30 de marzo de 2016

CAPÍTULO 150: RECUPERÁNDOTE Y DEJÁNDOTE IR



Amor y odio. O mejor dicho, en nuestro caso, odio y amor. Esas dos palabras serían las que utilizaría para describir mi relación con Óscar. Él: un niño caprichoso, consentido y con ganas de llamar la atención que me traía por el camino de la amargura cuando me tocaba lidiar con el de pequeño. De adolescente descubrió que eso de hacérselo con tíos podría estar bien y me calentó como pocos han hecho hasta el punto de tener una relación sexual constante con mi vecino de la playa de toda la vida. De ese niño al que no soportaba a ese adolescente al borde de la mayoría de edad, con cuerpo fibrado del fútbol que empezó a volverme loco. Otro chaval, como Sergio, que perdió la virginidad conmigo. Ese paso que a mi, lejos de marcarme, quedó como algo trivial en su momento, para ellos había supuesto una conexión conmigo que no podían borrar. El caso es que con Óscar no todo era sexo, fuego y pasión, porque nuestra conexión sexual era brutal, en cierta parte empecé a sentirme responsable de él mucho antes del accidente. Cuando veía que su casa se desmoronaba y él se quedaba como un perrito abandonado a su suerte lleno de discusiones diarias en su entorno, de las cuales muchos vecinos nos enterábamos. Sin embargo, al volver a Madrid nuestra relación prácticamente desaparecía salvo encuentros esporádicos en fechas señaladas. 

El accidente lo cambió todo. Cuando me dieron el alta y pude dejar aquella cama que ya se me hacía de lo más incómoda lo primero que hice fue visitar a Óscar. Al verle lo primero que se me pasó por la cabeza fue: "joder, el accidente no ha sido tan fuerte para esto". Y es que verle allí postrado con la cabeza vendada hasta la mandíbula y las dos piernas escayoladas y sujetas en alto me conmocionó. La mala fortuna quiso que segundos antes del choque, Óscar se estuviera colocando el cinturón porque le rozaba en el cuello haciéndole daño, así que la sujeción que este debió proporcionar, no fue tal y su cabeza se dio contra la parte superior del coche y sus piernas se encajonaron debajo de la guantera. Todo muy rocambolesco, tanto que hasta hoy en día me cuesta creer que un accidente a 70km/h pueda tener esas consecuencias, que para los demás fueron más leves. Sí, su vida no corría peligro, ni se iba a quedar paralítico, pero la recuperación para volver a tener movilidad total iba a ser de meses. Su madre me reprendió a gritos, culpándome de todo. Algo de lo que ya tenía ganas, aquellos gritos y aquel odio no venía por el accidente. Así que cuando logré sacarla de sus casillas a gritos en el hospital, salió la frase que tenía guardada en lo más profundo de su interior: ¡Tu has amariconado a mi hijo! ¡Tu le has invertido y has abusado de él! ¡A gente como tu se le debería seguir aplicando la ley de vagos y maleantes! ¡Este es el castigo que os merecéis! 

Perdió tantísimo los papeles que los médicos se la llevaron y le inyectaron un tranquilizante. Su padre, sin embargo, se mostró mucho más comprensivo, ya que la Guardia Civil le había explicado pormenorizadamente cómo se había producido el accidente y cómo yo no pude hacer nada por evitarlo, de hecho iba por debajo de la velocidad máxima para ese tramo. 

Días después trasladaron a Óscar a un conocido hospital público de Madrid y semanas después, sin estar aún recuperado, le mandaron a casa. Pero... ¿a qué casa? Su padre, tras el divorcio, no quería volver a la casa familiar con su ya ex mujer, pero tampoco estaba su economía como para comprarse un piso o alquilar algo en la misma zona. Así que hasta que los trámites judiciales de su divorcio se resolvieran, mis padres le ofrecieron quedarse en casa con Óscar indefinidamente. A fin de cuentas vivíamos en un adosado con 5 habitaciones y 2 baños. La amistad de mis padres con los suyos se remontaba años atrás, de hecho el piso de la playa lo compraron juntos. Habían pasado por algunos baches en los últimos tiempos, pero eso no significaba dejarles en la estacada en un momento de necesidad cuando lo que menos quieres, quizá, es irte a casa de un familiar y tener que responder a preguntas que no te apetece contestar. Hice cambios en mi habitación y alojamos a Óscar en ella, con su consentimiento y alegría. El cabrón estaba ya mucho más despierto y animado, pero necesitaba ayuda para todo, con las dos piernas escayoladas de rodillas a tobillo. Incluso la primera noche que durmió en la cama que pusimos al lado de la mía ya tenía ganas de marcha:

- Marcos, ¿tu sabes cuánto hace que no me corro en condiciones? -me suelta un rato después de apagar la luz, ya bien entrada la noche de aquel mes de noviembre.
- Hombre, Osquitar, pajas puedes hacerte... ¿o no? -le dije.
- Mira cómo la tengo -dijo, encendiendo la lamparilla de la mesilla y destapándose.

A mi con todo el estrés postaccidente se me había bajado la lívido a límites nunca conocidos por mi. Llevaba semanas sin siquiera pajearme. No había cogido miedo a conducir, ni otras historias, simplemente se me habían ido las ganas de follar desde aquella mamada que Sergio me hizo al despertar de forma consciente en el hospital. Había vuelto al trabajo con normalidad, había arreglado el coche con el seguro, iniciaba los juicios contra el cabrón que adelantó y todo con las más absoluta serenidad. Sin embargo, sentía una responsabilidad y una preocupación por Óscar que me había hecho verle más como un hermano pequeño que como un amante todo este tiempo. Todo, hasta que encendió la luz, se destapó y me dejó ver su polla dura como una piedra emanando gotas de líquido preseminal que brillaban con la luz de lamparilla. Combinado con esa mirada de gatito necesitado que me echó mordiéndose el labio inferior y sobándose lentamente el rabo con la mano derecha. 

En unos segundos me había devuelto todos mis instintos que llevaban semanas dormidos, como un animal despertando el celo me sentí incapaz de desviar mi mirada de aquella polla rosácea de algo más de 16 centímetros que pedía guerra tras tanto tiempo sin disfrutar más que con la mano derecha de su mismo cuerpo. Me incorporé, me acerqué a su cama, me coloqué entre sus piernas escayoladas con cuidado de no hacerle daño y me comí aquella polla que ya sabía a puro sexo. Para retrasarle un poco la corrida, me entretuve unos minutos haciéndole una suave comida de huevos, para volver después a comerle el capullo y recibir toda su espesa leche en mi boca. Tanta cantidad que se me desbordó por la comisura de los labios. Era la primera vez que veía a Óscar temblando de placer según se corría en mi. Salí con cuidado al pasillo dirigiéndome al baño para escupir y enjuagarme un poco la boca, sin ser capaz de que se me bajara la erección. Así que cuando regresé a la habitación y Óscar vio el bulto en mi calzoncillo me pidió que me acercara a su cama, se colocó la almohada doblada debajo de la cabeza, giró la cabeza hacia a mi y me pidió que me bajara los calzoncillos:

- Tengo mucha hambre, Marcos... -susurró.

Me bajé los calzoncillos hasta las rodillas, me pegué a él y le dejé que me comiera la polla durante largo rato en el cual no dio ningún síntoma de agotamiento. Me empezaron a temblar ligeramente las piernas del placer al estar de pie, le avisé de me corría y se tragó toda la leche que deposité en su boca. Era su perdición, le gustaba la lefa demasiado y se la tragaba con absoluto placer y alegría. Como si se hubiera tratado de un biberón, nada más acostarme y apagar la luz, Óscar se quedó dormido como un tronco.

Óscar y su padre se quedaron en mi casa hasta pasadas las navidades, cuando ya el chaval podía andar sin ayuda de muletas y su vida volvía a ser normal. El chaval desbordaba alegría, habida cuenta de que durante esos meses habíamos estado teniendo sexo prácticamente a diario, de una forma o de otra, casi siempre penetrándole yo a él e intercambiando mamadas mutuas. En esos meses mi relación de amistad con Dani y Sergio no se vio afectada, ya que venían a casa todos los fines de semana y seguíamos saliendo por ahí, pero lo cierto es que Sergio tuvo celos. No hizo falta decirle que me estaba tirando a Óscar casi todas las noches y que el chaval tenía una obsesión con comerme la polla casi enfermiza, que por otra parte a mi me encantaba. Sergio lo vio en los ojos de Óscar. Sin pretenderlo, Óscar se había enamorado de mí. Sí, era consciente de que el chaval siempre me había admirado desde las primeras veces que tuvimos sexo años atrás, pero la unión de estos meses, el hecho de estarle cuidando y de dejarme llevar, acabó provocando una situación similar a la que había vivido con Sergio hacía algún tiempo. 

Quizá uno de los mayores errores fue dejarle dormir conmigo todas las noches una vez tuvo las escayolas quitadas, casi siempre despertaba con él abrazado a mi. No me daba cuenta de que el chaval estaba totalmente pillado por mí.

Manolo había conseguido llegar a un acuerdo con su ya ex mujer y habían vendido la casa de Madrid de siempre y repartido el dinero obtenido a partes iguales, para que ambos pudieran comenzar una nueva vida. El piso de la playa finalmente se lo quedaban para su disfrute en un régimen de turnos. Manolo invirtió la mayor parte del dinero obtenido en comprarse un piso de dos habitaciones en el mismo barrio que donde vivíamos nosotros y a finales de enero hicieron la mudanza, en la que colaboramos todos. No se trasladarían allí hasta bien entrado el mes de febrero.

Fue aquí cuando llegaron los grandes problemas con Óscar. Yo, y no es algo que me haga gracia decir, tengo que admitir que no le eché demasiado de menos cuando se marchó. Siempre he sido una persona individualista, me gusta tener mi espacio y ahora que lo recuperaba me sentía pleno. Me sentía bien por haber ayudado en la recuperación de Óscar porque a fin de cuentas tenía responsabilidad sobre él, me encantaba llegar de trabajar, cenar, ducharme y que estuviera encantado de hacerme una buena mamada o de ofrecerme su culo para echar apasionados polvos con él, así no tenía que buscarlo fuera, ir de cruising o esperar al finde para hacérmelo con Sergio. Sin embargo, cuando se marchó a vivir con su padre, no paró de enviarme Whatsapps, llamarme, visitarme, querer seguir follando casi a diario, cuando a mi dejó de apetecerme. Me empecé a sentir agobiado y la gota que colmó el vaso fue cuando en una conversación algo subida de tono me echó en cara que le había dado esperanzas de ser su novio, que quería empezar algo conmigo:

- Pero... ¿cuándo me has conocido tu a mi con novio, chaval? -le dije.
- Nunca es tarde, ¿no? Todo lo que hemos compartido estos meses... -respondía él.
- Pues dejémoslo así, ¿qué de malo tiene? Si así se está bien -comentaba yo.

Óscar no entraba en razón, estaba empeñado en tener conmigo algo que no podía darle, me veía como el príncipe azul que nunca fui, ni pretendí ser. Así que decidí iniciar un alejamiento y dedicarle el tiempo que no había podido dedicarle a mis amigos de siempre, a Dani y Sergio, que habían estado ahí y ahí seguían pese al cierto abandono al que les había tenido sometidos el tiempo que Óscar había estado viviendo conmigo. 

Llegó la semana santa en abril y me fui con ellos a nuestro paraíso alicantino para disfrutar de momentos que solo nos pertenecían a nosotros tres. 

21 comentarios:

  1. Un final algo triste pero entendible viniendo de ti y sabiendo cómo eres tras haber seguido el blog 1 año y medio con todas estas historias. Los celos de Sergio ya "no los entiendo tanto" xDDD, no veo razón para ponerse celoso de que un vecino tuyo con problemas se haya quedado a vivir contigo por una temporada :D, ya sé que es más por motivos sexuales pero ¿por qué no ver que se veía venir que Óscar y tú ibais a estar jugando de vez en cuando?

    Y bueno, con respecto a las consecuencias de Óscar con el accidente sí que veo normal que a 70 km/h haya acabado así por no tener el cinturón puesto. Como dijiste en la anterior entrada o 2 atrás, si a 70 acabaste tú así... ¡¡a saber si a 120 aun podrías seguir viviendo!! Menos mal que fueron heridas curables pero que fue costosa la recuperación.



    James

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    1. Sí, la verdad es que parece mentira que un choque así pueda tener tales consecuencias, el pasado domingo volviendo a Madrid vi un par de coches empotrados que eran ya solo un amasijo de hierro. Tuvimos suerte. Gracias como siempre por comentar, James.

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    2. En realidad no es mas que pura suerte...
      El mes pasado tuve yo uno a unos 110km/h y sali con solo un chichon en una ceja.

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  2. Al final hiciste de lo correcto porque de lo contrario hubieras jugado con sus sentimientos y eso no es propio de ti. Yo sí entiendo los celos de Sergio pese a no ser ni celoso ni enamoradizo, además demuestra ser lo suficientemente inteligente como para valorar las cosas en su justa medida.

    Lo del éxito que tienes tampoco me sorprende, aparte de tener buen cuerpo (que no es lo más importante pero sí tira mucho) y el morbo eres un tío con mucho carisma.

    ¿A día de hoy tienes contacto con Óscar o prosigue el distanciamiento?

    Abrazotes.

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    1. Gracias por tus palabras Christian! Pues sí, claro que tenemos contacto con Óscar, digamos que lo que pasó cuando os cuento esta época fue un bache, pero nada que no haya tenido solución a corto/medio plazo. Un abrazo.

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  3. Ay Marquitos... esa parte cabronzuela tuya es la que más morbo me da... que seas un tío firme y con las ideas claras, con carácter... desde luego si hoy en día sigues soltero es porque quieres... Un abrazo crack

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    1. ¿Y quién dice que hoy en día siga soltero? Tampoco digo lo contrario... ;)

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  4. Comprendo perfectamente a Sergio, tiene puntos muy similares a mi novio; aunque precisamente en eso está la diferencia. Como ya te he comentado en alguna ocasión somos una pareja muy liberal en cuanto a sexo pero muy cerrada en cuanto al amor. Creo que en ello reside el éxito de seguir juntos. No se vuestra situación actual, pero después de seguir tu blog durante mucho tiempo, creo que deberías reconocer el hecho de que lo quieras o no tu corazón pertenece a Sergio y el suyo a ti. No conozco que situación te impide admitir algo que yo veo tan claro, quizá algún día nos la cuentes. Mientras tanto piensa que entonces Oscar perdió su salud,su casa y su madre(rara la señora pero su madre a fin de cuentas). Pienso que si tu mismo hubieras sido mas firme en admitir tu realidad con Sergio, él y Oscar no habrían sufrido y tu te lo habrías podido tirar igual. Un besazo parejita.

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    1. Pues la verdad es que no se qué decirte, no soy mucho de pensar en lo que podría haber hecho y no hice. Siempre me aplico una teoría que es: sólo arrepiéntete de aquello que no hayas hecho, lo demás hecho está. Por otra parte me parece estupenda vuestra filosofía de cerraros al amor y abriros al sexo, conozco muchas parejas como vosotros, llevan años y les va de maravilla. Gracias por comentar y un abrazo para los dos.

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  5. ¡Menudo mari-culebrón, Marcos! No sé de donde sacas la fuerza psicológica para aguantar semejante megadrama. Y menuda choza tienes en la playa, desde luego no llevas una mala vida jeje. Besos Cuídate

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    1. Jajajaja me hace mucha gracia lo de "mariculebrón", bueno... creo que problemas de estos pasan hasta en las mejores familias. Con respecto a la casa, la que describo es la de Madrid, mis padres llevan currando desde bien jovencitos y tienen sus ahorros... La casa de la playa en un pisito antiguo de lo más normal, muy típico de apartamento de playa, no te vayas a pensar. Un abrazo.

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  6. Hola Marcos.. es la 1ª vez que te visito y me ha atrapado la historia de principio a fin del post. Tendré que remontarme a entradas muy anteriores para familiarizarme contigo y con todos los personjes y escenarios de tu blog.
    Como no sé aún los antecedendes de esta historia ni a qué habíais dejado claro ente tú y Óscar, pues no puedo comentar objetivamente sobre el tema. De todos modos, cuando se establece una dependencia física (cuidarle en casa)es normal que se llegue a una dependencia emocional, unido al agradecimiento y un poco de sentimiento de culpa por tu parte. No sé... yo que me reconozco como "dependiente emocional" sí entiendo un poco a Óscar, pero también pienso que actuaste correctamente si se lo dejaste claro desde el principio.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias por pasarte y comentar, Javi. Hace poco tiempo estrené una sección nueva en el blog que se llama Personajes Y Lugares (la puedes encontrar en el menú derecho, arriba) y es una especie de resumen de los lugares y personajes principales del blog para quienes lo descubrís ahora. Espero que te sirva para entender todo mejor. Un abrazo!

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  7. Yo hasta ahora siempre he pensado lo mismo que casi todos los que comentan: que Marcos ha actuado bien porque deja las cosas claras. Pero el comentario del chico que dice que quizás hubiera sido una mejor opción tener una relación estable con Sergio aunque siguiera follando con Oscar y yendo de cruising me ha ampliado la forma de ver las cosas. La verdad es que siendo así quizás hubiera ahorrado sufrimiento a Sergio y Oscar. Pero quizás Marcos se niega porque cree que Sergio le exigiría tener sexo solo con él. No sé, supongo que Marcos tendrá alguna razón más allá del trauma que supuso la ruptura con su anterior novio. Que conste que no le juzgo porque a mi hasta ahora tampoco se me había ocurrido esa posibilidad.

    Con lo que no estoy de acuerdo es con lo de perder a su madre. Creo que en este país se sobrevalora la figura del padre y la madre. Si una persona no te respeta, te insulta y te dice que te mereces un accidente, lo mejor es alejarse de ella cuanto antes, sea tu madre, hermano, novio o la vecina del quinto.

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    1. Coincido plenamente contigo en la última parte de tu comentario: está claro que una madre es una madre, pero si no te trata como un hijo y te causa sufrimiento o maltrato psicológico contínuo, lo mejor es alejarse. En cuanto a la primera parte, son muchos los factores que influyen en no haber comenzado una relación estable con Sergio en las épocas en las que transcurre el blog, pero tendréis que seguir esperando y leyendo historias que poco a poco irán aclarando todo.

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  8. Me alegro que no le pasara nada irreparable a Oscar.
    Pero meterlo en casa y suceder lo que sucedió era muy de esperar, incluso el enamoramiento por su parte.
    Y en esa parte del atontamiento es cuando se entiende que te puede cambiar, cosa que de estar centrado te llevaría a la lógica conclusión que de lo que está uno enamorado es de una visión perfecta del otro.
    Ufff.. que rollo te estoy soltando.
    Nada, que lo suyo era comprensible, pero tu actitud también.
    Totalmente ;-)

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    1. De rollos nada, perro, leer tus reflexiones sobre mis historias es algo que espero siempre que publico una nueva. Él se enamoró porque no sabía que fuera de nuestro círculo había cientos de chicos esperándole, a fin de cuentas la única pareja que Óscar había tenido para entonces había sido una chica. En su entorno en Madrid, plenamente futbolero, era complicado el presentarse con un novio o moverse por sitios de ambiente. Triste, sí, pero así era y es. Una abrazo.

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  9. Pfff, yo es que creo que aparte de Sergio y de Óscar, todo tus lectores estamos "enamorados" de tí (entiéndase como cierta admiración, no un enamoramiento como tal).
    Me remito a los comentarios que te han dejado lectores (a los que mando un saludo): "mucho carisma", "un tío firme y con las ideas claras, con carácter", etc...
    Lo cierto es que entre el morbo que desprendes tú y tus historias y lo bien que las transmites, esa imagen mental que nos hemos creado de ti y tu personalidad, no me extraña que los que te conocen (Sergio y Óscar) estén rendidos a tu polla (digo pies xD). De hecho, voy a hacer un club de fans y como Presidente tendrás que quedar conmigo :P
    Fuera de coña, te leo desde hace algún tiempo pero no ha sido hasta ahora, al ver tu parte responsable para con Óscar, cuando me has tocado la vena sensible y me he animado a escribirte para decirte que me alegro mucho de que todos estéis. Me tenías en un sinvivir. Ahora que, yo creo que no me equivoco al pensar que, por mucho que digas "Sergio, Dani y yo", ya no sois sólo tres. Igual no te quieres dar cuenta, pero Óscar entró hace bastante tiempo en vuestro aquelarre de vividores folladores :P.
    Bueno, espero que no te moleste la complicidad de mi comentario. No nos conocemos de nada, pero después de 150 historias eres como un colega.
    Un abrazo!

    Miguel.

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    1. Hola Miguel y muchísimas gracias por pararte y comentar. Por supuesto que no molesta en absoluto la complicidad de tu comentario, es más, te animo a que sigas haciéndolo ;) Sobre lo de Óscar, bueno, lo cierto es que el chaval hizo méritos propios para entrar en nuestro particular acuerdo, pero realmente nunca llegó a ser "uno más", sino una presa más con quien poder compartir momentos sexuales de alto voltaje con más cercanía que con otros chavales que conocemos del cruising. Eso sí, el significado que tiene Óscar para nosotros es claramente superior al de cualquier tío al que nos tiramos. Es como el pequeño de la familia al que queremos proteger dejándole fuera de nuestro círculo, pero invitándole a él cada vez que quiera ;)

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  10. Lamento que sea tan triste, pero tal y como te han dicho, creo que si que hiciste lo correcto. Ahora a caminar

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  11. Primero lo digo como lo siento sin paños calientes, y despues me disculpare. Fuiste un cabronazo descuidado, el pobre chaval se enamoro de las esperanzas que tu tan preocupado en cuidarle y hacerle feliz y asi redimirte de la deuda que tu creias tener con el despues del accidente alentaste. Yo entiendo a Oscar, y te entiendo a ti, e estado en ambos lados de la linea por desgracia, asi que me disculpo por lo bruto. Ahora, me encanta tu blog, eres muy... Tierno aunque supongo que ni te lo diran ni te daras cuenta se nota que eres una dulzura de chico y con una vena romantica impregnada en sexo de lo mejorcito.

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