1 de diciembre de 2016

CAPÍTULO 164: RESENTMENT

Puede que haya pasado una década de aquello, pero aún lo recuerdo como si hubiera pasado ayer. Todavía te miro y no puedo perdonarte. Tampoco lo haré porque nunca has querido ser perdonado. Nunca sentiste que tuvieras que decir que lo sentías, que habías actuado mal. Que actuaste de forma egoísta. 

Por aquel entonces no eras ni una cuarta parte de lo que has llegado a ser. Te conocí porque eras uno de los mejores amigos online del que entonces era mi novio. De hecho, llevabais como dos años hablando por los chats de IRC y, posteriormente, por Messenger. Eras famoso para mi, mi novio te adoraba y siempre hablaba bien de ti, incluso antes de estar juntos, siempre tuvo buenas palabras para ese chavalín dos años más joven, simpático, divertido y encima guapo como pocos, que vivía a cientos de kilómetros, mar de por medio. Veo en mi mente tu primer detalle conmigo: aquella Navidad, cuando apenas llevaba un par de meses con él, en la que por sorpresa recibí por correo postal una felicitación navideña tuya vestido de papá noel. Un papá noel sexy y provocón que mandaba la felicitación con el jersey rojo abierto dejando al descubierto un cuerpo bronceado y fibrado que entonces ansiaba por tener. Y esa sonrisa que siempre has tenido, que acompañaba a la perfección a tus preciosos ojos.

Joder, pues entonces de verdad que el chaval este tiene que ser majísimo. Eso fue lo que me dije a mí mismo aquel día, cuando de verdad te lo digo, me hizo ilusión recibir tu felicitación. Esto empieza con buen pie, volví a pensar. 

Nunca sentí celos por tus conversaciones hasta las tantas de la madrugada con mi novio, por vuestros e-mails, sms, llamadas. No podía sentir celos de algo que había sido normal desde que éramos amigos, desde antes de ser pareja. Tan siquiera sentía celos cuando intentabas provocarle, cuando le decías que eras muy fogoso sexualmente y que te encantaría hacer tríos, que te daba mucho morbo. E incluso ver como una pareja follaba y pajearte enfrente de ellos. Prácticas que incluso hoy en día sigues haciendo públicamente tuyas. Tu y tus eternas insinuaciones. Miles de propuestas veladas de las que nunca me quejé, debido a que el amor que nuestra en persona en común me profesaba era auténtico y me tenía obnubilado.

Hubo una noche en la que le calentaste bien. Creo que nunca supiste que él me hacía partícipe de todas vuestras conversaciones subidas de tono, que para mi no eran un secreto. Le habías dicho que te daría muchísimo morbo estar en nuestra cama una noche y follar con los dos, mamarnos las pollas, pajearnos e incluso probar a que los dos te folláramos. Eras más crío, no habías tenido experiencias y tu lugar, a pesar de ser una capital de las importantes, no era tan gay-friendly como es en la actualidad. ¡Y entonces tu eras hasta tímido! Tan siquiera sé si se lo decías de verdad o solo para cascarte la paja de turno. Desconozco las palabras que usaste en aquella conversación por Messenger, pero el caso es que llegué a la habitación de mi novio y tenía tal calentón que aquella noche follamos cinco o seis veces, tantas que apenas nos salió lefa la última vez que nos corrimos y nos quedamos con el capullo rojo y oliendo a sexo como pocas veces. Las cosas y la energía de no tener ni 20 años. Nunca jamás volvimos a tener una noche tan fogosa. Fíjate cómo sería la cosa que nos llegamos a plantear aceptar un trío contigo si se diera la casualidad. ¡Ey! ¡Que por aquel entonces yo creía en el cuento del príncipe azul! ¡En las relaciones cerradas a cal y canto! ¡El cruising aún no había llegado a mi vida!

Después de eso tuvisteis una época de distanciamiento. Venías a Madrid algún fin de semana y lo cierto es que eras un chaval encantador y con quien me lo pasaba bomba. ¿Y cómo este chaval no tiene novio? ¡Si es un partidazo! Eso pensaba y, fíjate, muchos años después, en el presente, me puedo hacer las mismas preguntas. Nosotros pasamos por algún pequeño bache del que tu solo tuviste noticia de uno. El que más me cabreó. Mi novio te escribió un e-mail para pedirte consejo sobre cómo solucionar nuestro problema y tu, ni corto ni perezoso le contestaste:

"Lo que está muerto, está muerto. Cuando la llama se apaga, no se puede volver a encender. Lo mejor es que lo dejéis".

Así. Sin vaselina. Ante el menor problema, lo mejor es tirar la toalla. Vaya mensaje el tuyo, macho. A mi me aplastó leer aquellas líneas en respuesta al correo en el que mi entonces novio solo te pedía consejo a un problema concreto. Lo que no sabía es que tu intención era otra. Las novedades que estaban por llegar unos días después me lo aclararían.

Así, llegó la noticia de que te mudabas a Madrid en unos meses y querías compartir piso con mi novio, que claro, como él tampoco era de la capital y estaba en una residencia de estudiantes de la que estaba más que harto, pues era perfecto. Y, por supuesto, no entraba en tus planes tener que compartir el tiempo de mi novio. Lo querías para ti en exclusiva, porque sabías que se pasaba de viernes a lunes en mi casa e, incluso, algún día de diario también. ¿Y qué ibas a hacer tu solo, verdad? EGOÍSTA. Afortunadamente, el pequeño bache se resolvió con normalidad y yo seguí adelante como si esas palabras tuyas nunca se hubieran producido. 

Solo os quedaba buscar un piso y una persona más con la que compartir gastos.

Y de todo eso me encargué yo. Lo sabes. Yo busqué el piso, yo lo fui a ver, yo hablé con las dueñas, yo negocié el precio, yo os busqué a un compañero de piso ideal, yo os contraté los suministros y vosotros os encargasteis de lo fácil: el contrato listo para firmar. Un buen piso, un buen precio, un barrio humilde de la capital, bien comunicado: metro, renfe y autobuses a cinco minutos. En aquel verano que te viniste en julio a firmar, recuerdo que empezabas con el que fue tu novio durante muchos años. No querías que se supiera en la comunidad de amigos de la que formábamos parte y sabes que, de no ser por mi, se habrían enterado todos los que no que no querías que se enteraran. Joder, macho, en un mes te hice un montón de favores por lo que jamás pedí más que tu amistad y simpatía. Por los que jamás tuve un GRACIAS MARCOS. Pero sabes que a mi eso no me importaba.

Después todo empezó a torcerse. Descubriste que en Madrid tenías que hacer más cosas que salir de fiesta. Tus padres te exigían que estudiaras. Empezaste una carrera que odiabas, pero la empezaste por la presión familiar. No coincidías en el piso con mi novio, ni con el otro compañero, así que me contabas a mi lo que estabas pasando. Me contabas que querías dejar la carrera y yo escuchaba. Nos encontrábamos en el metro y nos íbamos a tomar café, para que tu te desahogaras. Las cosas entre tu y mi novio no estaban como habíais pensado. La razón es que te pasaste de frenada. Tu o el otro chaval con el que compartías casa. O los dos. Pero la comida de mi novio, pagada por mis padres en casi su totalidad, desaparecía de la nevera por arte de magia. Y eso, ya lo sabes, creó muchas tensiones. Tantas que os cruzabais por la casa sin miraros. Tantas que el día que dejaste la carrera, tus padres te cortaron el grifo y tuviste que volver a tu ciudad, no os despedisteis. ¿Y quién te acompañó al aeropuerto? Haz memoria. Sí, efectivamente, Marcos. El mismo que te fue a recoger en tu llegada unos meses antes. El mismo que olvidó tu egoísmo y tu mala fe y te trató como uno más de la familia. Como a un hermano.

Es en este punto donde me fallan los recuerdos. Creo que te reconciliaste con mi novio porque le pediste perdón en una carta sincera unos meses después. A mi nunca me llegaron tus disculpas, ni tu agradecimiento. Es más, de ti recibí el más puro pasotismo.

Después, cuando vuestra relación era casi inexistente, mi novio y yo lo dejamos para siempre. Pero eso hoy no toca. 

Llegó tu mudanza, durante el curso escolar, a las tierras del sur de donde era tu novio, diste con la carrera universitaria adecuada, hiciste un máster, volviste con tus padres, lo dejaste con tu novio y te pasaron cosas malas que no voy a contar aquí. Y siempre tuve palabras de aliento para ti, aunque la distancia estuviera por medio, aunque no nos viéramos prácticamente nunca, aunque sintiera dentro de mi que no te lo merecías. Nos seguíamos viendo cuando venías a Madrid e incluso nos hiciste de guía cuando fui a conocer tu ciudad natal. Y entonces surgió tu tímida estrella.

Hoy soy un mero número más en los casi diez mil seguidores que tienes en Instagram y tus cientos de amigos en otras redes sociales. Compartimos algún grupo de Whatsapp y poco más. No soy nadie significativo en tu vida, ni tu lo eres en la mía. Pero fíjate, consigo sacar tiempo aún hoy en día para animarte cuando nos haces partícipes de tus neuras

Sin embargo, en las pocas veces que coincidimos en persona, en las que siempre evitas sostenerme la mirada durante más de dos segundos, o cuando veo algún "directo" tuyo en Insta y me sumerjo en tus ojos no puedo evitar sentir que no te he perdonado. Que pude haber olvidado, pero jamás perdonado. No porque sea una persona rencorosa, sino porque es muy complicado poder perdonar a alguien que nunca ha querido ser perdonado. Que nunca ha sentido que tuviera que disculparse por su mala fe. Que nunca valorara todo lo que hice por él, mucho más de lo que esos falsos amigos con los que salías de marcha hicieron. Pero claro, en aquel entonces ellos eran más guays y os gustaba ser los guays de la discoteca Cool. ¿Qué te queda hoy de ellos? 

Sí, se que te has rodeado de buena gente que te apoya. Que tienes amigos auténticos tanto allí en tu ciudad natal donde sigues, como aquí en Madrid, ciudad que te ha acogido por temporadas. Fíjate, aunque probablemente no lo sepas, hemos tenido folla-amigos en común a los que ambos nos hemos tirado (en ocasiones separadas, claro). Y se que no eres mala gente, que tienes buen fondo. Por eso, querido conocido, porque no puedo llamarte amigo, espero que durante estos años hayas aprendido a pedir perdón a aquella gente a la que hayas hecho daño, consciente o inconscientemente. Supiste hace años que aquello me dolió y te dio igual, por eso digo, que espero que hayas aprendido. 

No te confundas, siempre te apoyaré en aquello que hagas y siempre hablaré bien de ti y de tu talento. Llegarás lejos, te lo dije hace diez años y te lo digo ahora, en estas líneas que no se si alguna vez leerás.

Que los focos y los escenarios no te nublen y que recuerdes que es con el pasado con el que se forja el presente que determinará nuestro futuro. 





Booty all out, tongue out her mouth, cleavage from here to Mexico
She walks wit a twist, one hand on her hip, when she gets wit'cha she lets it go
Nasty put some clothes on, you look to' down
Nasty don't know why you, will not sit down
Heels on her feet, swear she's in heat, flirtin' wit every man she sees
Her pants hangin' low, she never says no, everyone knows she's easy
Nasty put some clothes on, you lookin' stank
Nasty what's your problem, you should be ashamed



22 comentarios:

  1. Menuda entrada para empezar el mes.

    No sé qué decir. No sé a quién va dirigida esta entrada. ¿Es alguien del que has escrito alguna experiencia en este blog? Lo has dejado en el aire :S. Dejas claro que aun sigue en tu vida, que es "famosillo" por las redes sociales y teneis un grupo whatsapp común, eso último no sé si contínua así o fue hace tiempo. Espero que lo dejes claro próximamente jejeje.

    Feliz día del "Sindrome de Inmunodeficiencia Adquirida" o... simplemente... ¡¡Feliz día del SIDA!! ^^.



    James

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    1. Lo del grupo de Whatsapp sigue en la actualidad, es lo que tiene formar parte de un mismo grupo de amigos... Nunca había hablado de esta persona antes, pero no será la última vez que le mencione, aunque sí la última entrada dirigida a él en exclusiva.

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  2. Uff, pues es verdad, vaya entrada...no sé.tal como lo cuentas tú no le debes nada a este tipo y él si tiene mucho que deberte a ti, y aunque no se trate de hacer cuentas sobre quien hizo más por quien, estoy seguro que más tarde o más temprano cuando haga balance personal de la vida y de las cosas que importan, va a valorar lo que has hecho por él en su momento como se merece. Aunque a ti no te importe un pito que pueda llegar a hacerlo, jeje, pero al final el tiempo pone todo en su sitio, da a cada uno lo que es de cada uno y a él le dará la oportunidad de reflexionar seguro sobre la gente que ha conocido en el pasado y lo justa o injusta que pudo ser en su relación con los demás.
    Tú eres un tío muy majo, a él ya se lo demostraste sobradamente y lo demás, ¡qué importa!
    Un abrazo y ten buen fin de semana, más que majo, Que si hay algún motivo para que hayas tenido que escribir esto y dedicarle un poco de tiempo a este sujeto, verás como al final no tiene importancia y pasado mañana vas a darle a lo vivido y a él el valor que tiene y que te han demostrado, que es más bien poco.

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    1. Te agradezco mucho tus palabras. Lo cierto es que esta entrada viene en modo desahogo, no ya tanto como ajuste de cuentas, sino más bien como algo que quería expresar de forma directa y que se que tarde o temprano acabará leyendo. El morbo le puede y es cuestión de tiempo que de con ello.

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  3. Y si, simplemente, le olvidas ? No le debes nada y no te aporta nada.

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    1. Olvidarle es difícil cuando tenemos tantísimas personas en común y nos vemos obligados a vernos cada cierto tiempo. Digamos que esta entrada representa algo que nunca le dije tan a las claras y que debí haber hecho. Así me lo saco de dentro y se acaba la historia.

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  4. Madre mía, esto es una carta abierta en toda regla dirigida a no sé muy bien quién.
    Espero que se dé por aludido porque sino habrá servido de bien poco.
    Saludos Marcos.

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    1. Se de por aludido o no, a mi me ha servido de mucho, te lo garantizo. Pero se dará por aludido, eso seguro.

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  5. Este post reafirma la impresión que siempre me has dado, que eres un tío auténtico que valora mucho a los suyos y lo da todo por ellos y como mínimo esa persona no supo estar a la altura.

    En cualquier caso y si me permites el consejo, no tengas en cuenta las cosas malas que te han pasado a la hora de conocer a la gente que llega detrás porque cada persona es un mundo y que te fuera mal con una persona, con dos, con cinco o con cincuenta no quiere decir que te vaya a pasar con todos. Que no te hayan sabido valorar no quiere decir que te vaya a pasar siempre y si notas que te va a pasar con alguien, entonces está más que justificado que te apartes de esa persona.

    Vaya chapa te acabo de soltar, hijo, espero que no te lo tomes como una bronca porque surge desde el aprecio.

    Abrazotes.

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    1. Lo que al final pasa con estas cosas y experiencias, Christian, es que te acaban haciendo más duro a base de palos, tu corazón se endurece y acabas siendo mucho más desconfiado de lo que un día fuiste. Pero en fin, esto es algo que tenía pendiente hacer y sirve para que entendáis nuevas entradas que están por llegar. Para nada me lo tomo como una bronca!!! Al contrario. Un abrazo.

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  6. Joder, cuanta entrada en poco tiempo. Memos mal que se me ha ocurrido entrar. Yo si pillo a alguien así le respondo con indiferencia. Tu todavía estás resentido y por salud propia no deberías. Saludos, Marcos, desde tu paraíso, más verde y lluvioso que nunca. ;)

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    1. Se me ha olvidado firmarlo: HE ;)

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    2. Te dije que quizá me escapaba por allí para diciembre, pero al final no ha podido ser. Veremos si en enero. No lo calificaría como resentido, sino como algo que tenía pendiente expresar y sacarme de dentro. Ya no importa.

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  7. Definitivamente me encanta tu blog y me encantas tú. Siempre he pensado que nos parecemos un poco y con esta entrada, puedo ver que el valor a la amistad es muy importante para ti, como también lo es para mí. Ojalá pueda conocerte algún día Marcos, un saludo.

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    1. La amistad es muy importante para mi, considero a mis verdaderos amigos como hermanos y así los trato, con eso te digo todo. Un saludo, extremeño ;)

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    2. Se me olvidó decirte, que Beyoncé es mi cantante favorita y adoro a Destiny's Child :P

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  8. Es lo más personal e íntimo que he leído de cuan abigarrado y extenso blog, Marcos.
    Queda muy de manifiesto la persona que eres, un buen tío ¡!! Con valores y entrega a los demás, sin exigir demasiado.

    Tengo la impresión, y habiendo mar de por medio, que este mensaje en una botella le llegará antes o después.
    Saludos

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    1. Gracias por tus palabras, Juan. Sí, si me decidí a publicar esta entrada es por dos razones: porque la necesitáis para entender futuras entradas y porque se que el mensaje acabará llegando. Un saludo.

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  9. Joder Marcos hoy me has hecho llorar en el recuerdo. Me hiciste recordar a Fer, un tío genial de Valladolid al que no supe o no pude corresponder. El era mayor que yo y me enseñó mucho en cuestiones de libertad y amor, me enseñó a ser libre, a besarlo por la calle a ir de la mano, a compartir una copa, a disfrutar de un espectáculo en el Liber3
    Me pidió mil veces ser su novio pero, yo no podía o no estaba preparado y sólo podía ofrecerle mi amistad
    Fer, si por casualidad lees esto, me acuerdo mucho de ti y no son pocas las veces que te hecho de menos
    No quiero que te pase como a a Marcos; gracias guapo. Siempre tuyo: Ruli.

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    1. Me alegro de que te puedas identificar con mis historias. Espero que tu mensaje llegue a la persona destinada. Un saludo.

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  10. Vaya sorpresa, y yo que pensé que ya habías dejado de escribir tu blog. Bueno, no sé qué decirte respecto a lo que cuentas. A veces pues uno se obsesiona o encapricha con personas que sabes que no te van a corresponder, quizás deberías de dejar de seguirle en redes sociales e intentar olvidarle, el tiempo pone todo en su sitio. Y aunque no sé si será el mismo famoso del que hablabas en otra ocasión, en su descargo debo decir que las personas que tienen una vocación artística muy fuerte tienen un objetivo de éxito que les hace buscar constantemente atención incluso de una forma inconsciente... es su propia naturaleza, quizás no actúan con maldad y el hecho de no alcanzar su objetivo les sume en una profunda ansiedad y tristeza. En definitiva, que son un poco diferentes a los "civiles". Besos cuídate

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    1. ¿Dejar el blog? ¡Eso jamás! Podré estar más o menos liado, actualizar con más o menos frecuencia, pero no tengo planes de dejarlo en el corto plazo, así que no dejes de pasarte.
      Por otro lado, no, el mensaje no va destinado al famoso con el que estuve enrollado, nada tiene que ver, son historias totalmente diferenciadas. Y, sí, comparto totalmente lo que dices de las personas con vocación artística, es un prototipo que ya he visto en más de uno. Gracias por comentar.

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