29 de noviembre de 2014

CAPÍTULO 102: ÉXTASIS (Parte 1)

Teníamos algo pendiente que mis amigos no me habían vuelto a recordar, sin embargo me considero una persona cumplidora que si se compromete a hacer algo, más tarde o más temprano lo acaba haciendo. La duda era cómo organizarlo, con qué pretexto, dónde, cuándo y, sobre todo, si él aceptaría. Bueno, lo último era casi lo más fácil, claro que aceptaría Que un niñato de 19 años tan calentón y fogoso como él se negara a tener un rato de sexo con tres tíos que le molaban sería lo más raro que podría pasar. También me asustaba la idea de que la química que siempre había existido entre nosotros tres pasara a depender de un chaval al que sacábamos ya unos cuantos añitos. Decidí optar por el camino fácil, por no dar rodeos. Subí a casa de Óscar y le sugerí si le apetecía echar unos vicios a la consola conmigo. Aceptó de inmediato y, a pesar de que se lanzó a comerme el cuello a los pocos minutos de empezar la partida, conseguí frenarle y dedicarnos sólo a jugar sin nada de sexo. Aquel chaval me atraía mucho, no os lo voy a negar. Si bien es cierto que con Sergio había un deseo, una conexión brutal al follar y un cariño a lo largo de los años, con Óscar era distinto. Era puro fuego, sexo puro y duro. Y del bueno. Su cara de niño travieso, su cuerpo, su inocencia combinada con aquella picardía. En aquel momento quería disfrutar de él antes de que se aclarara sexualmente hablando y se acabara convirtiendo en un 'depredador' más, llegaría un momento en que follar conmigo sería la menor de sus preocupaciones. O eso pensaba yo. 

En mitad de la partida se levantó a por un bar de bebidas y aproveché para cogerle de la cintura justo cuando estaba levántandose y sentarle justo encima de mí, colocando su culo en mi paquete:

- ¿Te molaría que mis amigos y yo disfrutáramos de tu culo a la vez? -dije susurrándole al oído.
- ¿También el rubito? Uffff -suspiró echándome mano al paquete.
- También Dani, sí. ¿Te pone? -dije chupándole la oreja.
- Ya te digo... si ahora mismo te la sacaras podrías clavármela sin muchas complicaciones...-sugirió.
- Anda, trae las bebidas -dije poniéndole de pie y dándole un pequeño azote en el culo.

Sabía que aquello le pondría así de cerdo y me faltó muy poco para dejarme caer en sus redes... pero había que aguantar. Fijamos que la ocasión sería en su casa, ya que las otras casas estaban ocupadas. El problema era que sus padres llegaban a la mañana siguiente, es decir, había que organizar el polvo esa misma noche. Ahora tocaba decirles a mis amigos que lo tenía todo previsto para cumplir con la apuesta y el requerimiento de aquel día en el que perdí al póquer. Cuando quedé con ellos, me sorprendió que Sergio no pareciera muy convencido de la idea. Se quejaba de que el era mucho más pasivo que activo y que, por lo que yo le contaba, lo que quería Óscar es que le folláramos a turnos los tres. Dani le hizo entrar en razón diciéndole que daría tiempo para jugar a muchas cosas y yo le hice ver que a Óscar tampoco le desagradaba meterla, total, lo hacía con chicas. Y conseguimos convencerle. No hubiera tenido el mismo morbo sin él.

Le mandé un mensaje a Óscar para que estuviera preparado y cada uno de nosotros hizo lo mismo. No había más que hablar hasta que llegara la hora convenida. Primero habíamos quedado los tres para ir juntos, lo que a mi me venía peor porque a fin de cuentas Óscar vivía en mi edificio y si le pegaba un grito por el patio interior me oía perfectamente. Habíamos quedado a las diez de la noche y Sergio se retrasó bastante, no era habitual en él, pero me daba que desde que llevábamos haciendo cruising se trataba de la primera vez que lo hacía por compromiso y no realmente por convencimiento. Llegó como cuarenta minutos tarde y ya subimos los tres a casa de Óscar, quien sin dejar nada a la imaginación, nos recibió en unos calzoncillos tipo slip de una conocida marca australiana, marcando paquete y luciendo cuerpazo. Nos recibió con un pico a cada uno y nos pasó al salón, donde había preparado unos gin-tonics. Claro, se me olvidaba que él legalmente ya podía beber. No hubo mucho dejado a la improvisación: Óscar estaba en el lugar en el que quería estar, siendo la putita de tres chavales mayores que él que le ponían la polla dura en medio segundo. Se sentó haciendo hueco entre Dani y mía y nos empezó a comer la boca con lengua, a la par que con sus manos agarraba nuestros paquetes que comenzaban a sobresalir por aquellos pantalones cortos deportivos de algodón que llevábamos. Con tanto frotar y tanta lengua yendo y viniendo, nos pusimos duros en menos que canta un gallo. Sergio miraba la escena medio pasmado, pero algo debió hacer click en su cabeza y comenzó a desnudarse complemente mientras miraba, pasó a situarse delante nuestra entre el sofá y la tele y, poniéndose de espaldas, desafió:

- No quiero que mi culo pase hambre esta noche...
- Joder, vaya culazo tiene tu novio -dijo Óscar mirándome.

Utilizó una palabra que nos dejó instantáneamente congelados a los tres: tu novio. Óscar pareció percatarse de ello, se levantó, cogió a Sergio de la mano y se desnudó. El siguiente paso fue ponerse ambos de rodillas frente al sofá y pedirnos que nos pusiéramos de pie. Nos quitaron los pantalones y los calzoncillos y ambos comenzaron a comerse nuestras pollas, turnándoselas, turnándose sus lenguas y Dani y yo empezamos a besarnos y magrearnos con pasión, mientras teníamos a aquellos dos chicos mamándonos el rabo, compitiendo por ver quién lo hacía mejor. Parecía haberse desatado una guerra entre los más pasivos del grupo. Ese fue el momento en el que dejé de ser consciente de todo y empecé a dejarme llevar sin tener en cuenta tiempo, pensamientos ni razonamientos. Solo disfrutar de aquello. Tardamos poco en irnos al dormitorio principal y casi instintivamente Dani le lanzó a por el culo de Óscar diciendo cosas en voz baja del tipo: joer, lo tienes bien depiladito y abierto...se nota que el Marcos te ha dado buenas folladas, vas a ver ahora lo que es bueno, etc. Yo hice lo propio con Sergio, que estaba, sorprendentemente, bastante cachondo teniendo en cuenta su cara de póquer hacía poco más de dos horas. 

- ¿Pacto? -preguntó Dani.
- Está limpio, solo ha follado con su novia y conmigo -dije.
- Bffff, te vas a enterar -le dijo Dani a Óscar.

Sí, eso significaba que pese a que Óscar era 'nuevo' en nuestros encuentros sexuales de colegas, le íbamos a dejar participar en nuestro círculo bareback (total, yo ya lo había hecho desde que le follé el culo por primera vez). Mientras le comía el culo a Sergio, no podía evitar mirar la polla dura de Dani, de esas pollas que cuando están muy duras marcan mucho las venas y se les endurece
el capullo tanto que parece que va a explotar; me ponía muy cerdo su rabo y no quería perder detalle. Así que agarré a Sergio, que estaba al igual que Óscar de cuatro patas encima de la cama, para acercarle a mi y, mirando a Dani, empezamos a clavarles nuestras pollas a la vez. Buah, que morbo me dio aquella situación, las miradas de vicio que crucé con Dani, situado en paralelo a mi, ver cómo su rabo invadía aquel culo imberbe me la puso tan dura que se la clavé de golpe a Sergio y empecé a follármelo como un animal, al igual que Dani hizo con Óscar. No se cuál gritó más, pero nos dio tan igual (lo mismo que a ellos) que seguimos follándoles, por decirlo así, sin piedad. 

- ¿Cambiamos? -le propuse a Dani.

Y sacando la polla de ambos culos, cambiamos de chico y les seguimos follando durante un rato en aquella cama que no dejaba de chocar contra la pared armando cierto revuelo. Menos mal que no era la habitación que daba al patio. 

- Ahora vamos a mandar nosotros -dijo Sergio.

Y 'obligándonos' a Dani y a mi a tumbarnos boca arriba, en paralelo uno con el otro, se montaron en nuestras pollas cual jinete que cabalga a su potro. No nos permitieron besarnos, ni tocarnos entre nosotros, ni a ellos; pero sí contemplamos la escena de Sergio y Óscar tratando de besarse y jugar con sus lenguas. Su objetivo era ponernos a mil, y lo conseguían, porque cuando a alguno de nosotros le quedaba poco para correrse, paraban, se comían los morros y se sobaban y continuaban cabalgándonos. Estuvimos jugando bastante rato a esa especie de tortura sexual, hasta que Dani dijo que ya le dolían los huevos y necesitaba descargar. De nuevo, volvimos a ponernos de pie, con ellos de rodillas:

- Dadnos un buen lefazo en la cara -dijo Óscar.

Dani me cogió la polla, yo le cogí la suya, y con un movimiento un tanto raro, comenzamos a pajearnos hasta que pocos segundos después nuestras pollas estallaron casi a la vez, poniendo las caras de Sergio y Óscar como una pared negra a la que echas gotelé blanco. Nos fuimos al baño todos a limpiarnos y con la tontería, me di cuenta de que era ya la 1 de la madrugada. Nos acostamos todos en la cama, Dani a mi lado, después Óscar y Sergio; estábamos todos como extasiados y, curiosamente, Óscar y Sergio se quedaron dormidos, con sus pollas morcillas al aire. Dani y yo nos quedamos hablando y, una hora después, decidimos darles una buena "despertá": Dani comiéndole la polla a Sergio y yo a Óscar. Ambos se despertaron al poco de habernos introducido sus rabos en la boca, se les puso dura poco después y comenzaron a besarse entre ellos con desenfreno. Parecía que habían conectado. Nosotros seguimos mamando, Óscar se corrió enseguida, no se la chupé más de 4 minutos cuando me llenó de leche la boca, Sergio tardó un par de minutos más en correrse en la boca de Dani. 

Me fui al baño con Dani a enjuagarnos la boca, mientras habíamos dejado a los "angelitos" durmiendo, ahora ya sí, a pierna suelta:

- Me ha puesto a tope ver al principio cómo se la clavabas a Óscar...-dije.
- Ya sabes que cuando quieras la tienes en tu culo, Marquitos -contestó.

Y sabía que era verdad. Volvimos a la cama y nos quedamos dormidos boca arriba. A nadie se le había ocurrido poner un despertador, siendo ya las 2 y pico de la madrugada. Total, estábamos de vacaciones.

- ¿Hola? ¡Hola! ¿Cariño? ¿Hijo? ¿Hooooooolaaaaaaaaa?

La voz cada vez se oía más cerca. Y cuando me despierto, me froto los ojos y los abro veo a la madre de Óscar en el quicio de la puerta mirando boquiabierta a cuatro tíos totalmente en bolas encima de su cama de matrimonio, con las piernas entrelazadas, restos de corrida en el suelo... Y su hijo, en el medio, abrazado a Sergio. 

Casi nada.




10 comentarios:

  1. ¡¡SÍ! Esto es lo que quería, lo que llevaba esperando hace ya un par de meses. Me ha gustado muchísimo. Estoy ya con ganas por leer la siguiente y ver qué ocurre.



    James

    ResponderEliminar
  2. Lo pienso y no se me ocurre peor manera de salir del armario con la familia, que violencia...

    Espero que, por lo menos, hoy en día os riáis del momento.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno... realmente es un momento que hemos preferido olvidar, lo cuento en el blog por llevar una sucesión de las historias que me ocurrieron, pero me pensé mucho contar esta historia o no. Pero no quedaba más remedio, habrá historias futuras que dependan de lo sucedido en esta, ;)

      Eliminar
  3. No guardes ningún detalle del drama y espectáculo que se originó a continuación.
    Que emoción !!! :-)

    ResponderEliminar
  4. ¿¡A qué estas esperando para subir la próxima entrada!? Nos tienes a todos mirando esto casa dos por tres. Vengaaaaaaaaaaaa!!!

    ResponderEliminar
  5. ajajajaj Marcos eres mi ídolo!!! Es mi sueño!!! Tengo dos o tres amigos con los que me encantaría tener la misma relación que tu con Dani y Sergio.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Oye Jesús pues nunca es tarde para construir una relación especial con buenos amigos, eh? ;)

      Eliminar