener nada, me había reencontrado con Dani, conocido a Carlos y establecido una fuerte amistad con Sergio. Quién me iba a haber dicho a mi que en este pueblo hubiera tanta posibilidad de echar un polvo con otros tíos, cuando años atrás mi única preocupación era cruzar miradas con alguien por la playa para ver si había suerte. 

Sólo había algo negativo: seguía sin haber llamado a Dani ni devuelto sus mensajes. Tras lo que había pasado, pensé que lo mejor era hacerlo en persona, con lo que una tarde, ya en Madrid, al salir de trabajar quedé con él y le conté todo lo que había sucedido.

- Qué cabrones! No conocíais el mundo del cruising y os habéis puesto las botas.- dijo Dani.

No se lo tomó mal, aunque reconoció que había estado detrás de Sergio hacía algún tiempo. Pude notar que se hacía el fuerte para no mostrar sus sentimientos verdaderos, pero su mirada lo decía todo: había un sentimiento por Sergio que no podía ocultarme. Quizá alguna vez lo había pensado, pero cuando le conté lo que había pasado entre nosotros, su mirada y expresión fueron tan reveladoras que pude comprender que, al menos hacía algún tiempo, había estado muy pillado por él. Obviamente, se hizo el fuerte y no dijo nada, pero no hizo falta. 

Dani se marchó a nuestro destino veraniego la última quincena de agosto y allí coincidió con Sergio. Nunca me dijeron si había pasado algo entre ellos, pero Dani me contaba sus andanzas en la caseta y Sergio me llamaba para hablar a diario y me decía que sólo iba a la playa y a tomar cervezas con Dani. Yo le decía que era tan libre como Dani de irse a pasar un buen rato, pero me decía que no, que no le apetecía.


De vuelta los tres en Madrid quedamos a menudo. Hicimos como una pequeña piña y me acosté con Sergio con bastante frecuencia; no obstante, el cruising quedaba reservado hasta la próxima vez que fuéramos a la playa. Pocas veces fuimos de cruising en Madrid, no me preguntéis por qué, pero jamás le encontré el mismo morbo ni interés que hacerlo en Alicante. 

1 comentario:

  1. No era de recibo que Dani te montara una escenita por tu/s aventuras con Sergio.
    Por lo que has llegado a contar, eran amigos y sólo te lo presentó para que salierais en el pueblo de veraneo.
    E hizo bien en no decirte nada cuando se lo dijiste si es que sentía algo como dices, pues al menos te evito (por su parte) sentirte culpable.
    Otra cosa es que te sientieras por lo que veias en sus ojos.
    Pero bueno, como te decía en un comentario anterior: Bien está lo que bien acaba.

    ResponderEliminar