Con la
confianza de los tres amigos recuperada y las cosas de nuevo yendo viento en
popa, tocaba devolver nuestras salidas de cruising a la normalidad. Nada
mejor para conseguirlo que un poco de rutina: cena en un restaurante chino de
uno de los paseos principales del pueblo, un poco de sangría y unos chupitos de
distintos licores para animarnos, bajarnos a la playa y poner rumbo a La Caseta.
Tenía su magia ir de noche hasta allí: en la parte de playa que iba en paralelo
al pueblo siempre había chavales haciendo botellón o parejas dándose mimos,
después llegaba la zona de los pescadores que siempre nos miraban y
cuchicheaban a nuestras espaldas, después llegaba la zona del camping
que estaba más bien vacía de gente y al final ya llegabas a los chiringuitos
del Gran Hotel, a su bullicio, para dejarlo atrás y 600 metros después coger la
rampa de madera y poner camino a la caseta. Por aquí ya no te encontrabas a
nadie a estas horas de la noche. Quizá a alguna persona de las urbanizaciones
paseando al perro por pinada, alguna pareja haciendo sus cosas, pero poco más,
hasta que subías al mirador de La Caseta y ya empezaba el movimiento.
Aquella
noche había una luna enorme que facilitaba bastante la nula visibilidad que
suele haber de noche en la caseta: bastantes coches, bastantes personas
merodeando, algunos con el móvil, otros con linterna... Dani se perdió
enseguida siguiendo a un chaval con el que ya había estado en alguna ocasión.
Sergio y yo esperamos hasta que apareció el en su Renault Megane Coupé
amarillo. Nos sonaba de haberle visto en Grindr alguna vez, sí, era él: un
chico de estatura normal, un poco bajito incluso, de sus 35-40 años, pero con
un aspecto muy juvenil, ropa juvenil, pelo de punta y actitud de machote. Todo
lo que nos daba morbo. Si algo de raro había en él era que siempre mandaba
fotos de pectorales para arriba, nunca para abajo. Y sí, tenía buenos brazos,
pectorales marcados, una cara de facciones duras, pero el defecto que nos
tiraba un poco para atrás era su tripa. Nunca había visto a un chico con los
pectorales tan marcados y una tripa sin marcar, al revés, con ciertas lorzas.
Era curioso. Pero aún así nos atraía.
Richo,
por su nick en Grindr que era muy similar, siempre iba con el móvil en
la mano, se metía al coche, volvía a salir... Cruzamos algunas miradas, nos
hicimos buenos repasos, nos seguimos, pero... no fructificó. Al rato cogió y se
marchó. Así que esperamos a Dani, que había echado un polvo normalito, y
cogimos el recién estrenado carril bici que va en paralelo a la carretera
nacional para volver a casa; de esta forma se tardaba menos que por la playa y
era más seguro.
Al día
siguiente me fui con Sergio a la playa gay y, por casualidad, en el bosquecillo
donde hay cruising coincidimos con Richo. Con plena luz nos seguía poniendo
burros, así que volvimos a repetir tonteo. Parecía que esa tarde tenía más
tiempo y llegado un momento en un sitio no tan visible, nos miró y se bajó el
bañador quedándose desnudo. Tenía un culazo impresionante y una polla más bien
normalita, nos acercamos, le toqué el culo con ganas y nos dijo que nos la
quería chupar. Ese día a su pinta de machote se añadía un cordón de oro al cuello
que ya me terminó de poner burro. Clavó las rodillas en la arena y nos bajó el
bañador. No la teníamos dura aún, pero se las fue metiendo en la boca y no hubo
que esperar mucho para tenerlas como una estaca que Richo se iba pasando por la
boca. Nos dijo que quería que le folláramos la boca a saco, así que le cogí de
la cabeza, se la sujeté y empecé a follársela como si de un culo se tratara. El
chico tenía buenas tragaderas, así que Sergio y yo nos turnábamos su cabeza y
le follábamos la boca con ganas, mientras Richo se pajeaba. Cuando se comía la
polla de Sergio yo me agachaba y le metía un dedo en el culo, que tenía tenso, ya que me
apetecía bastante darle una buena follada... pero debe ser que él no estaba por
la labor, ya que a mi segundo intento nos dijo: "Tíos quiero que os
corráis en mi cara, correos en mi cara a la vez".
Le
seguimos follando la boca un rato, hasta que ya nos quedó poco y empezamos a
pajearnos cerca de su cara a la par que él sacaba la lengua y se pajeaba con
más ganas. Primero fue Sergio quien le soltó un chorro de leche que le dio en
la frente y en la nariz, después fui yo que acerté a su lengua, barbilla y
pectorales. Y después Richo echó una abundante corrida líquida en el suelo. Nos
limpiamos y la cosa no fue a más. Un tío bastante sosainas, para lo que
esperaba de él. La chupaba muy bien, sí, pero esperaba un poco más de
interacción por su parte... Por lo visto el tío estaba casado y tenía crios, y
siempre que podía se escapaba de Madrid para pasar allí tiempo, con o sin la
familia. Nos volvimos a encontrar varias veces más, por no decir siempre, en casi cualquier época del año, ya que Richo era todo un clásico. Intentamos comerle la polla
o hacer alguna follada, pero siempre nos decía que nos la quería chupar. Así
que en alguna otra ocasión le volvimos a dar biberón en La Caseta, tanto yo,
como Dani y Sergio. Para más inri resultó ser amigo de mamarracha, incluso los vimos varias veces hablando y demás, pero visto lo visto, repetimos un par de veces y no más. No nos extrañó que fueran amigos, aunque al menos Richo tenía cierta iniciativa. No estuvo mal, pero esperábamos más.
Hola :
ResponderEliminarYo ya me acostumbre, tipo que muestra pectorales para arriba y esquiva pija y culo, solo te la mama.
A mi me llego a pasar con un morochazo bien masculino, que se me prendía a verga y por mas que le metiera los dedos en el culo o le pajeara una pija muy linda, se quedaba como si nada. Cuando empezaba a acabar, se sacaba mi pija de su boca , me seguía pajeando mientras se mojaba todo.
Si aguantas estos mamones, la podes pasar muy bien
Saludos
Osvaldo
Crearse muchas espectativas de alguien, es llevarse un chasco seguro.
ResponderEliminarPero claro, es casi inevitable ilusionarse e imaginar mil cosas.
Las fantasías siempre suelen ser perfectas, pero las decepciones de vuelven a la dura realidad.
Cada uno es como es, y sus circunstancias, y lo mejor es disfrutar de las posibilidades de ofrezca cada uno.
"... las decepciones te devuelven", sorry ! ;-)
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