17 de abril de 2015

CAPÍTULO 119: CRUISING EN EL SOHO DE FUENLABRADA

La vuelta a Madrid siempre implica una rutina, un tedio y cierta tristeza que va pasando en función que avanzan los días. Quedé varias veces con Sergio y Dani para ponernos al día tras este tiempo y Dani, quien siempre estaba muy puesto en estos temas, me habló de una zona de cancaneo nueva situada cerca de nuestra ciudad. En este caso se trataba de una zona situada en el término municipal de Fuenlabrada, en su parte norte, en una zona bautizada como el Soho. No porque tenga algo en común con el barrio chino londinense, sino porque es el nombre de uno de los dos grandes edificios de apartamentos que hay cerca. Para los que veníamos de otras ciudades cercanas, el acceso es muy sencillo ya que está rodeado por las carreteras M-50 y M-407, desde la que tiene un acceso casi directo. Por lo visto, se trata de un área que comenzó a construirse en plena burbuja inmobiliaria y cuando esta pinchó, se construyó y urbanizó solo y exclusivamente lo que ya se había empezado, quedando como una especie de barrio incomunicado un tanto fantasmagórico, ya que solo cuenta con dos bloques de viviendas y un pequeño polígono industrial con un par de empresas, entre ellas un hospital veterinario. Por estos motivos, esta zona de cruising solo funciona por las noches y con más éxito en fines de semana, también por la tarde-noche.

Viniendo por la M-50 desde la zona de Alcorcón/Móstoles hay que tomar la salida hacia Leganés/Fuenlabrada por M-407, subir la pequeña cuesta y coger el desvío que hay justo antes de una enorme rotonda que ya nos saca a la M-407. Si vienes desde Getafe, hay que tomar el desvío a Fuenlabrada señalizado como "Leganés/Fuenlabrada M-409/M-407 BC" y finalmente tomar la salida "B"; en la rotonda tomaríamos la tercera salida e inmediatamente tras tomarla, incorporaríamos al carril derecho que saca a la salida número 2 y, tras tomarlo, cogeríamos el primer desvío. Veremos una gasolinera BP a mano izquierda que dejaremos atrás o ni pasaremos por ella, tras tomar este desvío subimos una pequeña cuesta que termina en un firme adoquinado y en la rotonda tomaremos la primera salida. La zona de cancaneo es entre esta primera rotonda y la final de esa calle, sobre todo, se folla en los coches y en los arbustos si es verano.


Mapa: La M-50 por arriba y la M-407 a su derecha. La zona de cruising es la comprendida entre las dos pequeñas rotondas del hospital veterinario, que en Google Maps bautiza como Calle Galileo.


Lo primero de todo es un consejo: no esperéis de esta zona algo grande. Por lo visto, es poco conocida y no se asemeja para nada a lo que podemos encontrar en zonas como La Finca de Papá, El Cerro o la Cementera. Es una zona a la que también acuden parejas hetero para tener sus momentos de intimidad, en ocasiones les gusta ser vistos y meten a algún chico para experimentar nuevas cosas (generalmente para que el hombre le folle si ella está con la regla).

Me decidí a ir con Dani uno de los últimos sábados de septiembre, pasada la media noche. La pequeña carretera está iluminada, así que no hay grandes problemas de visibilidad. Tomamos la calle hasta el final, hicimos la rotonda del fondo y aparcamos poco después en el margen derecho de la carretera, bajo un árbol de poco tamaño. Había 4 coches aparcados en distintas partes y otros 3 dando vueltas con las luces. Pude ver que al menos dos eran hombres bien entrados en la madurez, pero el resto se intuía gente joven. En el coche de Dani, plegamos los asientos traseros y pusimos lo más atrás posible los delanteros, de forma que quedaron casi a la altura de las ventanillas traseras que eran tintadas, el objetivo era crear el máximo espacio posible. Como hacía buena noche nos quedamos en bolas y empezamos a pajearnos el uno al otro para ponernos los rabos duros; ahora ya sólo quedaba esperar a que alguno de los que merodeaban por allí mordiera el anzuelo y quisiera apuntarse a nuestra pequeña fiesta. Para ello nos quedábamos cerca de las ventanillas delanteras para que nos vieran el torso y se dieran cuenta de que estábamos desnudos. Los coches que daban vueltas no tardaron en parar y de los 7 coches, 5 abrieron sus puertas para darse una vuelta casual por donde estaba nuestro coche. El primer hombre que pasó se quedó mirando por la luna delantera, pero no nos convenció, así que seguimos a lo nuestro para que se diera por aludido. El segundo era un chaval moreno, de unos 25 años, con el pelo corto y engominado, buen cuerpo a tenor de una camiseta ajustada blanca que dejaba poca imaginación al resto y atractivo. También se quedó mirando por la luna delantera y como esta vez sí nos molaba, le cogí de la polla a Dani y empecé a pajearle suavemente sin apartar la mirada de nuestro espectador. Temerosamente se acercó a la puerta del copiloto delantera y Dani pulsó el botón de desbloqueo para que pudiera entrar. Tras pensarlo unos segundos, nuestra nueva conquista abrió la puerta y asomó la cabeza mirando con los ojos muy abiertos:


- ¿Qué... qué buscáis tíos? -preguntó.
- Pues... ¿tu qué crees? -dijo Dani cogiéndome de la polla y meneándola de lado a lado.

El chaval salió del coche, se quitó la camiseta y entró cerrando la puerta detrás de sí. Dani pulsó el botón de bloqueo y apagó la luz interior. El chaval estaba bastante bueno, cuerpo currado, un par de tatuajes discretos, depilado y resultó que era latino, aunque debía ser de ascendencia porque tenía un acento más madrileño que el mío. No hubo muchas palabras más: se arrodilló, Dani y yo nos juntamos en el asiento, y empezó a chuparnos las pollas. Comenzó comiéndose la mía y después la de Dani, y las iba intercalando cada poco tiempo, mientras chupaba una, pajeaba la otra. No tardamos en tener un par de espectadores que se acariciaban el paquete desde la parte delantera del coche. El chaval la chupaba muy bien, producía mucha saliva y eso daba una sensación de calidez y placer brutal. Al poco rato, le forcé a incorporarse y nos comimos las bocas a tres bandas, nos magreamos los cuerpos, pero no nos dejó desabrocharle el pantalón. Y fue una pena porque estaba empalmado y tenía pinta de tener buena herramienta.


- Hoy no tíos, llevaba aquí un rato y tengo algo de prisa... buscaba comerme una buena polla y me he encontrado con dos. -se explicó sonriendo, mientras se volvía a arrodillar.
- ¿Dónde queréis correros? ¿Queréis que me lo trague? -preguntó.
- No tío, nos corremos en tu pecho. -dijo Dani.
- O en tu cara. -añadí yo.

Se sonrió y continuó mamándonos la polla y los huevos durante cinco minutos más, sin dar ninguna muestra de cansancio. Le molaba hacerlo, eso se notaba. Intercambié miradas con Dani que me hicieron saber que ambos estábamos cerca de corrernos, así que recostamos al chaval boca arriba sobre el suelo del coche y nos pusimos de rodillas a la altura de su cara. Nos empezamos a pajear sobre él y primero Dani le embadurnó con su lefa espesa (debía de llevar días sin correrse) y un poco después le eché toda mi leche, algo más líquida. El chaval, ni corto ni perezoso, recogió con la lengua los rastros de lefa que cayeron en su cara:


- Me mola mazo la lefa, tíos, qué lecheros. -dijo relamiéndose.

Nos limpiamos como pudimos con un par de pañuelos, el chaval se puso la camiseta y se despidió:


- Me molaría veros pronto por aquí. Quizá os deje follarme... -dijo, guiñándonos un ojo. 

Salió del coche, se montó en el suyo y se largó. Lo mismo que hicimos Dani y yo tras reacoplar el coche y vestirnos. Total, lo que quedaba por allí no era de nuestro interés. Paramos en la gasolinera que quedaba al otro lado del túnel y cenamos en un Burguer que parecía que acababan de abrir.

Fuimos a esta zona de cruising en otros momentos del día y no hay nada de nada, como mucho alguien practicando deporte. Entre diario y a plena luz del día resulta imposible hacer nada y por las tardes/noches entre el lunes y el jueves está casi muerto. Por las noches, es una zona discreta y prácticamente solo se puede acceder a ella en coche. 


La zona de cruising desde la rotonda de abajo, los apartamentos al fondo.


7 comentarios:

  1. Nunca he ido a ligar a un sitio de cruising en coche, básicamente porque no tengo.
    Pero siempre se me ha antojado harto difícil ligar desde el interior de uno, a no ser que de bajes y como el chaval empieces a dar vueltas por la zona.

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    1. Es muy complicado. Lo he intentado varias veces porque ya sabes que me gusta el cancaneo, pero prefiero lugares en los que te veas obligado a salir del coche, darte una vuelta, follar en los pinos.. :P

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  2. Ohh, la descripción que diste se parece a un tío que vi ayer en el gimnasio xD. No le oí hablar mucho y tampoco sabría distinguir el acento madrileño. Impaciente por seguir leyendo más y que llegue el climax que todos esperamos jejejeje.



    James

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    1. ¿Y no tienes ninguna historia de ese gimnasio al que vas para compartir? ;)

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  3. Hola! Me he leído todo tu blog de tirón, me he excitado con el sexo y me he emocionado con tu vida sentimental y la de tus amigos. Aunque soy mayor que tú, muchas de las escenas de cruising se parecen mucho a escenas que he vivido. Vivo en Valencia y frecuento la zona del Saler y Pinedo, donde el cruising gay es una pasada. A ver cuando os cogéis un AVE y os venís a follar a las playas de Valencia!
    Enhorabuena, ya espero impaciente el siguiente post.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias por tu comentario y por haberte leído todo el blog, ¡te habrá llevado tu tiempo! Pues sí, las playas de Valencia son algo que tenemos pendiente, quien sabe si algún día cogemos el coche y nos plantamos allí para descubrir nuevos lugares.
      Espero seguir leyéndote! ;)

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  4. Hola,solo una aclaración que no tiene mucha importancia,pero el sitio que te refieres,no es de Fuenlabrada,si no de Leganes,aunque este mas próximo a Fuenla.un saludo...

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