5 de septiembre de 2014

CAPÍTULO 88: BOMBÓN DE LICOR CON SORPRESA

El día anterior, cuando Sergio terminó su polvo en la pinada y regresó a la playa, me encontró tumbado en la toalla tomando el sol con las gafas de sol puestas. Le pregunté que cómo había ido y sin cortarse me contó con todo lujo de detalles lo que había hecho. Al menos había sido sincero. Eso sí, se quedó un buen rato tratando de escrutar mi mirada o la expresión de mi cara, lo que en cierta parte me llevó a pensar que lo había hecho como una especie de revancha. Lo cierto es que ya no tenía ningún reparo en proponer planes interesantes, así que al mismo día siguiente fui yo quien propuso volver a la playa. Con o sin ellos, que al final fue con ellos. 

Ese lunes, como todos los lunes, había menos gente en la playa. A pesar de ser temporada alta, siempre había más gente los fines de semana con respecto a los tres primeros días de la semana, pero eso nunca fue impedimento para decidir si ir o no ir. Según vamos avanzando por la playa para llegar a nuestra zona, me encuentro con un grupo de chavales que no me sonaba haber visto por allí ese año ni años previos. Savia nueva. Especialmente me llama la atención un chico de unos 27 años, de aspecto mulato, bastante cachas y con un culo digno de ser portada de revista. No es especialmente guapo, pero sí muy atractivo. Dani, que me conoce perfectamente, me dice que no tengo nada que hacer, que ese tipo de chicos no suelen entrar nunca a los pinos; pero sí, Dani se había dado cuenta de que tenía objetivo para ese día. 

Tanto Sergio como Dani entraron a la pinada en distintos momentos del día, en cuanto a mi, no quise entrar hasta ver si este chico en el que había puesto mi mirada, se decidía a entrar. Cosa que no sucede hasta por la tarde y justo en el momento en el que se decide a entrar a la pinada, espero a que avance en su camino, me levanto y, coincidencias de la vida, pasa por delante de mi "el energizer", a quien no veíamos desde hacía tiempo. Se para a saludarme y hablar un rato de cosas típicas, pero se ve que se ha dado cuenta de que tengo planes en mente y no me entretiene demasiado. Así que dejo a los chicos encargados de vigilar las cosas de playa y me meto para dentro. Empiezo a recorrer el tradicional camino que hago siempre: desde la parte central, recorro todo el tramo de camino más próximo a la playa, por explicarlo de alguna manera, y después cruzo el foro, me dirijo a la parte superior, la pateo y desciendo bastante más adelante para volver al punto de partida. Vaya, como si fuera un auténtico círculo, o mejor dicho, una elipse. No hace un calor excesivo y corre aire, lo que agradezco, porque soy de sudar bastante. No encuentro a mi objetivo, aunque sí encuentro varias proposiciones de un par de maduros y chaval joven con gorra negra, que no me seduce demasiado. Así que, cansado, regreso a la playa y veo que mi objetivo se está dando un baño en el agua. Pues qué bien.  

Energizer está tumbado cerca nuestra y se acerca para decirme lo siguiente:

"Tienes tus ojos puestos en el mulatito, pero por lo que me han contado es bastante difícil de coger y es un bombón de licor que lleva sorpresa, jajaja". Se da la vuelta y no le doy más importancia a su comentario.

Mi búsqueda se repite varios días más, me resulta ya tedioso y al cuarto día que voy detrás de él, por fin me lo encuentro en un altillo de la pinada observado el mar. Así que subo y me coloco al lado suya, haciendo que observo también el mar:

- Me llevas siguiendo varios días... -dice con acento latino.
- Sí, me llamas mucho la atención tío -digo, sin rodeos.
- Como veo que vas directo al grano... Busco pollón para darnos una buena follada en un sitio más apartado, soy más pasivo
- No se a qué tu le llamas pollón, pero mira... -dije bajándome el bañador.

Se acercó y empezó a tocármela muy sensualmente hasta ponérmela muy dura: "he visto pollas más grandes, pero me mola y tienes morbo", me dice. Así que me tomé la libertad de cogerle de la mano y llevarle a buen paso, para evitar seguimientos, dunas adentro a un lugar que conozco por el que nunca pasa nadie; que si bien es más incómodo porque el suelo está cubierto de ramitas de pino que pinchan en vez de suave arena, es mucho más discreto. No se me había bajado la polla de pensar en follarme ese culazo que bombón de licor tenía, así que cuando llegamos al lugar en cuestión nos empezamos a enrollar, a comernos las pollas (la suya era muy normalita, nada destacable, aunque la usaba bien) y no tardé demasiado tiempo en darle la vuelta, apoyarle contra una rama y bajarle ese bañador tan apretado que llevaba. Y sí, efectivamente, era un culo de infarto también sin bañador, carnoso, redondo y escondiendo un agujero depilado por el que se notaba que habían pasado ya varias pollas, como es lógico.

Saqué un bote de lubricante nuevo que había comprado ese año, en un formato no muy grande y con efecto anestésico, sobre todo para ayudar al pasivo. Bombón de licor me dio un condón de sabor a vainilla, que rompimos por la mitad, para comerle el culo, cosa que hice con muchísimo gusto durante largo rato a la vez que me pajeaba oyendo sus tímidos gemidos. Hubiera preferido hacerlo sin condón en esa ocasión, pero obviamente era mucho más higiénico después de llevar todo el día en la playa. Y cuando tenía la polla a tope, me enfundé otro condón, le unté bien con mi nuevo gel y le empecé a follar muy despacio, sin dedos previos, introduciendo solo el capullo y sacándolo y metiéndolo poco a poco, mientras él no paraba de gemir. Cuando creí que estuvo listo, le clavé toda mi polla lentamente hasta que mi pelvis chocó con sus glúteos, lo que provocó un gemido por parte de ambos, así que aceleré el ritmo y empecé a follármelo con ansia y fuerza. No encontré obstáculos, el culo estaba bien listo para absorber mi polla con ganas. Esto fue lo que le hizo volver a empalmarse y empezar a pajearse con cada una de mis embestidas. Cuando me quedaba poco para correrme, me pidió que cambiáramos de postura: se tumbó boca arriba en el suelo, le cogí de las piernas (que pesaban un quintal por lo musculadas que estaban) y se la clavé para seguir con nuestra follada. Esta nueva postura me hacía sudar mucho más, pero ver su cara de disfrute y vicio me puso tan cerdo que prácticamente terminamos corriéndonos a la vez: yo en su culo y el en su propio estómago. Exhaustos como estábamos, me tumbé al lado suya y él aprovechó para sacar unas toallitas y limpiarnos a ambos. Fue un gesto tierno entre tanto fervor y deseo sexual. Nos quedamos un rato tumbados y después fuimos juntos hasta la playa. 

Al cruzar la barandilla de madera que separa la playa de las dunas, nos convertimos en una especie de atención mediática por parte de la mayoría de los chicos de alrededor. Todo eran comentarios y miradas. Pero a mi me daba igual, nos dimos un apretón de manos y cada uno se fue con su grupo de amigos. En esto de que cuando me acerco a Sergio y a Dani veo que está Energizer con ellos:

- ¿Qué? ¿Cuánto te ha cobrado? - me pregunta con cierto recochineo.

Entiendo que está de guasa y me limito a sonreír porque estoy tan relajado que lo que menos me apetece es discutir:

- No lo pregunta de coña... -dice Dani.
- Bueno, ¿qué está pasando aquí? -digo ya un poco más serio.

Y entonces Energizer me resume la historia: resulta que el chulazo con el que acabo de follar en los pinos es un reputado escort/chapero/chico de compañía de Madrid, pero no precisamente de los que te cobran 50€, algo más para clases medias y altas. ¿Y qué queréis que os diga? Pues que a mi me dio exactamente igual, no pregunto por la profesión de nadie cuando follo y tampoco me lo suelen preguntar a mi. Nos habíamos molado y pegado un buen polvo. Y no iba a ser el último.

2 comentarios:

  1. También derecho a divertirse los muchachos en sus ratos libres sin cobrar por ello ;-).
    Al fin y al cabo es como yo.
    Me paso el día trabajando delante de un ordenador y me pagan por ello, y cuando llego a casa, me pongo delante de mi ordenador sin que me paguen ni un duro, y encima me lo paso mejor.

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  2. Si, también lo entiendo de esa manera, pero parece que la gente de la playa no lo veía con tanta naturalidad :P

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