4 de diciembre de 2013

CAPÍTULO 31: LA PAREJA DE SITGES (Parte 2/2)

El pollón se metía un par de dedos en la boca y de la boca los pasaba al culo de Dani, se lo iba trabajando, aunque sin mucho tacto y con ansia. Dani se sacó un condón de la mochila y se lo puso con la boca al pollón, algo que pareció gustarle. Éste se la empezó a meter despacio, jugando con su glande dentro del culo, metiendo y sacando, pero cada vez metiendo un poquito más, para luego clavársela entera y empezar a darle con fuerza. No se el rato que pudieron estar follando, pero fue largo. Dani apoyado en un árbol con las piernas bien abiertas, el otro follándole sin tregua, el de blanco cogiendo de la cabeza al jovencito con ímpetu y el resto del público empalmadísimos todos. 

Sergio y yo nos quitamos el bañador y empezamos a comernos la boca y hacernos una paja el uno al otro, hasta que un chico de unos 25, delgado y moreno se plantó delante nuestra, nos miró con cara de tener mucha hambre, asentimos, se puso de rodillas, cogió nuestras pollas con sus dos manos y se las fue pasando por la boca. (Justo lo que nosotros solíamos hacer con otros tíos, la situación se había dado la vuelta).

El cabrón de Dani se giraba y al vernos se sonría entre jadeos y gemidos del pollón que se estaba metiendo entre pecho y espalda, que le follaba cada vez más rápido. Era sorprendente ver como esa polla tan grande entraba hasta el fondo sin grandes impedimentos. Cuando estaba a punto de correrme, me saqué la polla de la boca del chico que me la estaba chupando, pero me dijo que ni de coña, se la volvió a meter y me corrí dentro suya sin remedio. Después hizo lo mismo con Sergio, mientras se pajeaba a sí mismo con la mano que ahora tenía libre y ambos se corrieron en poco espacio de tiempo.

Si a mi me temblaban las piernas del placer, estaba seguro de que Dani acabaría con agujetas. Pocos minutos después, el pollón sacó su polla del culo de Dani, le dio la vuelta, se pajeó durante pocos segundos y se corrió con largos chorros de leche en la cara de Dani. En ese momento me giré, y vi que el de blanco ya había terminado también y que la gente empezaba a dispersarse. El show había terminado.

Resultó que el de blanco y el pollón eran pareja, vivían en Sitges y se venían algunos veranos a Alicante, intercambiando con Ibiza, Gran Canaria u otros destinos. Como ambos eran activos, sobre todo el pollón, ofrecían la polla y cuando tenían a uno chupándola, le decían que si quería seguir tenía que dejarse follar. Le contaron a Dani que mucha gente se echaba atrás por el tamaño y que no les era fácil encontrar un culo donde meterla. Que bocas tenían de sobra, pero el quería follar.


Cuando se despidieron, Dani nos buscó y cuando llegó a nosotros tenía la cara desencajada y andaba con dificultad, eso sí, estaba encantado. Nos contó que se había corrido sin apenas tocarse mientras el otro le follaba. Pasó unos días fastidiados después de ese polvo, de hecho estuvimos cerca de tener que llevarle al hospital, ya que sangraba... Pero a los pocos días se le pasó y todo volvió a la normalidad. La playa gay había cumplido las expectativas de todos, estaba claro.

2 comentarios:

  1. Y el resto no hizo nada más que mirar ?
    Bueno, supongo que estabais lo suficientemente entretenido que no te fijaste, jejeje :-)
    Yo también me hubiera asustado de la megapolla. El dolor me puede llegar a cortar totalmente el rollo, así que, o se va con mucho tacto y cuidado, o me veo obligado a negarme y me como las ganas.

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  2. Hombre la gente que había por allí mirando intentaba pillar cacho, unos con otros, pero lo cierto, hasta donde me acuerdo, es que había bastantes personas mirando sin más... Puede ser que tampoco me fijara mucho, cierto es jeje.

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