30 de diciembre de 2015

CAPÍTULO 136: MARIO II Y EL ALA ESTE DEL MONCAYO

Al pasar el tiempo es cuando te empiezas a dar cuenta de que algunas cosas cambian, no ya solo en tu día a día, en tu trabajo o en tu vida social. El mundo del cruising se transforma según pasa el tiempo y lo que un día fue evidente quizá deja de serlo tanto. Años atrás, al comenzar el cancaneo en estos sitios de playa, recuerdo que muchos 'veteranos' del lugar se quejaban de cómo las redes sociales e internet estaban acabando con estos lugares de sexo exprés y morbo, de cómo el público más joven prefería las apps a la aventura de irte a la pinada y ver con quién podías pasar un rato de morbo. Quizá tuvieran razón, porque el bajón de gente año tras año es considerable, pero no es lo único que ha cambiado a la hora de ir de caza en estos lugares. Recuerdo una de aquellas primeras veces en las que Sergio y yo fuimos juntos de caza al Moncayo, sin apenas experiencia, aquellas primeras historias que os empecé a contar en el blog. Recuerdo con total viveza subir andando desde la playa y que en la propia pinada, camino de la vieja Caseta, ya nos ofrecían rabos, en un día de diario a pleno sol. Recuerdo llegar a la caseta y sentirme muy intimidado por la cantidad de hombres de múltiples edades, físicos y procedencias que ofrecían su polla erecta a aquellos dos chavales que empezaban a conocer el cruising. Sin rodeos, sin miramientos, sin contemplaciones. Sabían que estaban allí por una razón y que nosotros no habíamos llegado por casualidad. Ese "ir directo al grano" fue una característica básica del cruising en el que comenzamos Sergio y yo, una caracterísitica que lamentablemente se va perdiendo. Y por ella mucha gente se cansa de ir de cancaneo. Y por eso luego nos quejamos de cada vez va menos gente.

Ahora lo habitual es pasarte eternos minutos de juegos de miradas, de quiero pero no puedo, de ni joder quiero ni joder dejo, de tíos que se encierran en los coches a mirar las apps de ligoteo (¡hacerlo en casa!). Ahora en el Moncayo por las noches puede haber 13 coches aparcados y no encontrarte a nadie paseando. ¿Así queréis ligar? ¿En serio? Esa inmediatez y ese ser directos que eran parte fundamental del ADN del cruising es lo que se va perdiendo y lo que hace a muchos no volver. Por ejemplo, ese chico que sale de trabajar a las 19:00, pasa por el Moncayo a ver si hay suerte, solo tiene unos minutos porque la mujer espera en casa. Da vueltas y vueltas entre gente que da vueltas y vueltas, nadie se decide, el tiempo pasa y hay que marcharse. Tras unas cuantas veces, ese chico que venía siempre, deja de venir. Es normal. Hay que recuperar esa decisión que últimamente tanto falta.

Y quizá fue eso lo que más nos atrajo de él. Aquella noche fresca de agosto me fui con Sergio al Moncayo aprovechando que había luna llena y la visibilidad sería razonable para saber con quién te ibas a un seto a tener un rato de sexo. Muchos debimos de haber pensado lo mismo porque aquella noche el aparcamiento de La Caseta estaba abarrotado. Dejamos el coche en un hueco libre y nos dirigimos al mirador de la vieja casa para contemplar las magníficas vistas de la luna reflejada sobre el mar mediterráneo en asombrosa calma. Él apareció por nuestra izquierda: parecía un chico joven, bajito, moreno de piel, delgado y con una especie de camiseta-chaleco que llevaba una capucha azul que cubría su cabeza. Nos miramos de arriba a abajo y nos invitó a seguirle por el camino habitual. Tres chicos que se meten juntos a la zona de cancaneo es algo morboso y así empezaron a seguirnos con cautela casi todos los hombres que había por allí. Encontramos un lugar algo discreto y seguimos jugando a las miradas como tres animales haciendo el cortejo. El encapuchado se acercó y comenzó a darnos una conversación un tanto típica para pasar a la acción poco después, cuando escuchamos cómo la bragueta de su vaquero se bajaba y mostraba aquella polla de unos 18 centrímos, no muy gorda, depilada, erecta y descapullada. Todo un manjar para nuestra vista y nuestras bocas, que ya estaban salivando:


—¿Os va, tíos? Me mola que me la mamen bien, pero nunca he probado con dos tíos a la vez—dijo.
—Claro tío, te la podemos comer a la vez. Vas a flipar —le contesté.
—Mejor nos vamos al "Ala Este", que aquí estamos rodeados —dijo el chaval riéndose.

Y era cierto. Miramos a nuestro alrededor y estabamos rodeados de tíos a la espera de ver qué íbamos a hacer con aquel chaval que nos enseñaba una polla casi perfecta. Nunca habíamos oído hablar del "ala este" nombrada como tal, pero se trata de la zona a la izquierda de la caseta, en la rampa cementada que baja a la urbanización colindante, hoy en día parte del carril bici. No solíamos hacer nada ahí porque a plena luz del día por la rampa pasan muchos ciclistas y gente haciendo deporte, pero lo cierto es que por las noches resultaba un lugar tan discreto como cualquier otro. El encapuchado nos condujo hasta allí a buen paso y nos llevó a una especie de saloncito rodeado de pinos y cubierto de arena. Sacó el móvil y con la linterna del mismo inspeccionó el suelo antes de bajarse aquellos pantalones pirata-vaqueros:

— Si vais a clavar las rodillas, al menos que no os encontréis con una mierda —dijo.

Nunca lo habíamos pensado, pero tenía toda la razon, se conoce que a él sí le había pasado. Se bajó los pantalones y los calzoncillos a la altura de los tobillos, se apoyó con el culo en el tronco de un pino y masturbánose suavemente para ponérsela bien dura nos animó a acercarnos con una sonrisa de lo más atractiva. Me acerqué a él, me arrodillé y me me metí aquel rabo en la boca, saboreando lentamente todo su contenido, reconociendo el sabor de un jabón conocido que haría poco rato había invadido aquella estaca. El chaval encapuchado gemía con mi mamada lenta y Sergio le subía la camiseta y se la quitaba,
para sobarle el torso. No estaba cachas, pero era un chico delgado un poco fibrado. Y no hay nada que ponga más burro a Sergio que unos abdominales y pectorales marcados, independientemente de lo musculados que estén. El chaval me cogió de la nuca y empezó a marcar el ritmo, le apetecía que fuera más rápido y así lo hice. De vez en cuando comentaba algo del lugar, en ese tono masculino y hablando como los heteros curiosos hablan. Hice a Sergio bajar y arrodillarse y le empezó a mamar la polla, mientras que mi cabeza al otro lado le lamía los huevos por debajo, a la vez. Al chaval se le doblaban las piernas del gusto. Empezamos a compartir aquel rabo como si se tratara de un helado por el que dos se pelean por lamer la última gota de chocolate, dando lengüetazos a aquel capullo bien proporcionado y mentiéndonosla hasta la garganta. Lo que es una auténtica follada doble de boca. 

— Chicos, estoy flipando, me voy a correr —susurró entre gemidos.

Sergio se quitó la camiseta mientras yo le daba los últimos lametazos.

— Córrete en mi pecho, tío —pidió Sergio.

Siempre le había dado morbo la leche, pero nunca le había visto con tanta decisión. Me puse de pie junto al chaval y con una mano le cogí la parte de abajo del culo, y con la otra le sobé el torso suavemente, mientras el se pajeaba con fuerza. Gimió bastante y un potente chorro de leche impactó contra el torso de Sergio, en al menos 3 fogonazos distintos. Sergio se bajó la bragueta, se sacó la polla y se cascó una paja allí mismo corriéndose en apenas dos minutos. Le miré con cara de profe cabreado y aún en la oscuridad pude apreciar cómo sus mejillas se sonrosaban. Nos limpiamos y nos quedamos un rato de charla. El chaval se presentó como Mario. No me lo podía creer. Otro Mario en nuestras vidas, pollón, buenorro y esta vez joven. Dijo ser de Murcia, pero el "agur" que dijo al despedirse y el leve acento del norte, le delataron. Quedamos en vernos otro día, pensando que los 3 ya nos marchábamos. 

Sin embargo, tenía ganas de más. El chaval se subió hacia el aparcamiento, mientras Sergio se vestía y yo me sentaba para estirar las piernas, que se me habían quedado un poco contraídas. Volvimos a subir unos diez minutos después y quedaban ya la mitad de coches. Queríamos seguir yendo de caza, pero lo cierto es que las presas que quedaban no eran de nuestro gusto. Dimos vueltas para un lado y para otro. Tras unos minutos, y para nuestra sorpresa, vimos al encapuchado a lo lejos paseando y buscando. Lo respetamos, pero al ver que pasaba el tiempo y ninguno de los tres parecía encontrar nada interesante, me acerqué a charlar con él:

— ¿Qué pasa tío, que la mamada no ha sido suficiente? —le dije, sonriendo.
— Buah tío, claro que sí, pero es el morbo... y que hacía días que no me corría. Podría volver a correrme...—me dijo, sin terminar la frase.
— ¿Y qué quieres hacer? ¿Follar? —propuse.
— Es que un trío me supera tío, me cuesta asimilarlo y más aquí, que es súper incómodo... Me molaría que me la volviérais a mamar, pero esta vez yo tumbado —propuso.

Miré a Sergio y con su sonrisa de oreja a oreja fue suficiente confirmación. Esta vez no nos llevó al ala este, porque estábamos lejos, así que nosotros le dirijimos a un sitio que considerábamos "nuestro", por la de veces que lo usábamos. Extendió una sudadera y toda la ropa que se quitó y se tumbó boca arriba, de piernas abiertas. Sergio y yo nos quitamos la camiseta y nos arrodillamos junto a él, que ya nos ofrecía la polla bien dura de nuevo. Se la volvimos a mamar durante un rato: polla y huevos. Y aprovechando que Sergio estaba encantado con aquel rabo, quise probar suerte y ver si dejaba a mi lengua, ocupada lamiendo sus pelotas, bajar lentamente hasta el culo...

— Tío... el culo otro día y casi que os lo como yo, soy activo...—dijo, de buen rollo, cogiéndome de la cabeza y dirigiéndola a su polla, para que reanudara la pelea con Sergio, que era lo que ponía. 

Esta vez la mamada duró más, pero se acabó corriendo sobre sí mismo con sorprendente abundancia para ser la segunda vez en poco rato. Cuando se hubo limpiado y se empezaba a vestir, me giré, me bajé el pantalón y me empecé a pajear porque no aguantaba más.

— Espera, tío... —dijo el encapuchado.

Su mano apareció por mi derecha, me cogió de la polla y me hizo una paja hasta que me corrí.

— No me va mamarla, pero una paja si que os hago, tíos —dijo, con una sonrisa.

Subimos con dificultad, por la postura de las piernas, al aparcamiento y nos despedimos quedando para el día siguiente sobre la misma ahora. Le había encantado nuestras bocas y nosotros estábamos más que satisfechos con su rabo, siempre duro, grande y lefero. 

Se despidió en su coche azul y se marchó. Volvimos a verle al día siguiente, pero eso ya es otra historia.

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¡¡Felices fiestas a todos!! Que tengáis una excelente salida y entrada en 2016. 

Marcos, Sergio y Dani.

7 de diciembre de 2015

PREGUNTAS Y RESPUESTAS. PRIMERA EDICIÓN.

Aquí tenéis las respuestas a todas las preguntas recibidas en los comentarios de la anterior entrada y por correo electrónico. Por supuesto, podéis comentar lo que queráis para aclarar, que responderemos en comentarios.

1. ¿Las zonas de Alicante que mencionas son reales, quiero decir, realmente se liga en ellas?
- Claro que sí. Son zonas en las que lleva habiendo movimiento desde hace décadas, buscando por ahí verás que este no es el único blog que habla de ellas. En varias entradas tienes explicaciones bastante detalladas:

- Cruising en el Rebollo.
- Crusing en el Moncayo.
- Crusing en Carabassí.

2. ¿Eres tú el único autor del blog?
- Si te refieres a quien escribe todas las entradas, sí, soy yo. Pero tengo que decir que antes de publicarse, todas las historias son leídas por Sergio y Dani, quienes añaden cosas, quitan otras o me dan sugerencias. El objetivo de esto es dotar a las historias de más detalle y objetividad.

3. ¿Existe alguna periodicidad concreta para publicar las historias? ¡Recuerdo que en los comienzos actualizabas hasta tres veces por semana!
- Sí, existe. Los retrasos en los plazos se deben a que, como dije en la pregunta anterior, las historias pasan por varios filtros antes de publicarlas y en ocasiones estamos más ocupados y no se puede actualizar tanto como nos gustaría.

4. ¿Contarás más experiencias del insti, las pajas y mamadas con amigos o compañeros de clase?
- Claro. Aunque ya están la mayoría de historias de mi adolescencia contadas, aún queda alguna por contar. 

5. Motivos de no mencionar los nombres reales. ¿Qué más da que me digas que has follado con Manolo si no le voy a conocer aunque le llames Borja?
- Pues por eso mismo... ¿qué más da? Prefiero hacerlo por un tema de privacidad, el mundo es un pañuelo y a veces con tanto detalle, un nombre real podría hacer saltar la chispa en una pareja celosa que busque por internet... La privacidad ante todo.

6. Sergio. La imagen que se tiene de ti es la del fiel escudero que siempre espera o también un perrito faldero con poca personalidad. ¿Cuál es la realidad?
- No me gustan ninguna de las dos descripciones, pero me quedaría con la primera. Esperando a Marcos podría ser el título de mi historia jejeje. Quizá no tenga un carácter tan fuerte como el suyo, pero considero que mi personalidad está muy definida. 

7. ¿Existís en la vida real o estamos ante personajes creados que viven sus aventuras en lugares reales?
- Existimos, claro que sí. Este blog podría ser fácilmente una biografía de la parte más oscura y erótica de nuestras vidas.

8. Dani. A veces leyendo parece que el trío es Marcos y Sergio y luego en el fondo está Dani. ¿Nunca te has sentido excluído de este trio que formáis?
- No se si ya se ha contado en el blog, pero a mi me jodió mucho en su día la unión de Sergio y Marcos. Cuando me encontré con Marcos hace ya años en el paseo marítimo y retomamos nuestra relación, ardía en deseos de tirármelo... Marcos había cambiado mucho, aunque siempre fue guapo. Fui yo quien le presenté a Sergio y el resto está escrito ya... Después comprendí que en nuestro trío sexual entre ellos había una química sexual muy fuerte que conmigo funcionaba al hacer los tríos; por separado, o con Marcos o con Sergio, he tenido historias muy buenas, pero no tan intensas como cuando nos lo montamos los tres. Excluido nunca, son 2 tíos que quiero a mi lado el resto de mi vida (qué bonito ha quedado jaja). 

9. ¿Por qué decidiste empezar el blog por orden cronológico y no contando las historias más actuales?
- Porque la perspectiva del tiempo te hace recordar y narrar las cosas desde un punto de vista mucho más objetivo y real.

10. Marcos soy de los que piensan que siempre tira más la canela que la pimienta. Tu te defines como versátil, pero a mi me dan más morbo tus historias como pasivazo. ¿Cómo disfrutas del sexo? ¿Dando o recibiendo? ¿Cómo te corres antes? ¿Qué te la pone más dura? ¡Mójate!
- Pues es que el hecho de ser versátil total implica que puedo disfrutar tanto de una cosa como de la otra. Como he dicho muchas veces, lo fundamental para mi es el morbo que un tío me produzca y su habilidad al follar. Lo que me la pone bien dura es eso: el tío que tenga enfrente y el fuego que surja entre ambos. Me suelo correr antes cuando hago de pasivo y me dan bien, como activo tengo algo más de aguante y mejor control. 

11. ¿Cuánto te mide la polla? ¿Es el tamaño importante?
- Alrededor de 17 (reales, ¿eh? :P). Importante depende para quién y para qué, es algo subjetivo. Para mí sí lo es en el sexo por sexo, siempre me atrajeron las pollas grandes y fue uno de los motivos por el que empecé en el cancaneo. Se me corta el rollo cuando un tío del que voy detrás me enseña una polla de menos de 14-15. Si hablamos de pareja, sería distinto, no importaría tanto el cuánto, sino el cómo.

12. Por la descripción que tenemos de ti, eres un chico marcadito, con buen tipo, según parece guapo y con carácter. ¿Cuándo vas de cruising buscas solo similares? ¿Eres de esos que van de estirados y miran por encima del hombro por estar buenos?
- No. Cuando empecé en el cruising estaba más o menos como en la antigua foto de perfil, ahora estoy más marcado, como en la actual. Por supuesto que me ponen burro los tíos con buen cuerpo, pero hay varias historias en el blog con tíos normales, gorditos, maduros... A fin de cuentas, lo que más importa es el morbo.


13. Marcos: ¿me reconoces que eres un chulo? Ya hace tiempo que tengo ese concepto de ti. "Por sus hechos y palabras los reconoceréis". Eres bastante despectivo con los tíos que no son pollones, ¿verdad? Saluditos.
- Quienes mejor me pueden calificar son mis amigos y las personas que me conocen bien. Dicho esto, no me considero chulo. Sí tengo una personalidad marcada, las ideas claras y un carácter fuerte, suelo decir las cosas claras, sin tibiezas y quizá sea eso lo que se tome como chulería.  ¿Despectivo? Nunca. Ante todo trato de mantener la educación y el respeto hacia los demás, siempre que me lo tengan a mi también. 

14. Seguía un blog que comenzó a la vez que el tuyo y que ahora está inactivo. Hablé con su creador cuando cerró y me dijo que pensaba que todas tus historias eran falsas, que ibas de súper héroe gay por la vida, que eras el Brian Kinney de Queer As Folk y que no tenías credibilidad. ¿Celos por tener tú más éxito, o realidad?
- Las historias son 100% reales, no hay ni una sola de ellas inventada. Y creo que el detalle tan amplio que doy de todo es la prueba, ya que se puede comprobar. Decidí crear el blog para compartir mis experiencias, porque no había blogs de experiencias de estas zonas y el objetivo siempre fue mantenerlo abierto mientras pueda contar historias reales. El día que me vea obligado a inventar, me despediré de todos vosotros y lo pasaré a otras manos. No eres el primero que me habla de esos comentarios y bueno, debe ser que jode que haya tenido buenas experiencias, pero hay varios testimonios en comentarios del blog que atestiguan que es real. No se puede gustar a todo el mundo...

15. Marcos. Se cuenta y se rumorea que has tenido varias movidas dentro de la pineda del Rebollo, que a veces se te va el carácter de las manos y que has dado hostias dentro. ¿Verdad o rumores? Si es verdad, ¿puedes detallar qué pasó? Y si es rumor, ¿de dónde crees que sale?
- Mitad verdad, mitad rumor. Me explico. He tenido dos problemas en El Rebollo por personas plastas a las que les dices que no una, dos y hasta tres veces de buenas maneras y siguen insistiendo. Con uno de ellos, al que ya le dedicaré historia, tuve un enfrentamiento grande dentro por insistir y por luego ir contando cosas que no eran verdad, no le di, pero reconozco que estuve cerca. El otro fue un señor muy típico de la pinada que empezó a sobarme el cuerpo, le dije que no, más tarde estando follando me sobó el culo e intentó meterme un dedo, le rechacé... así unas pocas de veces. La última vez me agarró del paquete y me dijo: "los chavales como tu tenéis que colaborar un poco con maduros como yo, que también tenemos derecho a comernos una buena polla joven, así que venga, bájate el slip y déjame probarla, joder, que mira que os hacéis de rogar". Le aparté con un empujón suave, se acercó, y sonriendo trató de meterme la mano por debajo del bañador y me dijo que me daba 50€ por dejarme hacer, y le di una leche en la cara. No le hice mucho, pero la sangre es escandalosa... Desde ese día, cada vez que me ve, se da la vuelta. No estuvo bien lo que hice, lo se, pero me hartó tanto que tuve que poner fin. 

16. ¿Qué relación te une a día de hoy con Sergio y Dani?
- Siguen siendo mis mejores amigos y folla-amigos. 

17. ¿Qué edades tenéis en el blog y en la vida real?
- La misma en ambos casos, con la salvedad de que el blog va varios años atrás. Más de 25 y menos de 30.

18. ¿Cuántos años recogen tus historias?
- Pues... con exactitud me es difícil decirte, pero diría que de los últimos 6 o 7 años hasta el presente. Quizá alguna historia sea más antigua. 

19. ¿Te has contagiado de alguna ETS? ¿No tenéis miedo a coger VIH con tanto folleteo?
- Sí a la primera, los tres hemos tenido algún sustillo con las ETS, de hecho en el blog se narra una experiencia de Sergio. Curiosamente en los tres casos fue por dejarnos chupar la polla. Sí, el sexo oral también tiene sus riesgos. Afortunadamente, antibiótico, abstinencia temporal y como nuevos. De VIH nos examinamos todos los meses de diciembre y junio, es decir, cada 6 meses. Solo follamos a pelo entre los tres amigos, con otros, siempre con condón.

20. Narras algunas experiencias donde se practica penetración sin protección. ¿No te parece inconsciente e irresponsable por tu parte?
- Me parece la pura realidad. Por supuesto que soy el máximo defensor de usar protección cuando se folla, pero con Sergio y Dani alcancé un pacto de poder disfrutar del sexo a pelo entre nosotros a condición de siempre y sin excusas usar condón con otros tíos. Sólo he roto el pacto dos veces y en circunstancias comprensibles, de las que me arrepiento. De los errores se aprende. Lo que es una pena es que los chavales de 18 años te pidan en el Rebollo follar a pelo o no follar, mi respuesta siempre es NO.

21. ¿Crees que en algún momento algún tío te quitará las ganas de volver de cruising definitivamente, a base de pollazos bien dados? ¿Ese maromo tendría que ser el típico heterazo rompeculos?
- Quién sabe tío. Aprendí hace tiempo a desechar el adverbio "nunca" de mi vocabulario. Siempre he dicho que para buen sexo con desconocidos me ponen muy burro los tíos masculinos, heteros, pseudoheteros. Pero creo que para una pareja es diferente, que hay más cosas aparte de eso. Me agobio solo de pensarlo, también te lo digo. Creo que si algún día vuelvo a tener pareja seria, tendría que entender mi mundo y todo lo que supone, y aceptarlo. No podré prometer eso de "nunca más haré cruising ahora que estamos juntos". 

22. ¿Qué de bueno y qué de malo te ha traído el blog? ¿Esperabas una recepción tan buena?
- Para nada, de hecho cuando lo comencé en septiembre de 2013 con más de 25 historias ya escritas, pensé que no llegaría a publicarlas todas. De bueno: conocer otras opiniones, otros blogueros que me han acogido muy bien, intercambio de experiencias, los comentarios, promocionar estas zonas de cruising. De malo: que me pregunten frecuentemente si soy "Marcos, el del blog", que me escriban e-mails personas que se quejan porque les confunden conmigo o con mis amigos; haber quedado y conocido a gente sólo interesada en follar conmigo cuando, en principio, quedaban por otros pretextos.

23. Publicaste una o dos historias de quedadas con algún lector del blog, es decir, historias actuales. ¿Habrá más? ¿Sigues quedando con seguidores?
- Habrá más. Y no, no sigo quedando con seguidores, lo siento mucho. Habré quedado con 6 o 7 que solo querían "tomarse un café y charlar" y todos me acababan haciendo proposiciones o entrándome. Entiendo que es el precio a pagar por lo que cuento en el blog, pero al menos, sed claros y decirme por qué queréis realmente conocerme, no pasa nada por ser sinceros, también lo seré. Yo siempre hago la misma pregunta cuando alguien me pide quedar por e-mail: si yo fuera gordito, calvo, bajito y feo, ¿también querrías quedar? Según la respuesta, me pienso si quedo o no.

24. Marcos y Dani. ¿Cómo os conocistéis y qué pasó en vuestro grupo para que la relación fuera casi inexistente hasta que os vistéis en Alicante?
-  Lamento que nuestra respuesta aquí no pueda ser muy extensa, ya que lo que preguntas se explicará en blog en futuras entradas. Dani y yo formábamos parte de un mismo grupo de amigos que se creó como unión de dos grupos que se habían separado. Es decir, el grupo con el que yo (Marcos) salía, se fue haciendo más pequeño y una amiga del grupo conocía a otro grupo al que le pasaba lo mismo, y tras quedar varias veces ambos grupos se unieron. Y ahí venía Dani. Nuestra relación entonces era de saludarnos siempre, preguntarnos qué tal, pero todo así muy general. No podría decirte un motivo concreto por el que nuestra relación entonces no fuera a más. Por otra parte, Dani cree que el hecho de que yo tuviera novio entonces y bebiera los vientos por el, me quitaba mucho de profundizar en relaciones con otros chicos. Más adelante en el blog podrás saber más.

25. ¿Dónde queda la parte sentimental de Marcos? ¿Nunca se ha enamorado? ¿Nunca ha tenido una relación seria?
- La parte sentimental existe, pero buena parte de mi comportamiento está coindicionado por ella. Las únicas 2 relaciones serias que he tenido, previas al cruising, salieron mal por circunstancias que ya contaré y creo que mi comportamiento de estos últimos años está debido a esas 2 experiencias, más las vividas en la adolescencia, que ya han sido contadas muchas.  


¡GRACIAS A TODOS POR PARTICIPAR EN ESTE PRIMER 'PREGUNTAS Y RESPUESTAS'!


1 de diciembre de 2015

TÚ HACES LA SIGUIENTE ENTRADA: ENVÍA TUS PREGUNTAS.

Para celebrar las más de 300,000 visitas del blog y sus más de 2 años de vida, hemos decidido someternos a vosotros, en el más sentido estricto de la palabra.

¿Hay algo que siempre hayas querido saber sobre nosotros? ¿Qué nos dirías o preguntarías si nos tuvieras cara a cara? Marcos, Dani y Sergio responden a todo públicamente.

Pregunta lo que quieras, nuestro compromiso es responder a todas las preguntas sin censura. ¿Quieres aclarar algo de alguna historia publicada? ¿Tener más detalles? ¿Aspectos de nuestra peculiar relación? ¡Aprovecha!

¿Cómo?

- Anónimamente. Deja un comentario anónimo en esta entrada con tu pregunta, diciendo claramente a quién de los tres va dirigida.

- Con tu nick/nombre. Déjanos un comentario normal y corriente, como en el resto de entradas del blog.

- Por privado. Envia un e-mail a diariodecruising@gmail.com indicando en el asunto "Pregunta".

El plazo es de una semana. ¡No dejes pasar la oportunidad de saber cualquier cosa que te intrigue!

25 de noviembre de 2015

CAPÍTULO 135: DOS CHICOS Y UN AGUJERO

He de confesaros que el porno ha jugado una parte importante en mi vida, sí, ahora está muy de moda renegar de ello, hacer como si no existiera. Me recuerda mucho a esas personas que cogen el tren cada mañana camino del trabajo y en medio de la conversación uno de ellos se decide a preguntar: ¿vistéis Gran Hermano anoche? Normalmente la respuesta, salvo entre adolescentes, suele ser: "¡uy! qué va, yo esas cosas no las veo". Sin embargo, la conversación sigue y si prestas atención te darás cuenta de que esas personas que dicen no ver jamás ese tipo de programas se conocen, seguramente, el nombre de todos los concursantes; por no mencionar las audiencias, que indican todo lo contrario. Pues bien, con el porno es lo mismo. Nadie admite verlo, pero las páginas web de su temática son las más visitadas, con diferencia, en todos los países. 

Casi desde que me instalaron internet teniendo alrededor de 14 o 15 años recuerdo que aparte de los programas mensajería instantánea, el correo electrónico y otras cosas básicas, una de las primeras cosas que busqué fueron videos porno gay. En mi casa había películas eróticas hetero, de estas que regalaban con una conocida revista, convenientemente escondidas; o eso se pensaban mis padres. Fueron mi primer contacto con el mundo del porno: cuando me quedaba solo en casa ponía una de esas cintas y me pajeaba deseando ser yo quien se comía ese gran rabo en vez de la chica pechugona de la película. Me corría y después de limpiarme guardaba corriendo la cinta en su escondite, asegurándome previamente de dejarla rebobinada, para no levantar sospechas. Internet lo cambió todo. Simplemente tenía que esperar a que mis padres se acostaran para poner la página que usaba entonces y dar rienda suelta a mi mano.

Aquella mañana de agosto estaba en mi habitación de la casa de la playa respondiendo unos e-mails en el portátil, ya desde primera hora de la mañana hacía bastante bochorno y como mi habitación da a un patio interior no hay mucha corriente en días como aquel. Respondía un e-mail con concentración cuando empecé a escuchar gemidos en la distancia. Rápidamente comprobé si es que tenía abierta alguna web de estas de publicidad, pero no, no era de mi ordenador de donde procedían aquellos gemidos. Venían del patio y cada vez se escuchaban más altos, para más inri, los gemidos eran únicamente de hombres. Asomé la cabeza por la venta y pude identificar que el sonido procedía de los pisos superiores. En ese momento, con la cabeza fuera, entró mi madre en la habitación:

- Marcos, hijo, ¿qué es lo que se oye? -preguntó mi madre con cierto apuro.

Estoy casi convencido de que pensaba que esos gemidos procedían de mi habitación, no porque nunca me hubieran pillado viendo porno, sino porque solo se escuchaban hombres.

- Joder mamá, me has asustado -dije metiendo la cabeza en la habitación.

Lo cierto es que la ventana de la cocina también daba al patio y por eso se había dado cuenta.

- Algún vecino se lo está pasando bien, ¿no? -dijo mi madre, ya con media sonrisa, marchándose de nuevo. 

No se si mi madre pensaba lo mismo que yo, pero tenía claro de dónde procedía el sonido. De casa de Óscar, estaba claro. Era de su habitación de donde venía el jaleo, así que le puse un whatsapp sacando de nuevo la cabeza por la ventana: ¿qué tal la pajilla? A ver si te corres ya. A los 30 o 40 segundos el ruido cesó y Óscar sacó tímidamente la cabeza por la ventana de la habitación, me sonrió y me contestó: ¿tanto se oía?

Durante los últimos días en los que había subido a darle clase no había pasado nada entre nosotros porque su madre no nos quitaba ojo, pero ese día, el día del porno a todo volumen, Óscar me dijo que se había quedado solo en casa durante 5 días. Era la primera vez en años que se quedaba solo y sus padres no nos pedían que hiciéramos de canguro. Sí, Óscar era ya mayor de edad, pero esa no era la razón por la que sus padres no nos decían nada. Tuvimos una conversación bastante calentorra por el Whatsapp, Óscar tenía unas ganas de follar increíbles y me empezó a calentar contándome algunas escenas de pelis porno que veía que le gustaría hacer conmigo y con Sergio o Dani, le daba igual cual de los otros dos fuera. Me la había conseguido poner dura, no ya solo por lo que contaba, sino porque no es ningún secreto que a mi Óscar me ponía muchísimo... 

- Bueno, déjate de tonterías que tengo el rabo que me va a estallar. Simplemente dime cuándo -le escribí.
- ¿Cuándo qué? -contestó.
- Cuando probamos a meterte dos rabos por tu culito -respondí.

Sí, esa era la fantasía oculta de Óscar. Esos eran los vídeos que veía continuamente. Como un tío pasivo era capaz de cabalgar dos rabos a la vez, cómo un tío pasivo servía de relleno de sandwich entre dos activos que le metían sus pollas a la vez. Algo que en mi caso ya había intentando con Sergio anteriormente y no había salido bien. Óscar estaba convencido, así que ahora tocaba convencer a Dani. Sí. Óscar quería dos buenos activos y aunque Sergio hubiera sido la primera opción, sus dotes de activo eran limitadas, puesto que el se definía como pasivo, vamos, que si había que meterla la metía, pero prefería ser él quien pusiera el culo de disfrute. Lo hablé con los dos, para no causar enfados, y a Sergio no le hizo mucha gracia. Siempre le tuvo tirria y un poco de manía a Óscar, a pesar de que en los últimos encuentros que habíamos tenido los 4 habían congeniado. Sergio siempre supo que Óscar me ponía muy burro ("lo veo en tus ojos", decía) y en cierta parte tenía celos, pero la forma en la que a mí me ponía Sergio era mucho más intensa, claro que por entonces yo no le decía nada.

Óscar había propuesto quedar en tres días. Cuando sabía que quedaba con antelación para pasar una buena noche de sexo me gustaba prepararme a conciencia y eso suponía que en esos tres días tenía que hacer lo imposible por no pajearme ni follar con nadie. Me gustaba reservarme para esas buenas ocasiones, ya que me proporcionaba más deseo y más morbo aún. Además, había echado un polvo con Sergio la noche anterior y me encontraba muy capaz de aguantar tres días sin nada. Tan sólo tenía que depilarme los huevos y el culo, el resto del cuerpo estaba listo. Para tener la cabeza entretenida esos tres días desconecté las apps y me iba a hacer deporte, un poco más del habitual: running por la playa dos veces al día y nadar en la pisicna municipal todas las mañanas. Con el deporte se mantiene la cabeza más despejada. Claro que, era difícil continuar así cuando tenías a un niñato como Óscar mandándote fotos al móvil de cómo se estaba preparando para "la gran noche"...

Esa noche llegó rápidamente. Hice el paripé de arreglarme como si fuera a salir de fiesta, avisando en casa de que llegaría, seguramente, por la mañana. Tenía confianza con mis padres, pero no tanta para decirles que me iba a pasar la noche en casa de Óscar, en el mismo edificio, y con los 'antecedentes' que teníamos. Esperé a que Dani llamara al telefonillo, respondí con "ahora bajo", que en realidad significaba "sube". Me asomé a la ventana de la cocina y vi que Óscar había cerrado la ventana y bajado la persiana. Perfecto. 

Al entrar a su casa nos dimos cuenta de que el niñato se había currado mucho lo que allí iba a pasar. Había poca luz, estaban todas las ventanas y persianas cerradas, el aire acondicionado puesto a una temperatura agradable y las pocas lámparas que había encendidas estaban cubiertas con una rudimentaria tela roja que, sin embargo, daba un ambiente oscuro y a su vez embriagador a la casa. Antes de terminar de cruzar el pasillo que conducía al salón encontramos una nota en un post-it amarillo que decía que allí habríamos de quitarnos la ropa ya que el dress-code solo permitía seguir avanzando en calzoncillos. Fijo que Óscar había visto esto en alguna de las pelis porno que veía... Dani y yo intercambiábamos miradas de incredulidad, pero bueno, tratamos de meternos en aquello lo mejor que pudimos. Nos desnudamos entre las estrecheces de aquel pasillo y dejamos nuestras ropas tiradas en el suelo. No se si por las ganas de sexo o qué, pero me quedé unos segundos contemplando a Dani allí frente a mí en calzoncillos tipo slip, con la luz roja reflejándose en ese bronceado de ensueño que siempre conseguía, con su pelo rubio y su cuerpo fibrado... Tanto que se me acabó poniendo morcillona, le miré a los ojos y también le descubrí mirando mi cuerpo a la par que se llevaba la mano al paquete para apretárselo. Nuestras miradas coincidieron y se dibujó una tímida sonrisa en nuestras caras. Me pregunté por qué Dani yo no follábamos más, si estaba claro que siempre había habido una atracción, pero la voz de Óscar nos llamó y salimos de nuestro embobamiento pasajero.

A pesar de que esperábamos encontrarle en el salón, tuvimos que atravesarlo porque no había ni rastro de él por allí. Seguimos avanzando y le encontramos en la habitación de sus padres: había quitado todas las fotos que adornaban la estancia, así como descolgado los crucifijos e imágenes religiosas que su madre tenía colgadas en el cabecero. Óscar nos esperaba en la cama de matrimonio, rodeada por dos mesillas con dos velas redondas encendidas en cada una de ellas que otorgaban la luz necesaria para ver lo imprescindible. En la mesilla derecha, además, había un importante consolador, un tarro de lubricante tipo hospital, un pequeño bote oscuro con el símbolo de un rayo y parecido a los antiguos botes de mercromina, y una caja de condones. Me sorprendió ver los condones, porque podríamos decir que follar con Óscar se había convertido en parte del pacto que teníamos los tres, pero bueno, no cabe duda de que así sería más seguro. Óscar esperaba allí totalmente desnudo y empalmado, boca arriba, con las piernas flexionadas dejándonos ver bien sus huevos y el agujero ya dilatado que estaba debajo. Hicimos algún comentario jocoso e inmediatamente nos quitamos los calzoncillos y saltamos a la cama, rodeando a Óscar uno por cada lado. El niñato estaba desatado: empezó a comernos la boca con desenfreno y a sobarnos las pollas con sus manos hasta conseguir que las tuviéramos bien duras. Aquel desenfreno nos contagió y me sumergí en esa sensación que a veces tengo cuando follo de estar en una especie de ensoñación y desconectar totalmente del mundo real. Lenguas por allí y por allá, jadeos constantes, sobes de pollas, huevos y culos, olor a sudor y sexo, miradas perdidas... Y ya por aquel momento tenía tres dedos dentro del culo de Óscar, que mamaba la polla de Dani como niño que come su primer helado. Aquel culo estaba mucho más dilatado de como yo lo recordaba y caí en la cuenta del consolador que descansaba en una de las mesillas, seguro que había estado "entrenando". Óscar se incorporó y me tumbó boca arriba, con cierta dominación y fuerza que me sorprendió. Se montó sobre mi rabo y se tumbo sobre mi como un gatito dócil para comerme la boca y restregar su ojete por mi rabo y mis huevos. Dani se colocó sobre mis piernas, detrás de Óscar y cogiendo el bote de lubricante comenzó a comerle el culo, meterle dedos y pajearme a mi con suavidad... 

- Bajad el ritmo, tíos... que llevo 3 días sin correrme y quiero aguantar... -susurré.

Óscar me miro, sonrió y siguió comiéndome la boca, ahora ya más suavemente, tomando aire para jadear debido a la comida de culo que le estaba haciendo Dani, para pringárselo con lubricante después. En ese momento, Óscar alargó el brazo y cogió los dos condones para lanzárselos a Dani. Escuchaba cómo Dani los rompía con los dientes y  cogía mi rabo con fuerza, limpiaba el líquido preseminal llevándoselo a la boca y deslizaba con delicadeza el condón sobre mi polla. Dani agarró a Óscar de la cintura, por encima del culo, cogió mi rabo y lo fue introduciendo poco a poco hasta que Óscar se sentó completamente en el tras un leve suspiro. Empezó a cabalgarme lentamente, mientras yo controlaba la respiración al máximo y me concentraba para no correrme anticipadamente. Oía cómo Dani se ponía el condón y cogía de la mesilla el bote tipo mercromina, que le pasó a Óscar. Con cuidado para que no se saliera mi rabo de su culo, Óscar se tumbó de nuevo sobre mi para comerme la boca un poco, mientras Dani trataba de introducir su rabo por el mismo agujero que ocupaba el mío. En ese momento, justo cuando la punta de la polla de Dani quería hacerse hueco, Óscar destapó el tarro y se lo llevó a la nariz aborbiendo profundamente. Recuerdo que durante unos pocos segundos se le perdió la mirada y se dibujó en su cara una pequeña mueca de relajación. Claro, eran poppers. Dani hizo fuerza y noté como su polla se deslizaba sobre la mía y una sensación de rasgado que provocó un chillido por parte de Óscar. Dani se detuvo sin mover el rabo, Óscar volvió a esnifar de aquel tarro y Dani continuó muy muy lentamente metiendo su rabo. Así, unas cuantas veces hasta que Dani jady Óscar volvió a chillar. Pero ya tenía las dos pollas dentro. Se le caían las lágrimas al chaval, pero nos pidió no parar. Nos resultó muy difícil follarle a la vez, era casi imposible encontrar un ritmo adecuado para los tres, así que era Óscar el que movía el culo pausadamente haciendo que nuestras pollas se rozaran dentro de aquella estrecha cavidad. En ese momento noté que algo caliente inundaba mi abdomen, miré a Óscar y su cara de felicidad me confirmaba que se acababa de correr sin tocarse si quiera. Dani, que también se dio cuenta, pues chorreaba por un lateral de la cantidad, tomó el mando y empezó a bombear lentamente. Yo empecé a jadear con intensidad, Dani también y Óscar se enganchó a mi cuello. Me corrí sin remedio y Dani me siguió más o menos cuando yo expulsaba las últimas gotitas. Siempre había tenido más aguante que yo.

Los tres chorreábamos sudor. Dani sacó su polla con cuidado, pero a Óscar le dolía, y le dolió más cuando saqué yo la mía. Decía que no podía moverse, así que entre los dos le tumbamos boca arriba en la cama. Dani y yo nos fuimos al baño a limpiarnos y comentamos el morbazo de aquello, ya que era la primera vez que conseguíamos hacer una doble penetración. Volvimos a la habitación con papel higiénico y toallitas. Dani empezó a recoger y yo me quedé limpiando a Óscar, que seguía con una cara de relax total, pero sin moverse.

- Marcos -me llamó Dani.

Me acerqué al quicio de la puerta y me enseñó los condones ensangrentados, nada exagerado, pero aquello era sangre. Me acerqué a Óscar sin decirle nada, con la excusa de limpiarle y me alivié al ver que su culo no estaba echando sangre, tan solo alguna gotita cuando pasaba el papel... 

Cogí una toalla grande, la puse en el sofá del salón y entre Dani y yo llevamos a Óscar allí, que se quedó sobado inmediatamente. Dani y yo empezamos a recoger todo aquello en silencio, ya en calzoncillos, y puse una lavadora con las sábanas, quité todas las velas, retiramos todas las telas rojas, nos cogimos una cerveza y nos quedamos en el otro sofá comentando lo que había pasado, mientras Óscar dormía.

Seguíamos hablando al terminar la cerveza, recordando la sensación de nuestros rabos juntos en el culo del chaval y me fijé en que Dani la tenía dura, me acerqué más a él y le empecé a sobar el paquete, lo que provocó que se me pusiera dura a mi también. Nos bajamos los calzoncillos y allí, medio sentados en el sofá, comenzamos a pajearnos el uno al otro jadeándonos dado la cercanía de nuestras bocas y mirando como la mano del otro pajeaba nuestro rabo.   Dani empezó a gemir diciendo: "oh, tío, sí, joder", cerró los ojos y se corrió en mi mano, al minuto después era yo el que se corría en la suya.

- ¿En serio? -se oyó una voz ronca.

Miramos a Óscar, que nos contemplaba, y nos echamos a reír los tres.