24 de febrero de 2015

CAPÍTULO 113: SÁBADO DE TERROR


Efectivamente la pelota estaba en mi tejado y, desde luego, había decidido tomar acción. Eso no contemplaba en ningún caso denunciar a las autoridades, por diversas razones que no vienen ahora al caso. Antes de marcharme aquel día, me di una vuelta por la pinada para ver si quedaba alguien por allí y poderles comentar de buen rollo el aviso que había recibido por parte de mi nuevo rollete. Conseguí hablar con tres hombres que había por allí y comentarles, dos de ellos me agradecieron el aviso y me dijeron que correrían la voz entre quienes conocían. El tercero me contestó algo así como:

- ¿Y crees que diciendo estás cosas vas a ligar más? ¡Anda ya!

Bueno, está claro que de todo tiene que haber en esta vida. Sin embargo, tres personas y su círculo eran pocas. Ya en casa me metí en el chat de ligoteo de la Comunidad Valenciana y hablé con uno de los moderadores del chat de Alicante que me dijo que pondría un par de anuncios y se lo mandaría por privado a quienes estuvieran conectados en ese momento. También contacté con rolletes pasados vía Whatsapp y les transmití a Sergio y Dani lo que había pasado para que ellos avisaran a quienes conocían o a de quienes tenían contacto. El objetivo es que se corriera la voz lo antes posible. De todas formas, de poco iba a servir lo que estaba haciendo. Los sábados noche era el día que más ajetreo había por allí de gente casual, de chavales que yendo de marcha paran y ven si pueden desahogarse, de maridos que se escapan con alguna excusa y de gays que de camino o de vuelta de los pubs de Torrevieja paran y tratan de culminar la noche.

Así que os dejo que me llaméis loco, temerario y cuantos otros adjetivos se os ocurran, pero esa noche tenía decidido plantarme allí. Mi plan era refugiarme en un sitio de la pinada que por la noche no resulta visible desde el mirador, pero tú ves y escuchas lo que ocurre bien, sobre todo si la luz de la luna acompaña. En el momento que escuchara las motos llegar avisaría a la policía y a quienes hubiera por allí, así no habría sangre. 

Ese sábado no fui a la playa, estuve descansando todo el día y llegadas las nueve de la noche cogí el coche de mi padre para dirigirme allí. Obviamente, mi plan no era aparcar en la explanada de arena, sino dejar el coche en la urbanización de abajo y acceder a la pinada por allí. Conocía aquello bastante bien, así que la oscuridad no sería un problema. Fui directo a donde tenía pensando refugiarme y ahí fue exactamente donde falló mi plan por primera vez: había dos hombres completamente desnudos follando, bastante silenciosos. Me invitaron a unirme, pero rechacé la invitación. Estaba claro que aquellos sitios que consideraba "míos", eran también de muchos otros. Pensé con rapidez y me marché a otro sitio más alejado, simplemente para hacer tiempo; después volví y ya no encontré a nadie follando allí. Me senté en una piedra y esperé.

Los skinheads no llegaron hasta casi las once de la noche. En el momento que escuché el rugir de varias motos en la lejanía sabía que se trataba de ellos, quizá mi error fue no llamar a la policía en ese momento. Esperé para asegurarme, pero aquel grupo de chavales radicales venían mejor equipados de lo que podría uno imaginar. Entraron por la rotonda a la caseta haciendo mucho escándalo y gritando consignas:

- ¡Maricones, salid! ¡Os vamos a romper el ojete! ¡Sois escoria para la raza!

Y diversos gritos que prefiero no reproducir. Cuando cogí el móvil no había cobertura. Y no, no me lo invento, ni es peliculero. Ni yo, ni ninguno de los que estábamos por allí teníamos cobertura. ¿Casual caída del servicio? ¿Inhibidores de frecuencia? Buscando por internet tiempo después encontré que estos grupos solían llevar inhibidores de señal para evitar avisos. La tecnología no solo avanzaba para nosotros, las organizaciones radicales sabían sacarle partido. Ahí sentí miedo. Podía ver entre los arbustos los destellos de potentes linternas que llevaban y traqueteo de lo que imagino serían cadenas. ¿Qué hacer? ¿Ponerme a gritar y que me localizaran? Escuché cómo varios coches arrancaban con fuertes acelerones y cómo objetos, imagino que piedras, impactaban en ellos. Escuché como alguien se marchaba corriendo bajando por una ladera muy cercana a donde yo estaba. Y noté como los skinheads se habían quedado totalmente en silencio y habían apagado las linternas. Estaban de caza.

Pasaron varios minutos sin oír absolutamente nada, tan solo coches entrando y saliendo. Me imagino que al ver esas motos tan características, darían media vuelta y tan siquiera bajarían de los coches. Me consolaba no oír nada porque eso quería decir que no habían dado con nadie, en alrededor de media hora. Otro punto que le falló a mi plan es pensar que allí no me encontraría nadie, así que cuando noté la respiración de alguien en mi cogote se me erizó todo el pelo y pensé: "¿Ves Marcos? A veces te pasas de listo"

No fue un tiempo excesivo el que me tomé para respirar y darme la vuelta, pero puedo jurar que en esos segundos sudé como nunca antes había sudado, me temblaron las piernas sin poder controlarlo y traté de hacer un boceto de un plan de enfrentamiento o huida en mi mente. Los 5 o 6 segundos pasaron y me giré para ver quien respiraba detrás mía.

- Mira que te dije que no vinieras por aquí hoy. -dijo una voz muy familiar.

Cuando caí en la cuenta de que era él, respiré y del temblor de piernas caí rendido en el suelo. Creo que jamás unos segundos de nada se me habían hecho tan largos.

- ¿Por qué estás aquí? -dije, con voz entrecortada.
- Cuando venimos de caza aquí suelo meterme en sitios donde se que hay tema para dar un susto y que os vayáis sin consecuencias...-explicó mirando al suelo.
- Tu particular forma de sentirte bien con la comunidad...-dije.
- Tienes que irte. No deberías estar aquí. Seguramente ni te funcione el móvil. Vete. -insistía.
- Pero...-intenté decir.
- Tío, vete. Han empezado por el fondo pero no tardarán en venir por aquí, peinan toda la zona y la mayoría de recovecos. Márchate. -continuó.
- Conozco sitios más alejados donde no nos encontrarían...-dije.
- ¿De veras? -dijo, rodeándome con su brazo para agarrarme del culo y que nuestros cuerpos se pegaran.
- Podrías clavármela toda la noche si te diera la gana...-dije, aún con miedo en el cuerpo, pero lleno de morbo.

Notaba como su paquete se endurecía al estar pegado al mío, me miraba fijamente y su caliente aliento entraba en mi boca. Apenas un par de centímetros separaban nuestras bocas. Nuestras pollas duras chocaban de vaqueros en vaqueros y nos movíamos levemente para frotarnos; su mano firme y fuerte seguía sujeta a mi glúteo izquierdo. Me desabrochó el vaquero y me metió la mano por debajo de los calzoncillos en el culo, lo sobó sin apartar la mirada, se introdujo un dedo en la boca e intentó meterlo, pero en aquella posición era imposible. Se oyeron pasos en la lejanía y corriendo me abrochó el pantalón.

- Tentador, pero insisto, ¡lárgate de aquí! Si no encuentran nada, no volveremos en muchísimo tiempo. O quizá nunca. Llevábamos meses sin venir y en la última no dimos caza. -explicó.
- ¿Y mañana? -pregunté.
- A la hora de comer. -respondió.

- ¿César? -preguntó una voz grave no muy alejada.
- ¡VETE! ¡MÁRCHATE! YO TE CUBRO. -dijo en voz baja con los ojos desorbitados.

Bajé corriendo, me monté en el coche y me fui a casa. Al llegar me encontraba exhausto, doy por hecho que era a consecuencia de los nervios y de la excitación siguiente, pero era como si me hubiera pasado la tarde en el gimnasio haciendo spinning: las piernas totalmente cargadas. Y la polla me chorreaba. 

4 comentarios:

  1. ¡¡Guau!! Al final la entrada después de la del encuentro con el skinhead sí trata sobre qué pasaba ese "sábado". Ha sido increíble, me pregunto si hubo un encuentro más con "César" jejejeje. En fin... al parecer no encontraron a nadie por allá, o al menos en esta entrada.

    Y una pregunta, ¿cuándo ocurrió esto?



    James

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  2. Normal que te encontraras al volver a casa hecho polvo, una situación así deja a cualquier hecho mierda. Y lo de los inhibidores no es de película, quiero decir, yo en manifestación he sufrido caídas de servicio, en controles policiales anti-droga alguna vez también, osease, es posible comprarlos. No veo porque no un grupo de radicales que va de "caza" no se modernice hasta este punto.

    Me da miedo que esto ocurra pero bueno, cosas del avance tecnológico. Lo único que te diría es que te la jugaste a lo loco, no llega a ser Cesar y a lo mejor Marcos ahora nos contarías como te reventaron...

    Pero bueno por suerte no te paso nada, espero que en el proximo relato aunque no vaya sobre Cesar, cuentes si cazaron a gente o no....porque me dejas "preocupado" sobre la gente que pudiera estar ali.

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  3. Mira, llego a ser yo y no sé si hubiese sido capaz de "escaparme" del skin, porque otra cosa no, pero que los "pelaos" me ponen burrísimo, ya te lo digo yo :P

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  4. Hola, he leído que retiran los blogs con contenido d adulto en breve en blogspot. Tienes pensado mudarlo a algún lado que nos puedas ir adelantando?

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