23 de mayo de 2014

CAPÍTULO 74: EL EJECUTIVO (SEGUNDO ENCUENTRO)

Había pasado ya un tiempo desde nuestra última y primera vez. Nunca soy optimista, después de varias decepciones nunca espero volver a repetir con un tío y menos aún si se trata de un casado, con vida pública hetero. Desde aquella primera vez apenas habíamos cruzado un par de Whatsapps y siempre partiendo de él. No quise ponerle en situaciones complicadas así que siempre tuve claro que no sería yo quien mandara un mensaje para proponerle plan. Y parecía que aquel verano que terminaba me tenía preparadas varias sorpresas inesperadas, de las que mi ejecutivo fue una de ellas.

Recibo un Whatsapp a medio día conciso y claro: "¿Qué haces esta tarde a eso de las 6?" No había más preguntas, con él era y es así. Y sabía que la respuesta tendría que ser igual: concisa y clara. Sí o no. Y a qué hora. No habría más. El "sí" lo tenía claro, pero había un problema: esta vez no tenía sitio, toda mi familia estaba en casa a estas alturas de agosto y hasta septiembre no se marcharían. No me apetecía nada rechazarle, por miedo a que siguiera tirando de agenda o encontrara otro tío con el que pasar buenos ratos, no debería resultarle muy difícil. Así que llamé a Sergio y le pregunté que qué tenía de comer.

Llegué a su casa dispuesto a ser el Marcos más majo, simpático y romanticón que tanto le gustaba a él. Unas bromitas por aquí, unas sonrisas por allá, carantoñas por aquí, toqueteos por allá... Solía funcionarme con él. Sabía que en el fondo estaba pillado por mi y que si de él hubiera dependido, llevaríamos siendo pareja formal desde hacía ya tiempo. Jugaba con eso, podéis odiarme o pensar que era una mala persona. Pero lo hacía. No obstante, ese día se me quedó cara de póker cuando, comiendo un plato de pasta improvisado, me soltó:

- ¿Qué quieres Marquitos? Porque quieres algo. 
- ¿Qué pasa? ¿Que no puedo venir a ver mi Sergio preferido? -le dije mientras le pasaba la mano por la espalda y le revolvía el pelo.
- Suéltalo ya -añadió.

De tal manera que, como nunca le había visto así, decidí ser lo más franco que pude: Mira, hace meses quedé con un tío que conocí por Grindr. Un hombre maduro, ejecutivo, casado, con vida hetero que busca echar un polvo de vez en cuando. Y está muy bueno [dije, mientras sacaba el móvil para enseñarle unas fotos]. Lo que pasa que tiene poco tiempo y no tiene sitio.
Al principio su cara fue neutral, apenas encontré reacción. Estuvo pensativo durante unos segundos, hasta que: Claro y como el tonto de Sergio está solo, has pensado que os puedo dejar mi casa de picadero. A lo que respondí: Para nada, quiero que juguemos los dos con él. Que tenga dos culos que trabajar y que follar. Y quiero follarte con él.

Me miró a los ojos con esa cara neutral y se lanzó a por mi como un lince hambriento que se lanza a cazar a su presa, con rapidez para que no se le escape. Empezó a comerme la boca con desenfreno tumbándome en el sofá con él encima de mi, tardó 10 segundos en quitarme la camiseta y empezar a chuparme el torso, los pezones y... mi punto débil: el cuello. Así que le agarré, le quité la camiseta y empezamos a frotar nuestros cuerpos mientras nos besábamos y nuestras manos se ocupaban de tratar de quitarnos los pantalones y los calzoncillos sin levantarnos del sofá. Pasaron pocos minutos y con Sergio aún encima de mi, nuestros cuerpos totalmente desnudos y nuestras pollas erectas no paraban de frotarse. Como una follada en la que ninguno mete y solo restriega. Con el sudor propio de los calores del verano y el fuego de nuestros cuerpos. Tenía muchas ganas de Sergio, pero por razones que ahora no importan, ese verano le evité bastante. No tenía una compenetración con otro tío como la que tenía con él. Le cogí de la mano y me lo llevé a la ducha, donde cada uno se ocupó de duchar al otro con masajes, tocamientos, mamadas bajo el agua... hasta que me decidí a apoyarle contra la pared, cerrar el agua y empezar a comerme aquel culo que tan loco me volvía. No suelo lamer culos, pero el de Sergio era caso aparte. Me encantaba sentir como mi lengua se abría paso en aquel culo tan de revista, sentir la estrechez del principio y cómo, poco a poco y con el trabajo de mis dedos, conseguía que se abriera y dilatara para mi, a la vez que Sergio no paraba de gemir, de pajearse y de pedir que le follara contra la pared. Pero no iba a ser, había que reservarse, así que me levanté y salí a secarme con la perpleja cara de Sergio, que estaba más caliente que el pico de una plancha. 

- ¿En serio me vas a dejar así? -preguntó entre asombrado e indignado.
- Claro, ya verás que buena follada te pega el ejecutivo -dije guiñándole un ojo con chulería (cosa que Sergio detestaba).

Salí del baño con Sergio relatando por bajini y escribí, dos horas y media después, mi respuesta al ejecutivo: A las 18:00 en Paseo XXXX número X, piso X. Te tengo una sorpresa que no te defraudará. A los dos minutos recibí respuesta: Ok, allí estaré. No me gustan las sorpresas.

Lo cierto es que era arriesgado. Tampoco le conocía tanto para saber si le molaría tener a dos culos para follarse como quisiera, pero a un tío que buscaba descargar... ¿cómo no iba a gustarle tener dos culos para el solo?
Le expliqué a Sergio lo que buscaba el ejecutivo y mi plan: mover la cama de su habitación para que nos permitiera esperarle medio tumbados boca bajo con las piernas así como colgando, enseñándole nuestro culo. Ofreciéndole la mínima complicación. Sergio estuvo de acuerdo y, mientras preparaba la habitación, me fui al baño a prepararme. Con lo caliente que me había puesto el rollo con Sergio, no necesité mucho preparatorio para llegar a meterme tres de mis dedos hasta el fondo. Supuso un récord que solía tener en dos, pero sabía que si sufría un poco con tres, disfrutaría de la follada con el ejecutivo. 

La hora se acercaba, así que nos desnudamos de nuevo quedándonos así. Y puntual como un reloj sonó el telefonillo, simplemente dije: sube y cierra la puerta de casa al entrar. Nos dirigimos a la habitación y nos tumbamos para que lo primero que viera fueran nuestros ya dilatados culos. Oimos como subía las escaleras, cómo entraba y cómo cerraba la puerta tras de sí. Simplemente le dije un "por aquí" y no tardó en encontrarnos. Se detuvo en el quicio de la puerta y dijo:

- Vaya, vaya. Hoy tengo tarea doble. Ya se me está poniendo dura solo de ver cómo os voy a reventar esos culazos -relató.

Nos pusimos de pie, nos acercamos y como dos auténticas zorras, nos pusimos a sobarle el paquete mientras le quitábamos la corbata, le desabrochábamos la camisa, el cinturón, el pantalón, los zapatos y los calzoncillos bóxer anchos... lo que nos dejó ver, que efectivamente, aquella polla de 16 cm gorda seguía igual de erecta y bonita que siempre. Ese día venía con barbita de unos días que le daba un aire aún más varonil de lo que ya por sí tenía. Y aquel cuerpo definido seguía en forma. Así que, ya de rodillas los dos, comenzamos a hacerle una calmada mamada a dúo que incluía lametones de polla y huevos. Y para no perder el tiempo, le pusimos con la boca un condón que teníamos preparado (joder, es mucho más difícil de lo que parece). A continuación nos tumbamos de nuevo en la cama, nos pegó un par de cachetadas a cada uno y decidió empezar conmigo. Por ser cumplidor, imagino. No se entretuvo mucho con los dedos porque debió darse cuenta de que aquello estaba ya preparado, así que con decisión y suavidad empezó a clavarme su estaca. Lo hizo poco a poco, pero me dolió cuando la tuve entera dentro, más que la otra vez. Me contuve y empecé a mover el culo sensualmente para indicarle que podía seguir, con lo que empezó a moverse lentamente, a meterla y sacarla con lentitud, mientras que con su mano derecha le metía un par dedos ensalivados a Sergio. El ejecutivo estaba muy cachondo, se le notaba, y aquella lentitud con la que empezó a follarme se convirtió enseguida en un bombeo firme, rápido y constante, que me permitió acostumbrarme y empezar a disfrutar de aquello. Hubo un momento en el que le detuve y fui yo el que movía el culo con firmeza de atrás adelante, pero me resultó tan cansado, que el recuperó la iniciativa y cuando mejor lo estaba pasando, me la sacó y se la metió a Sergio sin contemplaciones. Sergio gritó, debió dolerle, pero el ejecutivo hizo lo mismo que conmigo. Primero despacio, para después follárselo a tope, mientras yo disfrutaba de sus dos dedos izquierdos dentro de mi culo y me pajeaba viendo cómo se lo tiraba a mi lado. Sergio gemía más que yo, así que el cabrón lo estaba disfrutando tanto que me puse a comerle la boca y aquello debió de excitar tanto al ejecutivo que se corrió casi sin control dentro de Sergio, y el propio Sergio, que se pajeaba soltó un chorro de leche en las sábanas de la cama algo así como 15 segundos después, aún con la polla del ejecutivo dentro.


Solo quedaba yo, de tal manera que me puse boca arriba y esperé la paja de consolación del ejecutivo, que esta vez, se quitó el condón, se limpió con un clinex y se sentó al lado mía para pajearme mientras con cierta timidez me sobaba el torso y los brazos con la mano que tenía libre. Sergio me comía la boca a mí ahora y aquello me estaba poniendo ya muy malito. 2 o 3 minutos, no tardé más en soltar una corrida que me llegó hasta la barbilla. Y ya sí, el ejecutivo pidió permiso para asearse. Me sorprendió que me sobara tanto el cuerpo, no era lo habitual, pero sí un paso adelante que quizá en otra ocasión nos permitiera experimentar algo más.

- Joder, folla como un toro -me dijo Sergio visiblemente encantado.
- Ya te lo dije.

Nos limpiamos con unas toallitas y nos pusimos el calzoncillo. El ejecutivo volvió del baño y se empezó a vestir mientras charlábamos un poco y le presentaba a Sergio como es debido. El tío había quedado muy satisfecho, pero como la otra vez, ya miraba el reloj en señal de que iba tarde. Así que no le entretuvimos y se marchó. Nada más salir de la puerta llamó a la mujer para contarle que había un accidente en la carretera y estaba el tráfico parado. En total, no habrían pasado más de 40 minutos desde que llegó, pero al final debía suponer algo más de una hora de retraso en su casa.

A las dos horas me mandó un Whatsapp: "lo de hoy ha sido fabuloso Marcos, ya solo tu me pones berraco, pero con tu amigo a la vez has puesto el listón muy alto. ¿Qué será lo próximo? Os veo pronto". 

10 comentarios:

  1. Buffff, la historia con el ejecutivo casado me pone muy cerdo.
    De hecho, los ejecutivos me ponen a mil, y en Madrid, suelo ir de vez en cuando a los bajos de Azca, q por alli hay mucho trajeado a comer pollas de trajeados, pensando q esa polla ha estado esa noche en el coño de su mujer me pongo a mil.

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    1. Los bajos de Azca son míticos también y si, se pueden comer buenas pollas de trajeados e incluso alguno que otro te invita a subir al despacho en tardes de viernes de no mucho curro ;)

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    2. Cabronazo, ya has estado entonces de rodillas por debajo de alguna mesa en algun despacho en Azca, no?
      Buffff q morbazo tio!!!! venga cuenta....

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  2. Ya no sé si fue el calorcito de estos días o el relato en sí que me pusiste muy tontorrón en el bus, mientras lo iba leyendo.
    Al principio quedaba un poco feo, sí, si, utilizar a Sergio de esa manera, pero es lo que tiene la gente que te conoce, jejeje... que no la puedes engañar tan facilmente con zalamerías varias.
    Pero te salió redondo hacerlo participe de la historia, que evidentemente, aunque uno se pueda sentir utilizado, era muy dificil de negarse a participar. No sé si era tu intención, pero te salió muy bien.
    Y más arriesgando a que el ejecutivo no sabía nada !!!
    El recibimiento que le disteis fue genial. Con el culo en pompa, Mmm.. ;-)

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    1. Bueno, lo cierto es que aquel verano quise distanciarme un poco de Sergio en el plano sexual por unas circunstancias que ya os revelaré. Cuando me escribió el ejecutivo, sabiendo que no tenía sitio, pensé en Sergio por las dos cosas: porque tenía casa y porque me apetecía mucho estar con él, así que podría decirse que sí fue mi intención. Y sobre el recibimiento, sí... no quería asustarle o que se echara atrás y sabiendo que vendría caliente, ver dos culos en una cama para él iban a hacer mucho más fácil que aceptara, como al final fue jeje.

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  3. Markitos... k burrako me pones tio xD toy en la cama to resakoso d la fiesta d anoche y tengo el nabo babeando a sako jaja me toy imaginando k t tengo con el culo en pompa y t lo rebiento con mi poyon uffffff

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    1. Hubiera estado bien ofrecerte mi culo para que celebraras la victoria del Madrid como es debido, ¿no? :P

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  4. wala, como mola este blog. x el verano voy a alicante, sueles mirar el correo? asi me aconsejas donde ir :)

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    1. ¡Buenas! Sí, suelo mirar el correo. No todos los días, pero sí de vez en cuando, así que escríbeme cuando quieras y te contesto. Gracias!

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    2. Cada vez te superas más, deberías escribir más relatos, tienes gancho para describir las situaciones y siempre me parecen cortos.deja correr tu imaginación eres bueno.
      Un abrazo.
      Running

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