No había nada mejor después de echar un buen polvo que te ofrecieran darte un baño en una bañera redonda, no solía ser lo habitual. Normalmente, cuando quedas con un tío para follar y vas a su casa, como mucho te ofrece darte una ducha o asearte rápidamente para que abandones su casa cuanto antes y ya veremos si repetimos o no. Yo también lo hago, aunque si hay buena conexión trato de ser amable y ofrecer aunque sea algo de beber para que haya un mínimo de conversación.
Paco tenía todo estudiado aquella noche, desconozco el tiempo que llevaría preparando aquello, pero todo estaba organizado al más mínimo detalle: desde la cena, pasando por la bebida y postres, hasta la iluminación. Así que es obvio que acepté su invitación para subir a la planta de arriba, en otras ocasiones probablemente me estaría ya visitiendo, pero estaba agusto y nos quedaba aún más rato por disfrutar. Desnudos subimos a la planta de arriba, algo más pequeña que la planta de abajo: una sala tipo almacén, una pequeña habitación con un sofá y una tele y un baño enorme con la ya mencionada bañera redonda. No era jacuzzi ni nada por el estilo, simplemente una gran bañera blanca situada en una esquina del baño y con un imponente espejo enfrente. Estaba pensada para darse baños con tranquilidad, no tenía posibilidad de ducha ni mamparas que protegieran el agua de salirse. No hacía falta. Varias velas adornaban e iluminaban aquel servicio, mientras Paco abría los grifos y esperábamos a que aquella bañera se llenara. De un recipiente que parecía gel de baño, vertió una cantidad importante y aquello se llenó de burbujas de jabón, hasta el punto que pensé que se desbordaría, pero justo cuando iba por el nivel máximo, Paco detuvo los grifos y la bañera aún guardaba unos cuantos centímetros de capacidad: lo justo para que el agua no se saliera al meterse dos cuerpos en ella. La temperatura del agua era bastante caliente para la época del año en la que estábamos, pero lo suficiente para que no se quedara fría en poco tiempo. Primero se metió Paco, sentándose y abriéndose de piernas, y después me introduje yo ocupando el sitio que me habían dejado sus piernas y recostándome en él. Giré la cabeza y empezamos a morrearnos y besarnos jugando con nuestras lenguas y notando cómo su polla comenzaba a crecer de nuevo, estaba claro que tenía más ganas de marcha.
Con una esponja comenzó a frotarme con suavidad por el torso, que parecía privarle especialmente, recorriendo cada centímetro de mis pectorales, bajando hacia la tripa y dibujando el contorno de los pequeños cuadraditos que se me dibujaban... Me miraba absorto y su polla decía que aquello le estaba gustando mucho, así que me di la vuelta, le besé y cogiendo aire empecé a mamársela
debajo del agua. Nunca lo había hecho en una bañera y no lo volveré a hacer, ya que parece que estás masticando jabón continuamente... Mucho mejor en el propio mar o la piscina. Así que le levanté y comencé a comérsela fuera del agua. En un momento, Paco hizo una proposición:
- Marcos, ¿por qué no intentas metérmela?
- ¿Te han follado antes? - pregunté.
- Bueno, mi mujer lo hacía últimamente con consoladores, de menos a más... no me encantaba, pero me ayudaba a correrme antes y pasar el trago -dijo poniéndose rojo.
Era curioso que se avergonzara por eso y no por ninguna de las cosas que llevábamos rato haciendo, pero lo dejé pasar. Lo cierto es que hasta ese momento solo le había agarrado de los cachetes y apenas había trasteado con su agujero, así que me lancé y bajé la mano para palpar con qué me encontraba. Me llevé una sorpresa al notar lo dilatado que estaba, para lo que había presupuesto de él. Empecé a trastear con su culo peludo metiéndole un par de dedos con el único lubricante que proporcionaba el mismo agua con jabón, su cara no era de extremo placer, pero seguí intentándolo añadiendo un dedo más, que forzó en su cara una mueca de dolor. Ante mi parón, me cogió de la mano y me ayudó a que le siguiera haciendo dedos durante un rato. Noté cómo se le bajó la polla, pero no le di más importancia ya que a mi también me pasa a veces cuando me están haciendo trabajitos previos. Cediéndome su sitio, se levantó a coger un condón, así que me levanté también, me la sequé un poco y me lo puse, volviéndome a sentar dentro del agua tratando de mantenerla lo más dura posible. Paco se volvió a meter en la bañera meneándosela y se empezó a sentar en mi rabo introduciéndoselo poco a poco. Su cara era un poema y no paraba de decir: si es que es larga, pero solo un poco más, solo un poco más... Cuando la tuvo totalmente dentro, y su cara estaba más roja que un tomate, empezó a intentar cabalgarme, pero lo hacía tan forzado y tan brusco que aquello tenía poco de excitante, a él de hecho no se le acababa de levantar:
- Marcos... no te enfades, pero vamos a dejarlo, me va más el rollo activo - dijo.
- Sin problema tío, cuando algo no va, no va... -traté de consolar esa cara suya que llevaba la palabra 'decepción' casi tatuada en su mirada.
Así que me senté enfrente suya en la bañera y cogiéndole una mano le animé a que me cogiera la polla, a la vez que yo cogía la suya:
- El reto es pajearnos sin quitarnos la mirada de los ojos y ver quién se corre antes -propuse.
Su polla creció inmediatamente y empezamos a pajearnos mutuamente con una cara de deseo en su cara que lo decía todo. Se mordía los labios sin quitarme ojo y su polla cada vez se ponía un poquito más dura. Pude notar incluso como su leche subía desde aquel peludo par de huevos. Tardó poco en correrse, a mi tuvo que dejarme por imposible, no me corría. No hacía más de una hora desde la vez anterior, y con la semanita que llevaba, una segunda corrida era difícil. Así que él ganó el reto.
Salimos de la bañera con la piel totalmente arrugada, nos secamos y me invitó a quedarme a dormir. Ya contaba con ello, máxime con las horas que eran. Nos tomamos un par de copas mientras intercambiábamos experiencias de cruising y nos acostamos en la cama de matrimonio. En medio de lo contentillos que estábamos por las dos copas, ya tumbados en la cama, Paco soltó algo que lo estropeó todo:
- Sería genial si tu yo tuviéramos algo serio, más a largo plazo, tengo el presentimiento de que podría irnos muy bien - dijo, abrazándome y quedándose dormido poco después ante mi falta de respuesta.
¿Por qué estropearlo todo con una frase así si todo había ido sensacional? ¿Pudiéndonos pegar buenos polvos de vez en cuando, sin más? No pequé ojo y decidí que lo mejor era marcharme de allí lo más sigilosamente posible, así que cuando el reloj marcó las 5 de la madrugada y Paco estaba dormido hasta las trancas, me levanté, saqué mi ropa y me vestí en el salón. Salí de la casa, me dirigí hacia el coche de mi padre y conduje a casa, donde ya sí, dormí como un tronco hasta las 2 de la tarde del día siguiente.
Cuando me levanté tenía varias llamadas perdidas y mensajes en el buzón de Paco, presumiblemente preocupado. No contesté. Ni ese día, ni durante el resto del verano. Realmente no le contesté ni quise saber más de él hasta la Navidad.
¿Para qué forjarle a llevarse ilusiones que nunca iban a cumplirse? Decidí que seguir viéndome con él y follando solo haría que su espera fuera más larga, tal y como había pasado no hacía tanto tiempo con Sergio. La historia no podía repetirse y había que cortar por lo sano, Paco tenía que conocer otros chicos, otros hombres con los que, quizá sí, poner en marcha un proyecto en común. Yo no le quería para eso ni le veía de esa manera. Un hombre como el ahora necesitaba experimentar mucho más, conocer su sexualidad bastante mejor, ver cómo funcionaba con otros tíos distintos a mi. Lo que estaba claro es que yo no era ese prototipo de hombre que pudiera culminar su deseo.
- Marcos, ¿por qué no intentas metérmela?
- ¿Te han follado antes? - pregunté.
- Bueno, mi mujer lo hacía últimamente con consoladores, de menos a más... no me encantaba, pero me ayudaba a correrme antes y pasar el trago -dijo poniéndose rojo.
Era curioso que se avergonzara por eso y no por ninguna de las cosas que llevábamos rato haciendo, pero lo dejé pasar. Lo cierto es que hasta ese momento solo le había agarrado de los cachetes y apenas había trasteado con su agujero, así que me lancé y bajé la mano para palpar con qué me encontraba. Me llevé una sorpresa al notar lo dilatado que estaba, para lo que había presupuesto de él. Empecé a trastear con su culo peludo metiéndole un par de dedos con el único lubricante que proporcionaba el mismo agua con jabón, su cara no era de extremo placer, pero seguí intentándolo añadiendo un dedo más, que forzó en su cara una mueca de dolor. Ante mi parón, me cogió de la mano y me ayudó a que le siguiera haciendo dedos durante un rato. Noté cómo se le bajó la polla, pero no le di más importancia ya que a mi también me pasa a veces cuando me están haciendo trabajitos previos. Cediéndome su sitio, se levantó a coger un condón, así que me levanté también, me la sequé un poco y me lo puse, volviéndome a sentar dentro del agua tratando de mantenerla lo más dura posible. Paco se volvió a meter en la bañera meneándosela y se empezó a sentar en mi rabo introduciéndoselo poco a poco. Su cara era un poema y no paraba de decir: si es que es larga, pero solo un poco más, solo un poco más... Cuando la tuvo totalmente dentro, y su cara estaba más roja que un tomate, empezó a intentar cabalgarme, pero lo hacía tan forzado y tan brusco que aquello tenía poco de excitante, a él de hecho no se le acababa de levantar:
- Marcos... no te enfades, pero vamos a dejarlo, me va más el rollo activo - dijo.
- Sin problema tío, cuando algo no va, no va... -traté de consolar esa cara suya que llevaba la palabra 'decepción' casi tatuada en su mirada.
Así que me senté enfrente suya en la bañera y cogiéndole una mano le animé a que me cogiera la polla, a la vez que yo cogía la suya:
- El reto es pajearnos sin quitarnos la mirada de los ojos y ver quién se corre antes -propuse.
Su polla creció inmediatamente y empezamos a pajearnos mutuamente con una cara de deseo en su cara que lo decía todo. Se mordía los labios sin quitarme ojo y su polla cada vez se ponía un poquito más dura. Pude notar incluso como su leche subía desde aquel peludo par de huevos. Tardó poco en correrse, a mi tuvo que dejarme por imposible, no me corría. No hacía más de una hora desde la vez anterior, y con la semanita que llevaba, una segunda corrida era difícil. Así que él ganó el reto.
Salimos de la bañera con la piel totalmente arrugada, nos secamos y me invitó a quedarme a dormir. Ya contaba con ello, máxime con las horas que eran. Nos tomamos un par de copas mientras intercambiábamos experiencias de cruising y nos acostamos en la cama de matrimonio. En medio de lo contentillos que estábamos por las dos copas, ya tumbados en la cama, Paco soltó algo que lo estropeó todo:
- Sería genial si tu yo tuviéramos algo serio, más a largo plazo, tengo el presentimiento de que podría irnos muy bien - dijo, abrazándome y quedándose dormido poco después ante mi falta de respuesta.
¿Por qué estropearlo todo con una frase así si todo había ido sensacional? ¿Pudiéndonos pegar buenos polvos de vez en cuando, sin más? No pequé ojo y decidí que lo mejor era marcharme de allí lo más sigilosamente posible, así que cuando el reloj marcó las 5 de la madrugada y Paco estaba dormido hasta las trancas, me levanté, saqué mi ropa y me vestí en el salón. Salí de la casa, me dirigí hacia el coche de mi padre y conduje a casa, donde ya sí, dormí como un tronco hasta las 2 de la tarde del día siguiente.
Cuando me levanté tenía varias llamadas perdidas y mensajes en el buzón de Paco, presumiblemente preocupado. No contesté. Ni ese día, ni durante el resto del verano. Realmente no le contesté ni quise saber más de él hasta la Navidad.
¿Para qué forjarle a llevarse ilusiones que nunca iban a cumplirse? Decidí que seguir viéndome con él y follando solo haría que su espera fuera más larga, tal y como había pasado no hacía tanto tiempo con Sergio. La historia no podía repetirse y había que cortar por lo sano, Paco tenía que conocer otros chicos, otros hombres con los que, quizá sí, poner en marcha un proyecto en común. Yo no le quería para eso ni le veía de esa manera. Un hombre como el ahora necesitaba experimentar mucho más, conocer su sexualidad bastante mejor, ver cómo funcionaba con otros tíos distintos a mi. Lo que estaba claro es que yo no era ese prototipo de hombre que pudiera culminar su deseo.
Vaya, vaya. Menuda forma de acabar esta historia, tu respuesta ha sido normal ya que a mi también me hubiese cortado el rollo, aunque yo le hubiese dicho algo, no sé si en persona, de que no quería ir más allá de eso. Supongo que el ya se lo imaginó al ver que no contestatabas.
ResponderEliminarAhora a saber qué contarás en el siguiente capítulo.
P.D. Enhorabuena por haber llegado a los 100 capítulos :).
James
La verdad es que no soy mucho de dar explicaciones cuando veo que algo ha de cortarse por lo sano, creo que en estas situaciones a veces las explicaciones complican todo mucho y hacen dar vueltas a la cabeza a algo que no merece la pena. Me he equivocado a veces y acertado otras, cuando ves que alguien no responde durante tiempo está claro que es por algo, o no? :P
Eliminar100 Capítulos, mi sincera y mojada enhorabuena, también se te veía con ganas de llegar a los 100. Yo sigo tan enganchado como al principio, espero este verano decidirme y tengas una historia para contar contar conmigo.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario! ¿Se me veía con ganas? Realmente no he corrido ni nada por llegar, eh? Aunque desde luego que me alegra que sigáis por aquí leyendo mis historias 100 capítulos después ;)
EliminarFelicidades por las cien entradas. Sólo comentar que en esta ocasión me ha quedado un cierto sabor agridulce. Tengo la percepción de que es bastante común en el mundo gay el que en alguna de nuestras primeras relaciones, nos "enamoremos" perdidamente de nuestra pareja. Y lo malo es que, normalmente, es sólo una de las partes implicadas la que tiene esos sentimientos, así que en muchos casos nos queda una cicatriz emocional. Con el tiempo y los polvos, se va perdiendo un poco esa "inocencia". Y creo que en el caso de Paco es, si cabe, más "triste" que haya tenido que esperar a los cuarentay para vivir esas experiencias.
ResponderEliminar¡Gracias Diego! Coincido contigo, tengo muchos amigos que pasaron por esa situación de enamoramiento extremo siendo muy jóvenes, relaciones que después acabaron y que, al menos durante un tiempo, les dejaron marcados. Paco tenía mucho por descubrir y yo no quise ser el freno a eso, precisamente pensando en que todavía era "joven" y más entonces que había empezado a cuidarse y conseguir un físico realmente bonito.
EliminarPrecisamente eso me ha pasado a mi este verano con 2 bailarines, buena follada y NADA mas.
ResponderEliminarSiempre digo k m pasa x empezar la casa x el tejado .
Bueno, todo depende... ¿no? Hay gente con la que te pegas unos polvos de la leche y no vuelves a saber nada, gente con la sí y gente con la que echas polvos desastrosos que no paran de llamarte. Depende de lo que cada uno busque en cada momento.
EliminarMi más cordial enhorabuena por los 100 primeros post.
ResponderEliminarAlgo nada fácil de conseguir, si no es con constancia y determinación.
A por los 100 siguientes, ánimo ! Te seguiré leyendo ;-)
Hola Marcos, sigo leyéndote y disfrutando tus relatos. Yo descubrí mi sexualidad a los 26 años, pero no fue hasta los 27 cuando me decidí a quedar con un tío. Así sucedió. Experimente mi primera relación sexual. Él, un chico estupendo, tenía bastante experiencia pero mucha prisa, cosa que me agobiaba. Y luego, creo, que a mi también se me quedó aquella mirada y/o cara de decepción al finalizar el acto. El caso es que tardé unos meses en conocer a un chico. Antes tuve encuentros sexuales con un action-man del que terminé colgado sexualmente. Era un tipo tremendo, pero muy de "discreción" y tal, aunque después, descubrí que me había mentido en todo. Bueno, encontré al que hoy es como un "hermano". Nadie me había tratado así y mi poca experiencia y forma de ser hizo que me pillase de él. Sufrí mucho. Pero no tanto como ahora, porque yo aquí me de identifico con Paco. Intuía que lo había encontrado, pero no le gustaba para eso. En fin, una historia más.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, tío. Espero que las siguientes experiencias que tuvieras fueran más satisfactorias en lo emocional. Me ha gustado leerte ;)
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