11 de noviembre de 2014

CAPÍTULO 99: CONOCIÉNDOME, CONOCIÉNDOTE (Parte 1)



Las palabras susurradas de Paco dejaban claro que lo que había pasado la madrugada anterior no había sido producto del alcohol, o de un sueño caliente del que te preguntas: ¿fue verdad? No, nos habíamos dejado llevar por nuestros instintos más primarios y disfrutado de aquella noche. Cuando sonó la puerta no supe muy bien cómo proceder, cómo reaccionar, así que me puse unos pantalones cortos de algodón de estar por casa y una camiseta de tirantes, las chanclas y, antes de salir directo al baño, le dejé preparado a Paco un “pack” de ropa de estar por casa.
Me lavé la cara con agua fría varias veces y contemplé mi reflejo en el espejo: Marcos, ¿qué estás haciendo?
Mientras me decía a mí mismo esas tres palabras, se dibujaba en mi cara una pequeña sonrisa hacia el lado izquierdo de mi cara a la vez que las imágenes de mi noche con Paco se cruzaban por mi cabeza. No hacía falta decir más. No hacía falta preguntarse más. Salí de allí y con la máxima naturalidad me dirigí al salón, donde todo el mundo estaba ya desayunando.
 
Paco y su hija comenzaron a prepararse poco después de desayunar, ya que era momento de volver a su apartamento vacacional. Antes de irse, Paco me esperó en mi habitación para tener una breve charla:
-      Bueno, supongo que hay que despedirse…-dijo.
-      No seas dramático, en navidades estoy seguro de que vendréis a casa…-contesté.
-      ¿Y conoceré también tu habitación allí? –dijo guiñando un ojo.
-      Claro, ¿por qué no? –contesté, estando ya el uno del otro a escasos centímetros.
-      ¿Y hay que esperar hasta entonces? –dijo Paco, poniendo sus labios tan cerca de los míos que podía sentir su respiración.

No contesté, empezamos a besarnos mientras notábamos cómo nuestras pollas se ponían duras. Podríamos haber empezado otra sesión de magreos y pajas, con la desventaja de que ahora todo el mundo estaba despierto y esperando. Frené la situación y le anoté a Paco mi número de teléfono en su móvil, para después salir de la habitación sin mediar palabra.

Se marcharon pocos minutos después, dejando a mis padres contentos por haber recuperado una amistad. Mi madre, sin embargo, estaba un poco más tristona. Dio por hecho que la amistad que la unía a la mujer de Paco era solo fachada, ya que ella tan siquiera había querido contactar con nosotros. ¿Significaría eso que ella sabía las verdaderas razones del abandono de su marido? La respuesta a esa pregunta no tardaría demasiado tiempo en llegar.

Lo que estaba claro es que había tenido feeling con Paco. No era la primera vez que tenía sexo con hombres de 40 para arriba, pero sí era la primera vez que notaba que se había producido una conexión sexual, un deseo y unas ganas que podrían provocar que estuviéramos follando toda una noche sin parar. Como siempre he defendido, el número no es lo que más importa, sino la calidad del sexo que puedan darte. Y aquella noche con Paco me llevó a hacerme unas cuantas pajas de homenaje.
Diez días después de su visita sorpresa, cuando mi fuego interno estaba ya algo más apagado, recibí una llamada de Paco. Con hombres como él, nunca puedes plantearte si volverás a repetir o no, tenía claro que de mi no saldría la llamada para quedar. Si había que esperar a navidades, lo haría. Sin embargo, llamó. Y se ofreció: había mandado a su hija al pueblo castellano de la mujer para pasar la otra mitad del verano con ella y tenía su apartamento totalmente disponible. Ahora estaba en mis manos aceptar la invitación para cenar. Solo me invitaba a mi. Las intenciones estaban claras. Y acepté. Sólo de pensarlo se me ponía dura, así que era tontería negarse. 

El apartamento del que Paco me dio la dirección estaba en La Mata, no recuerdo bien la localización exacta, pero si recuerdo haber pasado por un pub gay buscando aparcamiento. Era un pequeño adosado, con una pequeña entrada que no tenía cerradura alguna. Llamé al timbre de la puerta principal y no tardó en abrirme con esa sonrisa suya tan característica. Para mi sorpresa, y debido a las fotos que adornaban el apartamento, era una casa de su propiedad; algo que no sabíamos. Algo que no había contado en la cena. Paco había preparado pavo al horno, flambeado al vino blanco, con vino de acompañamiento y fresas con nata de postre. Estuvimos cenando y charlando amistosamente, le ayudé a quitar la mesa cuando terminamos y pasamos al sofá. Parecía que ninguno de los dos se atrevía a dar el paso que desatara el desenfreno: todo iba bien, pero no dejábamos de parecer dos viejos conocidos en una situación que comenzaba a ponerse un tanto difícil. Entonces entendí que me tocaba a mí dar el paso, más allá de la corta experiencia que pudiera tener Paco de mirón en algunos sitios de cruising, o habiéndose comido alguna polla, se limitaba a eso. Y en sus circunstancias, haberme invitado a cenar suponiendo que después pasaría algo, era ya bastante. Me marché al baño, cerré con pestillo y me desnudé. Me miré en aquel espejo con bordes de plástico blanco y cogiendo unas toallitas húmedas que encontré, me lavé bien la polla y el culo. Venía duchado, pero me gustaba extremar la higiene.

Me volví a mirar al espejo, me atusé el pelo y salí de allí desnudo, llegando al salón donde Paco seguía esperando dando un trago de aquella copa de vino. Me planté en el quicio de la puerta del salón disimuladamente y quedándome de espaldas a él, abrí la puerta que daba acceso a la estancia:

-      Ma… Marcos…Buff… -decía Paco levantándose del sofá, sin articular palabra.

Se acercó a mi y comenzó a acariciarme el culo con suavidad a la vez que me comía el cuello; y rodeándome con sus brazos en mi cintura, comenzamos a andar hacía una habitación equipada con un ordenador y un sofá-cama ancho de cuero negro. Se notaba que había elegido y preparado esa habitación, sólo iluminada por una tenue luz. Una vez allí me di la vuelta y comencé a desnudarle. Seguía alucinado por cómo un ser que un par de años atrás no me atraía lo más mínimo, podía haber dado semejante cambio físico a cambio de horas en el gimnasio. Cuando le desabroché el vaquero y le bajé los calzoncillos, poniéndome de rodillas, contemplé que aquella polla gorda y circuncidada de unos 16 centímetros me esperaba ya bien rebabosa, chorreante de líquido preseminal que simulaba a la mozarella en lo pegajoso. Eso me puso a mil y comencé a mamar aquella polla como si se tratara de la última fuente en el desierto, provocando en Paco unos gemidos que esta vez eran naturales y no disimulados. Esta vez no había que tener cuidado de nada. No había miedo de ser pillados. Sin embargo, Paco ahora no quería solo mamadas, besos y pajas, quería dar el siguiente paso. El paso que nunca había dado con ningún tío antes: quería follarme el culo. No me asustaba en exceso porque me habían follado pollas más largas, pero sí es cierto que no tan gordas como esta. Me levantó y me quitó de mi fuente poniéndome con suavidad a cuatro patas en el sofá negro, donde comenzó a acariciarme el culo con mimo:

-      ¿Alguna vez has desvirgado a una mujer? –le pregunté.
-      –dijo.
-      Piensa que un culo, al principio, es tan delicado como un coñito virgen – le respondí (cosas que uno aprende en un entorno hetero).
-      Tienes un culo tan… tan… de película porno Marcos… -dijo jadeando.
-      Imagino que eso es un ha… halago –me interrumpió al insertar su lengua en mi agujero.

Lo comía genial. Paco tenía una ventaja positiva y es que a pesar de las ganas que tenía por follarme, quería disfrutar tanto del momento, que lo hacía con tanto mimo y suavidad, que no existía prisa ni ansia. Disfrutaba comiéndome el culo y yo disfrutaba
con su lengua jugando por ahí, si alguna vez os han comido bien el culo, ya sabéis lo placentero que resulta. Empecé a dilatar únicamente con su lengua juguetona, aún así le indiqué que me fuera metiendo los dedos bien envueltos en saliva:

-      Espera Marcos, he comprado esto…-dijo abriendo un cajón.

Sacó un gel lubricante de una conocida marca que, si bien no era de mis preferidos, haría su función. Se untó bien los dedos y, bajo mis indicaciones,  me metió dos dedos hasta el fondo sin demasiado problema. Me estuvo follando con esos dedos un buen rato durante varios minutos, hasta que me di la vuelta, poniéndome boca arriba y abriéndome de piernas, y le rogué que me follara. Ardía en ganas de sentir su polla dentro de mi y él de poder meterla. Del mismo cajón, sacó un condón que se enfundó y palpando primero con sus dedos, empezó a meterme su capullo con calma y sin parar.

-      ¿Paro? ¿Te duele mucho? –dijo preocupado al ver mi cara de dolor.
-      No –dije incorporándome ligeramente, cogiendo su culo y apretándole contra mi.

Me clavó todo su rabo hasta que sus cojones chocaron los míos, provocando en mi un grito bastante sonoro que le preocupó. Tranquilizándole, le dije que la tuviera allí dentro un rato y empezara a follarme poco a poco, a la vez que me pajeaba. Comenzó a hacerlo, volví a tener mi polla dura y a los pocos minutos Paco me estaba follando como
un auténtico animal, agarrándome con ambas manos de mi cintura y embistiéndome, ahora ya si, con poco cuidado y mucho deseo. Ya no me dolía, ya disfrutaba, pero antes de corrernos, quise tumbarle encima de mi y comerle la boca mientras tenía su polla dentro de mi.

-      ¿Puedo correrme dentro, Marquitos? –me dijo.
-      Claro, dale fuerte – le pedí.

Volvió a cogerme con ambas manos de la cintura y empezó de nuevo a embestirme entre sollozos de  me corro, me corro. Comenzó a gemir, a la vez que yo me cogía la polla y me pajeaba con fuerza a mi mismo corriéndome segundos después y embadurnándome a mí mismo de leche. Eso fue demasiado para él, no pudo aguantar y se corrió dentro de mi culo. Cuando sacó la polla y se quitó el condón, estaba lleno de aquella leche espesa suya; le hizo un nudo y junto con el papel que yo había utilizado, los tiró a la basura.

-      ¿Te apetece un baño? Arriba tengo una bañera redonda.


15 comentarios:

  1. Joer Marcos , a estas horas de la mañana y ya me pusiste que no puedo ni levantarme de la mesa al cuarto de baño, por que todos mis compañeros verían el empalme que tengo. Joer Marcos,yo tengo bastante sexo, pero el tuyo me da mucha envidia. Sigue alegrándome las aburridas mañanas de oficina. Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti por leer mis vivencias y por tus comentarios. Me alegro de poder animarte esas tediosas mañanas de oficina ;)

      Eliminar
  2. Vaya, vaya, Este siguiente capítulo me ha encantado, su continuación es ya de lo que esperaba. ¿Qué ocurrirá en la siguiente? Ya que pusiste Parte I supongo que habrá algo más que contar con Paco. Espero impaciente la siguiente entrada.

    P.D. ¿Podrías actualizar el blog el 10 de diciembre o sino por esa semana?

    James

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola James! De Paco hay mucha tela por cortar aún... La siguiente entrada, efectivamente, va relacionada con el y será la última por un tiempo. Es una historia que no está finalizada, como muchas de las que ya he escrito. Tendré en cuenta tu petición para actualizar el blog en esas fechas ;)

      Eliminar
  3. Mmmm... Menuda evolución la de Paco !

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que pasó con Paco es que en todo ese tiempo que pasó realmente supo ver que vivir engañado no era como quería pasar el resto de sus días, de hecho hoy en día la relación con su exmujer está bastante normalizada y a él... Bueno, eso ya lo contaré en otra entrada :*

      Eliminar
  4. Marcos, me encanta como escribes!!!!. Espero ansioso la 2° parte.
    Abrazos desde Asunción-Paraguay

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias. Espero seguir leyendo tus comentarios por aquí!

      Eliminar
  5. Fantástico, como siempre. Y ¿sabes que es lo que más me gusta? Que sabiendo, si no me confundo, que tienes algo menos de 30 años, eres de los pocos tíos de esa edad que no se niegan en redondo a tener sexo con "abuelos" cuarentones ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Diego! No te confundes con mi edad, efectivamente aún no he cumplido los 30. La segunda parte de tu mensaje me parece interesante comentarla. A mi la edad nunca me ha tirado para atrás, siempre que el hombre en cuestión me atraiga y haya morbo entre ambos. He disfrutado mucho con cuarentones, niñatos, de mi edad... Es que esas personas que simplemente al ver a un tío maduro dicen un NO redondo, se están perdiendo posiblemente un buen polvo. Lo que sí que te digo que no me da ningún morbo es el hombre cuarentón con tripa y poco cuidado, no, eso no me pone nada... Pero tíos de cuarentaytantos que se cuidan, tienen buen físico y saben follar bien, ¿por qué no? ;)

      Eliminar
    2. Claro, pero yo te hablo desde mi experiencia, que creo que es algo bastante común. Y me explico: yo soy un tío bastante "antiguo", en el sentido, por ejemplo, de que para buscar sexo rápido aún sigo usando chats y páginas de perfiles, antes que Grindr, Bender o similares. Entonces, resulta que una de las primeras cosas que se suelen preguntar por estos medios es la edad. Yo tengo 42 y suelo decir que tengo 40 (aunque en realidad, casi todo el mundo me echa alguno menos cuando me ve). Pues bien: el 99% de las veces, se hace automáticamente un silencio al otro lado de la pantalla. Parece que todo el mundo anda buscando el jovencito de menos de 30, musculado, alto y con una polla de al menos 20 cms. Cuando hay tíos de cuarentay (incluso cincuentay) que están de auténtico escándalo y follan como dioses.Pero bueno, como tú dices, lo más probable es que se pierdan un buen polvo.Y no es que me moleste no ser lo que esas personas andan buscando, lo que de verdad me molesta es que ni siquiera tengan la educación (por no decir los cojones) de decir claramente: "mira, no eres lo que busco". Claro,así me pasa,que por chats y similares no me como un colín pero cuando voy a los bares me he zumbado a cada choto que es para verlo...jajajajaja (y no es que yo esté especialmente bueno,aunque creo que tampoco estoy nada mal, pero sí que mucha gente me dice que tengo un morbazo de la hostia...sin ser yo nada de eso XD )

      Eliminar
    3. Claro Diego, por eso te digo que me parece una tontería desechar a alguien simplemente por ser "mayor de"; pues si el tío tiene morbo y te pone, olvídate de la edad y pasa un buen rato. Sobre las apps y chats, pues es lo de siempre: la gente busca modelos de película porno o chaperos, pero como yo digo, la mayoría son unos calentones que al final se la cascan en casa y no quedan. Y la educación por supuesto, en lo que a mi respecta si me entran y no me molan, siempre lo digo siendo educado (si encuentro educación en la otra persona, claro).

      Eliminar
  6. joder qué morbo me da toda la historia de Paco y acompañada de esas fotos, aún más. Sé que sólo pretenden ser gráficas dentro de la historia, que no son vuestras, pero uffffff..... yo tb soy del club que se le pone durísima sólo con leer la historia.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo cierto es que cuando hace años pensé por primera vez en crear un blog o algo parecido si que pensé en usar fotos reales, pero tras la experiencia que relato en el capítulo 51 lo dejé por imposible. Aunque sí que te reconozco que en todo el blog, a día de hoy, hay dos fotos reales, que dejo a vuestra imaginación decidir cuales son :P El resto, efectivamente, son únicamente para ilustrar. Me alegro de ponértela dura con mis vivencias ;)
      Esta es la historia de la que te hablo: http://diariodecruising.blogspot.com.es/2014/02/capitulo-51-el-video-y-la-decepcion.html

      Eliminar
  7. EL RELATO ESTA MUY BIEN Y ES MUY MORBOSO Y CACHONDO; ME PONE CALIENTE.

    ResponderEliminar