Si bien es cierto que el polvo con el latino de aquel miércoles me dejó bastante satisfecho (me pasé la tarde de relax en la playa sin volver a pasar a la pinada, ni con ganas de hacerlo), fue una noche en la que no dormí nada bien. No hacía demasiado calor, tampoco había ninguna idea que me atormentara, no pensaba en nada en concreto, ni había ruidos exagerados en la calle que perturbaran mi descanso. Simplemente estaba caliente. Cada vez que lograba conciliar el sueño, me despertaba veinte o treinta minutos después completamente desnudo en la cama y con la polla tiesa, restregándome contra las sábanas. De nuevo me subía los calzoncillos y pasados un par de horas volvía repetir la misma situación, despertándome bañado en sudor, con un par de dedos dentro del ojete y con unas ganas tremendas de volver a follar. O de que me follaran. Lo que fuera. Pero tenía ganas y no había forma de decirle a mi polla que se bajara.
El reloj marcaba las seis de la mañana, era de noche y lo
único que veía era el reflejo amarillo de las farolas de la calle en las paredes de mi habitación. Con ese calentón solo
me quedaban dos opciones: o me cascaba un buen pajote o intentaba buscar tema
rápido. La segunda opción fue la ganadora, aunque siempre es la más arriesgada, habida cuenta de que cada vez es más difícil quedar o dar con gente sincera. Abrí el Grindr, había poca gente en línea, tenía puesta de
perfil una foto de torso, y a los pocos segundos me abría conversación un tío
que estaba a unos ocho kilómetros de distancia. Desde luego, si se trataba del
tío de la foto me iba de casa pero ya. No obstante, quise conversar un poco de
las cosas típicas que se preguntan en el Grindr cuando uno quiere follar y
quiere hacerlo ya. El tío en cuestión me decía que estaba en Torrevieja con la
mujer, pero que pasaría en el coche por mi pueblo camino del curro con tiempo de pasar un rato
de morbo en un lugar discreto, porque pasaba de meterse en casas que no
conocía. Tampoco es que le fuera a ofrecer la mía. Sin pedírselo me mandó fotos de rabo, culo y cuerpo. Todo
absolutamente espectacular. Un tío de 35 años con cuerpazo, pollón y culo de
estos que parecen un melocotón redondo y bien apretado. Además, tenía una cara de macarra y malote, con
patillas, pelo de punta, cordón grueso de plata al cuello y una chaqueta blazer abierta
que me estaban poniendo malo. O se trataba de un pajillero que me estaba
vacilando o era real.
Al preguntarle lo que buscaba, no concretó demasiado y
eso me hizo desconfiar. Fue una respuesta del tipo: "busco morbo, lo que
sea, comer polla, que me follen, morbo del bueno". Le insistí un
poco más y no le moló, hasta el punto que me dijo que o quedábamos o seguía
buscando, que se le iba el tiempo y que no buscaba encuentros de solo cinco minutos. Lo cierto es que no tenía nada que perder,
estando de vacaciones si me salía rana tampoco era un tiempo perdido, porque
total iba a venir a buscarme en su coche a la vuelta de la esquina de casa. Le
dije que sí, que me diera un cuarto de hora para ducharme y listo, que más o
menos era lo que él iba a tardar en llegar. Me pidió, a modo de fetichismo, que
llevara pantalones de chándal de algodón largos y una sudadera de cremallera sin nada debajo.
Como dije antes, se trataba de una noche más fresca de lo habitual para las
fechas, así que no supuso un gran inconveniente el hecho de ir un poco abrigado.
Tratando de hacer poco ruido me di una buena ducha centrándome en dejar bien limpias las partes más sensibles, me vestí
como me había pedido (sin tan siquiera calzoncillos) y me marché, no sin que
antes mi madre me susurrara desde su cama, literal, que a dónde coño iba tan
pronto. "A correr, que no puedo dormir". Y se quedó tan contenta y
aliviada, puesto que salgo a correr casi todas las mañanas, lo que nunca tan
temprano.
Cuando llegué al lugar donde habíamos quedado localicé sin
problema el coche azul oscuro metalizado y con las lunas tintadas que me había
descrito. Creo que era un Peugeot Coupé, pero tampoco lo recuerdo exactamente. Al
acercarme, él me veía por el retrovisor, abrió la puerta y me metí al coche. El
tío no había mentido. Vaya tiarrón, muy del tipo Rafa Mora. "Te vas a
poner las botas, Marcos", pensé. Le saludé, le pregunté que qué tal, pero
no dijo ni una sola palabra. Arrancó, aceleró y me llevó al Moncayo. Al final
siempre acabo en los mismos sitios. Metió el coche bastante adentro, nada de
quedarse en el aparcamiento de arena principal, sino que lo metió entre los
arbustos. Lo cierto es que sufría por los bajos de aquel coche, pero en fin, él
sabría. Total, a esas horas y medio noche, por allí no había ni pasaba un alma.
Me quité el cinturón, le miré, me miró, y me echó mano al
paquete directamente. Localizó la polla y me la empezó a masajear por encima
del pantalón. Se desabrochó la blazer y me dejó contemplar la perfección de su
cuerpo esculpido en horas de gimnasio. Siguió masajeando mi rabo hasta que lo
tuve duro, que fue cuando metió la mano por debajo y me lo empezó a acariciar
soltando un leve bufido por la boca, en señal de que le gustaba la polla que
estaba tocando y los huevos que me sobaba con deleite. Tenía las manos grandes y calientes. Aproveché para echar mano a su paquete (también venía en
pantalón de algodón sin ropa interior) y me sorprendí de notar que ya la
tenía como una roca de dura, se la saqué, me la sacó y nos empezamos a pajear
el uno al otro, mirándonos a los ojos, sin decir nada, pero suspirando del
morbo que a ambos nos estaba dando aquello por simple que fuera.
Seguidamente me quitó mi mano de su polla, hizo presión en una palanca
de mi asiento, lo echó para atrás, me bajó los pantalones a la altura de las
rodillas, se medio sentó en ellas como pudo y me la empezó a mamar con
verdadero ansia. No era mamar, era casi devorar, aunque lo hacía muy bien, para
qué mentir. Con la mano que le quedaba libre, me desabrochó la sudadera, la
apartó hacia los lados y empezó a sobarme todo el cuerpo, al que de vez en
cuando dirigía sus miradas suspirando de morbo. Cuando paraba de sobarme el
cuerpo, se cogía su polla y se la pajeaba mientras me la seguía mamando. El tío
era una auténtica succionadora. Allí, con la cabeza en el respaldo de aquel coche, empezó a
brillar el sol con algo más de fuerza y fue la primera vez que dijo algo:
- Vamos fuera.
Abrió la puerta de mi lado, salió, después salí yo, cerró la
puerta, me apoyó contra ella, me bajó los pantalones hasta los tobillos, se
puso en cuclillas y me la siguió mamando con
frenesí. He de confesar que
aquella sensación de la brisa matutina acariciando mi cuerpo, con los primeros
rayos del sol calentándome y aquella boca que me hacía ver el paraíso fueron
demasiado:
- Para, si no quieres que me corra -dije.
- No, todavía no -respondió.
Sacó un condón de uno de los bolsillos de su pantalón, lo rompió
con la boca, lo desenredó con facilidad y me lo puso tras escupirme la polla y
darme un último lametazo. Acto seguido se descalzó, se quitó los pantalones dejándolos
en el capó del coche, abrió la puerta por donde habíamos salido (la del
copiloto), bajó la ventanilla completamente, volvió a cerrar la puerta y metió
su cabeza y cuerpo por el hueco de la ventana quedando únicamente su culo y
piernas apoyadas fuera. Una vez más, no dijo nada, pero vi claro lo que quería.
Le cogí de los cachetes, se los abrí para ver cómo era el agujero que quería
que le follara y lo cierto es que me sorprendió: primero, porque lo llevaba
depilado y, segundo, porque lo vi demasiado cerradito y estrecho. Así que le
escupí un par de veces, le metí un dedo, pero no me dejó. Sacó una de sus
manos, me cogió de la polla con fuerza, la arrimó a su agujero y se la metió
sin quejarse ni un poquito. Así que, sinceramente y visto lo visto, que quería caña y nada de preliminares, empecé a
darle bien, con ganas, fuerza y clavándola hasta el fondo, hasta que mi pubis
pegaba bien con su culo, haciendo, por cierto, bastante ruido (o quizá es que
la ausencia de ruido en los alrededores lo magnificaba más). Si tenía que
quejarse o decirme que más suave, pues que lo hiciera. Sin embargo, lo cierto
es que no lo hizo, en ningún momento. Cada vez gemía con más frecuencia y más
volumen y su culo dejaba de sentirse tan cerrado y apretado, ahora estaba mucho
más acolchado, esa es la sensación exacta que recuerdo, como si te pusieras dos
pequeñas almohadas a los lados de la polla y te la frotaras. Un auténtico
placer de culo. Le volví a avisar:
- ¿Quieres que me corra?
No contestó, se detuvo en seco y me paró. Sacó su medio
cuerpo del coche, me volvió a apoyar contra la puerta, me quitó el condón, se
puso de cuclillas otra vez y me la empezó a mamar de nuevo.
- Tío, en serio, o me corro o me meo, una de las dos -le dije.
Lo cierto es que entre los nervios de quedar con un
desconocido y el rato largo que ya llevábamos por allí, más la presión de
follar, sentía fuertes ganar de mear.
- Méame la cara -dijo, secamente.
- ¿Cómo? -pregunté.
Se quitó la blazer tirándola al capó del coche, de forma que
se quedó totalmente desnudo y me miró a los ojos:
- Que me mees, joder. Que me mees la cara -insistió.
Nunca había practicado antes la lluvia dorada de ninguna de
las maneras porque es algo que me da cierto asco, pero puesto que era yo quien
le tenía que mear a él, esperé que se me bajara un poco la erección y tras unos
segundos empecé a mearle la cara. El tío lo vivía, en serio, con toda mi orina
escurriéndosele de la cara por el cuerpo, la polla se le puso súper tiesa y se
pajeó y corrió en abundancia justo cuando le echaba las últimas gotas. Sin
parar si quiera para limpiarse, volvió a atrapar mi polla con su boca y me la
siguió mamando hasta que la tuve dura otra vez:
- Córrete para mi -dijo.
Le saqué mi rabo de su boca y con una paja que duró unos
segundos le pringué, otra vez, toda la cara. Me temblaban las piernas bastante,
he de decir. A diferencia de hacía unos minutos, esta vez atrapó con la lengua
restos de mi lefa, los saboreó poniendo una cara de vicio bestial y los escupió
después. Se levantó del suelo, abrió la puerta y guantera del coche y me
ofreció unas toallitas perfumadas bastante grandes para limpiarme, mientras él
hacía lo propio, usando bastantes más por todo su cuerpo.
Y yo que pensaba que me iba a poner morado y el que se puso
morado, en todos los sentidos fue él. Pero lo cierto es que disfruté de aquel
tiazo, no vamos a negarlo, aunque le hubiera sobado mucho más y me quedé con
las ganas de comerle la polla, cosa que me explicó después.
Una vez estuvimos limpios y vestidos se ofreció a llevarme a
casa, lo que le agradecí porque si bien en coche son 5 minutos, andando te
lleva media hora. Siendo muy parco en palabras, me dijo que su mujer no sabía
nada de esto y que la única vez que se la dejó chupar por otro tío, ella notó
algo raro en el olor y que desde entonces no se arriesga. Que, además, disfruta
mucho más mamando y siendo follado "con chavalotes como tu". El sexo hetero sólo le molaba meterla en el chochito de su mujer y por cumplir, pero que el verdadero placer lo encontraba en el sexo con hombres. Me dejó
en casa y subí a tirarme directamente en la cama. Eran ya las 9 de la mañana,
pero tenía sueño. Antes de dormirme, abrí el Grindr y me acababa de mandar un
mensaje:
- Me ha molado mazo tu rabo y cómo follas, cuando quieras repetimos.
No respondí. Para una vez había estado muy bien, había tenido
mucho morbo y la corrida me dejó como nuevo, pero una segunda vez haciendo lo
mismo, sin él dejarse hacer nada, para mi hubiera sido aburrido y carente de
morbo. Además, lo de mearle me había sobrado totalmente. Bloqueé su perfil y me
quedé dormido profundamente.
Respondiéndote a la respuesta de la anterior entrada.
ResponderEliminarUna fobia, diría yo, que aparte de un miedo puede llegar a ser un odio, por eso lo mencioné. Con mi experiencia con un irlándes he de decir que me encantó, fue alguien simpático, cariñoso y, en esa vez, era más joven que yo, la tenía bien y no era de esos que les mola follar a tope sino más tranquilo. Tras eso pudimos seguir hablando y si algún día diese la ocasión seguramente repetiríamos. ¿Tu experiencia/punto de vista cómo fue?
Esta experiencia no me ha molado. Tan mayores me resultan algo incómodas y más aún con sus deseos y falta de plática (en refenrecia a este). El tío fue a lo que fue. Y qué decir de la meada... ¡¡madre mía!!
James
Pues precisamente por eso te preguntaba. Mi experiencia con británicos/irlandeses ha sido bastante, por decirlo así, fría. No les he visto muy de magreos y de pasión, sino más que nada de llegar, follar, correrse y poco más, quitando contadas excepciones.
Eliminar¿Tan mayores? ¿Un tío de 35 te parece "mayor"? Jejeje, qué curioso...
Jajajaja, ¿frías? Para nada, solo es cuestión de no ponerle las mismas ganas que siempre sueles tener y que el otro (inglés/irlandés en este caso) a lo mejor no tiene o simplemente con extranjeros prefiere ser más "frío".
EliminarCreo que han sido en total 6 tíos, o como mucho 7, que sean de esas tierras. De esos 7, 2 tenían 30-33 años, los demás entre 17 y 23 años. Y no fueron tan "malotes" como podrían ser otros con los que he quedado pero me gustó personalmente por su forma de ser ya que estoy acostumbrado a ese carácter. Me hace sentir que no son tan folladores como son otros que he llegado a conocer. y se toman esto algo más enserio.
Y sí, un tío de 35 a mi edad me parece mayor ya que me hace pensar... "¿yo también seré así a su edad, quedando con jóvenes de 16-22 años para que me los folle o me follen?" Eso me incomoda y aterroriza. En estos días los jóvenes pierden su virginidad antes y por lo tanto el contacto con estas cosas empieza antes de "lo recomendado". Por otro lado, 35 me parece mayor porque tengo familiares que tienen ya esa edad y con hijos, eso también me incomoda.
Son aspectos que yo valoro antes de quedar con alguien.
James
Pues te aconsejo, James, que te quites los tabúes de la edad de la cabeza y verás todo lo que se disfruta. Desde que tenía 20 años he estado con tíos de igual, mayor y menor edad y todos tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. A ver, tampoco te digo que te vayas con uno de 50 si no te va, pero no rechaces a tíos simplemente por pasar de los 30 si se te da la oportunidad y físicamente te atrae. Hay auténticos hombretones que te lo podrían hacer pasar muy bien ;)
EliminarYo no lo veo así. Simplemente tengo un límite. No es placer lo que busco sino iría a una sauna y me dejaría follar por cualquiera. ¿De verdad debo aceptar a hombretones que me sacan más de 10 años? No.
EliminarJames
Pues eso, tabúes... ;)
EliminarPues hombre es verdad que pudiste echar en falta haber disfrutado un poco más del cuerpazo pero cáscaras, vaya potra encontrar planazo a las seis de la mañana, ¿no?... ¿o seré yo que ando desinformado de como anda la oferta de estas cosas a ciertas horas?
ResponderEliminarEn fin, que aunque quedó un poco desaprovechado también tuvo su punto de morbo, me parece, no me importaría dar con semejante torete aunque solo hiciese yo y él no se dejase hacer, jeje.
Abrazos y buena semana.
Por eso decía, que para una vez pues tuvo su morbo y estuvo bien, pero no para repetir una segunda haciendo lo mismo sin que él se dejara hacer nada. Sobre el tema de la hora, por aquella zona en temporada alta como es verano (con los turistas y medio Madrid por allí) es bastante fácil encontrar plan a cualquier hora. Vamos, siempre he podido sin problema. Ya cuando llega el otoño y el invierno se hace imposible, eso sí. Otro abrazo para ti!
EliminarSi realmente era en plan Rafa Mora los tíos así tan mazados no me gustan nada, puestos a estar con alguien de gimnasio prefiero a alguien fibrado o cachitas pero sin excesos.
ResponderEliminarCoincido que para una vez tiene su morbo la situación pero como costumbre me parecería muy aburrido follar con alguien así, y sobre la meada bueno, tampoco me va eso pero al menos te fuiste a la cama relajado y descargado, que es lo importante ;)
Abrazotes.
No suelen ser mi tipo habitual, la verdad, pero como siempre digo lo que busco es el morbo y aquel tío me lo produjo con su cara mitad de niño bueno, mitad de demonio jeje. Eso sí, no para repetir ;)
EliminarSinceramente ese tio tan mazado no me molaria. Porque suele pasar eso son muy sosos y no hacen nada o se dejan hacer nada.
ResponderEliminarLamento que tu experiencia con la lluvia haya sido tan mala. Aunque por lo que pareció, el si lo disfrutó bastante.
He dado con varios tipos de este tío y no puedo generalizar en que todos sean igual, hay de todo. Y, bueno, no es que mi experiencia con la lluvia fuera mala, a fin de cuentas me limité a hacer y dejar caerlo sobre él, es que es algo que no me excita. ¡Gracias por pasarte!
EliminarHola Marcos.
ResponderEliminarSuerte encontrar a la mañana planazo, por otra parte, no se que tienes pero atraes mucho a los hombres "heteros" casados, no se que les das. jejeje!!!
Para mi también el rollo del meo sobraba.
Ya te digo, aquí en la zona de Alicante en temporada alta de verano es muy fácil encontrar plan a cualquier hora, cualquier día vía apps. En invierno ya es diferente y puedes morirte del asco porque siempre están las mismas caras.
EliminarRespeto que no os guste la lluvia dorada igual que respetais vosotros el otro punto de vista. A mi tras una buena sesión de sexo me gusta que me echen un buen meo caliente justo antes de correrme, pero hay que especificar. Antes de practicar la lluvia dorada se toman o se deben tomar medidas higiénicas, como beber bastante agua antes de tener relaciones, mear antes para que el chorro que caiga sobre ti sea lo más blanco y "limpio" posible y, por supuesto, después una buena ducha sobre todo si eres tu el meado.
ResponderEliminarEn cuanto al tipo de chico, me ponen mazo esos chavales. No me importa que solo quieran hacerme a mi, tener un cachitas de estos comiéndomelo todo y pudiéndolo follar a mi antojo es un placer.
¿Os cuesta a todos tanto tener rollos por las mañanas? bueno no se de donde sereis , pero en Madrid, con decisión, es bastante facil follar todas las mañanas si uno quiere.
Más que costar es poco común cuando vives en zonas "en medio de la nada" o que apenas haya gente con la que hacer nada. Si hablamos de Madrid es normal, allí sí vive gente y con la que se puede follar. Todo esto con el tema de la hora junto con los medios digitales, a lo mejor ya a las 10am todo cambia.
EliminarJames
Gracias por comentar, pero lo cierto es que no le encuentro ningún morbo a la lluvia dorada. Eso sí, respeto a quienes lo hacéis y disfrutáis con ello. ¡Saludos!
EliminarHasta las 7 de la madrugada casi todos los que están conectados van en ese plan: sexo a saco y ni una palabra y adiós. Muchos van borrachos ya que vuelven de fiesta. Y sí, en Madrid será muy fácil pillar para follar pero ahora id a la zona de la Vega Baja en invierno o a la zona de la Serranía de Cuenca a ver a cuántos pilláis. Y en el caso de que pilléis alguno tenéis que estar dispuestos a haceros decenas de kilómetros en coche. Como dirían Rafa Mora y los viceversos varios: putah bidah, teteh!
ResponderEliminarHE
Jajajaja exacto. La Vega Baja en invierno está muerta en este aspecto, pero en verano y temporadas de afluencia si te lo montas bien puedes conocer a bastantes tíos. En Madrid pasa lo mismo: teniendo un físico majete puedes follar bastante sin mucha dificultad. Saludos tío!
EliminarPues si, realmente que casualidad que ambos hayamos hablado de una escena con meada el mismo día en nuestro respectivo blog, cuando en ambos casos resulta una práctica excepcional, con la salvedad que a ti a priori te da asco, y a mi, no, más bien morbo, siempre que sea externo (ni en boca/ni tragar) y las condiciones sean las apropiadas.
ResponderEliminarUn día tengo que hacer un post o dos, pues tampoco me da para tanto, de mis experiencias al respecto.
Pero en tu experiencia muy seguramente me hubiera quedado al final como tú, un poco insatisfecho de no haber podido hacerle nada y encima haber tenido que follármelo.
Él tipo de tío que describes no me gusta mucho, la verdad, para mirar un poco aún, pero no para interactuar con él, me va la gente de aspecto más sencillo.
Lo de hablar poco, sí, perfecto, lo justo para calentar la situación, pero este se pasaba de escueto, jejeje...
Y lo de follar a esas horas, un lujo desde luego. Hace tiempo que dejé de intentarlo, claro que entonces no estaban las app de los móviles, pero sí los chats de internet, pero era una tremenda por excesiva pérdida de tiempo.
Ya no lo calificaría como asco, que un poco sí, sino como ausencia de morbo. No me excita tan siquiera imaginármelo y no me excitó especialmente ver cómo aquel tío disfrutaba tanto sintiendo mi chorro caliente sobre su cuerpo, aunque desde luego que lo respeto.
EliminarPor las mañanas siempre es más complicado, pero bueno, como ya he comentado antes aquí en Alicante en pleno julio o agosto las apps de ligue echan humo y hay bastante material. El resto del año puedes morirte del asco ;)
A media mañana me he acordado de un dicho catalán: que dice: "Qui s'aixeca de matí, pixa allà on vol", que literalmente sería que "Quién se levanta de buena mañana, mea donde quiere" que fue tu caso, jajaja...
EliminarAunque equivaldría al castellano de "A quién madruga, Dios le ayuda". ;-)
Pues a mí el tema meadas y demás creo que es de las pocas cosas que no me gusta en el sexo. De hecho cuando en alguna película veo alguna escena así, directamente la paro y adiós muy buenas, que me da un ascazo que no veas...
ResponderEliminarSaludos Marcos.
Es exactamente lo que siento Pablo, esa mezcla de cierto asco con ausencia total de excitación. Vamos, por concretar, el asco me lo produciría que me lo hicieran a mi. Hacerlo, como me pasó en esta entrada, simplemente me dejó frío.
Eliminarjoder Marcos que moral coño, vamos a las tantas yo no salgo de casa para nada antes me doy una alemanita y bueno seré ordinario pero al bosque ni de coña que soy muy cómodo yo jajajajaja
ResponderEliminarEs que tío cuando estoy de calentón una paja no me deja saciado, si el calentón es pequeño todavía puede valer, pero este no era el caso. Y, total, ya que estaba despierto... Había que aprovechar el día jejeje
Eliminarsi, si, ya leí jajajajaja ¿y te pasa a menudo? -;)
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