Cuando un verano nuevo comienza tienes la sensación de que te quedan infinitos días por vivir y mientras, aún en Madrid, preparas con ilusión tu viaje empiezas a preguntarte: ¿qué nos deparará este verano? ¿será el último que pueda pasar tantos días? ¿a quién conoceré? ¿cómo andará la cosa por el Moncayo y el Rebollo? Con tantos días por delante pierdes levemente la noción del tiempo, deja de importante tanto la hora, no hay estrés, no hay horarios marcados: son muchos días de absoluta libertad. Eso sí, como todas las cosas buenas, el final llega pronto. Quizá demasiado pronto y aquellos últimos días ya se habían esfumado. Apenas quedaban veraneantes por el pueblo, los aparcamientos estaban a la mitad, los restaurantes dejaban de estar atestados y se podía volver a andar con comodidad y sin agobios por el Paseo Marítimo y otras calles importantes del pueblo. Incluso escuchabas a habitantes del pueblo decir: ¡en unos días nos devuelven lo que es nuestro! Qué manía más absurda nos han tenido siempre a los madrileños con segunda residencia, los mismos que pagamos los impuestos por tener una casa allí y contribuimos como cualquier otro a las arcas municipales que ellos disfrutan todo el año. Pasado mañana volvía a Madrid, sería parte del gran éxodo de veraneantes a los que septiembre esperaba impaciente para volver a ocupar sus puestos de trabajo y recuperar la aburrida rutina.
Quería poner fin a aquel verano de la mejor manera posible y visto que mis tradicionales sitios de cancaneo estaban de capa caída aquellos últimos días, decidí tirar de agenda. Mi primera opción fue alguien a quien hacía tiempo que no veía: el ejecutivo; pero no pude contactar con él. A pesar de lo que había ocurrido, traté de contactar con Guillaume, pero también estaba ilocalizable. Con 'Bombón de licor' pude hablar, pero resulta que no estaba por la zona y así con tres chicos más con los que no me hubiera importado darme una buena follada final. Y bueno, tratar de echar un polvazo con Óscar era imposible porque su madre se lo había llevado por sorpresa de vuelta a Madrid hacía 10 días sin avisar a nadie (normalmente nos dejábamos mutuamente llaves de nuestras casas por si pasaba algo).
Al día siguiente estuve pensando en las ventajas e inconvenientes de llamar a mi creación de ese verano, es decir, a John. En este tiempo nos habíamos visto por los sitios de cancaneo, habíamos hablado, pero desde el último encuentro no habíamos follado de nuevo. Y como si me estuviera leyendo la mente a distancia, en estas coincidencias que siempre me ocurren, recibo un Whatsapp de John:
- ¿Todo bien, Marquetes? Llevas un par de días sin rebollear y eso no es normal ti... jeje.
- ¿Qué tal tío? Si, ando un poco de bajón porque mañana me voy a Madrid...-contesté.
- Yo también me marcho mañana... estaré esta tarde por el Rebo, por si te apetece darme caza...-contesta poniendo unos emoticonos que representan al diablo.
- Eso está hecho. -respondí, con un emoticono que guiñaba un ojo.
Parecía claro que pupilo y maestro queríamos desearnos un buen año antes de volver a vernos en otra ocasión. Me dediqué a preparar todo mi equipaje, llenar el depósito del coche, mirar que todo estuviera bien, para así tener la tarde libre. El problema de llevar dos coches es que la vuelta ya no la hacía cómodamente en el de mi padre, ahora me tocaba llevar el mío también. Me preparé y me fui al Rebollo.
Ese día no entré por la playa, me desvié antes a medio camino por un camino que sale a mano derecha y que te lleva a la zona de cruising. Una vez no se me veía desde el camino principal, me desnudé totalmente y seguí el camino hasta llegar. No suelo hacer nudismo, pero ese día me apetecía. El Rebollo estaba concurrido aquella tarde, no obstante como ya tenía plan me dediqué a buscar a John sin éxito. O no había llegado todavía o estaba aún en la playa. Esperé algo más de tres cuartos de hora dando vueltas sin encontrarle, hasta que me cansé y decidí escribirle. Me contestó mandándome ubicación de donde estaba, sin más palabras. Estaba en una zona de la pinada bastante alejada, a pocos metros del cauce del río, y tuve que ir Google Maps en mano con el punto donde estaba él y el mío para tratar de localizarle. Joder, qué complicado estaba siendo. Y un coñazo para él, porque vivía cruzando el río, pero el río no se puede cruzar, así no entendía qué coño hacía tan lejos.
Al llegar lo entendí todo: una tienda de campaña grandecita en medio de una zona de pinos de complicado acceso. Vaya, el niño quería comodidades e intimidad. Sin decir nada, y oyendo jadeos, abrí la cremallera de la tienda y me encontré con el papelón: John a cuatro patas con la polla de un tío en la boca y la de otro en el culo. Dos auténticos chulazos que no me sonaban de nada: altos, morenos, pelo cortito, con cuerpo de gimnasio, chorreando sudor, buenas pollas (más gordas que largas) patillas y totalmente depilados. Vaya, vaya... con el que iba de activo por la vida.
- Chicos, este es el amigo del que os he hablado. -dijo John.
- Encantado chavales...-dije, guiñando un ojo.
Entre a la pequeña tienda, cerré tras de mi, dejé mi bandolera y cuando me giré tenía la polla de uno de esos tíos esperándome.
- Mámamela. -ordenó.
Y sin rechistar, empecé a comerme aquella polla venosa, descapullada y gorda. El tío me cogía de la cabeza y me follaba la boca con auténtico frenesí, hasta que al rato me la quitó y se la volvió a dar a John. El que estaba dándole por el culo, se acercó a mi y comenzó a chuparme la polla:
- Joder, qué rabo tío. John no nos había mentido sobre tí...-dijo, mirándome a los ojos a la par que pasaba la lengua por la punta de mi capullo.
Estaban todos muy cachondos, porque me comía el rabo con mucho ansia. Me tumbó boca arriba al lado de John y ellos se tumbaron encima nuestra. Aquello fue un vaivén de lenguas, besos a cuatro, tocamientos, dedos en culos, pollas en boca que me habría encantado grabar. Siempre he estado en contra de los vídeos y fotos cuando follas, pero es una de esas experiencias que me la ponen dura en cuanto la recuerdo. Ya no sabía de quien eran los dedos que tenía en mi culo, porque me estaba comiendo la boca con John y los otros dos tíos andaban por debajo comiéndonos rabo y culo, turnándose del uno al otro, pero al momento siguiente me comía la boca uno de los chavales y John me la mamaba, para el minuto siguiente estársela yo mamando a el y uno de los tíos comiéndome el culo. Ahí fue donde mi corrí por primera vez, ellos por lo visto ya se habían corrido poco antes de yo llegar. Pero no fue de estas veces que te corres, se te baja y quieres un momento de relax, no, esta vez teníamos todos ganas de más y se me volvió a poner dura en cuanto me volvieron a comer el culo y los magreos volvieron. Después, cuando les oí desenvalar un par de condones, estábamos John y yo boca arriba con las piernas en alto. Esos tíos nos
iban a follar. Allí hacía muchísimo calor, estábamos los cuatro sudando de lo lindo y olía a sexo. Le pedí a uno de ellos que abriera un poco la cremallera para que entrara algo de aire y eso me dio la vida. Aquella polla gorda que me había estado comiendo antes me iba a follar ahora, el capullo (tipo "seta") fue lo que más me dolió y aún cuando John y el otro chaval estaban ya follando a tope, mi chaval me la estaba clavando con cuidado todavía. Echó un poco más de gel lubricante y, aún con dolor, consiguió meterla entera. Me la dejó clavada un rato mirándome con cara de puro vicio y empecé a mover el culo para me fuera follando. Estábamos súper cachondos, me comía la boca con John a la par que estos tíos nos follaban y vernos las caras, ver cómo follaban a John, cómo me follaban a mi, me puso todavía más cachondo si cabe. El tío que se follaba a John se sacó el rabo, se quitó el condón y se corrió abundantemente en la tripa de John, aquella escena me hizo pajearme y correrme yo segundos después. El tío que me follaba, hizo lo propio, pero se movió y con una paja exprés de no más de 20 segundos le llenó el pecho a John de más lefa, que fue el último en correrse echándose a sí mismo una tercera corrida. Vamos, estaba John como un auténtico cuadro.
Caímos exahustos tumbados, bastante apretados, boca arriba los cuatro. Los chavales se encendieron un cigarro y abrieron completamente la cremallera de la tienda. Ese frescor de última hora de la tarde enfriándome el culo y los huevos me hizo quedarme dormido unos minutos. Cuando me desperté se estaban vistiendo. Hablamos un rato, eran una pareja murciana, solían subir al Rebollo de cuando en cuando, pero les pillaba más cerca Calblanque, por ello no me sonaban. Tenían 34 años y llevaban más de una década juntos, a John le conocían de las aplicaciones y era su primera real con ellos, porque por lo visto se habían pajeado por Skype antes. Me dijeron que les molaría repetir el verano que viene y se marcharon.
- ¿Qué? ¿Te ha gustado mi fiestecilla de despedida? -preguntó John.
- Ha sido brutal, tío. Brutal. -dije con sinceridad.
- Sabía que te molarían y me apetecía compensarte de alguna manera...-dijo John, acercándose a mi.
Me tiró de nuevo al suelo esponjoso de aquella tienda y estuvimos comiéndonos la boca un buen rato, nos tocamos las pollas, pero era difícil ir a por una tercera corrida. Le ayudé a desmontar aquel tenderete y cogimos el camino 'central' (por el que yo había entrado), que resulta que estaba a unos pocos metros de su escondrijo. Claro que, ahora tocaba recorrerselo entero hasta el aparcamiento del Rebollo. Le llevé a su urbanización y nos despedimos hasta la próxima vez.
Esa fue mi última tarde de playa de la temporada. Al día siguiente 4,5 horas de viaje me esperaban hasta Madrid.
Buaahh Cabrón, pedazo historia.
ResponderEliminarYa me has puesto el rabaco duro para todo el día, aguantar hasta que llegue a casa a la tarde para un buen pajote. Joder q cerdo me has puesto, voy a mirar el Gindr, como se me ponga algo a tiro, no aguanto hasta la tarde.
¿Al final encontraste algo en Grindr o tocó pajote? ;)
Eliminareres los mas Marcos"!!!
ResponderEliminar¡Gracias!
EliminarNada como una improvisada orgía :-)
ResponderEliminarPim pam, un muy buen final de vacaciones.
Sí, no tuve queja, pero me pilló de sorpresa todo aquello la verdad!
Eliminar¡¡Olé!! No me esperaba esta cuarteto jejeje. Una vez más te lo montas con una pareja :P. ¡¡A saber lo que viene a partir de ahora!! ¿Habrá alguna doble penetración y/o otra follada con Óscar?
ResponderEliminarJames
Sí, con Óscar no todo está acabado ;)
Eliminar