30 de abril de 2014

CAPÍTULO 68: EL FANTÁSTICO TONY

Hoy os voy a hablar de otro de los clásicos de las zonas de cruising de la Vega Baja que frecuento. Fue casi de los primeros que conocimos de vista de la zona y después por las aplicaciones de ligoteo, además suele frecuentar la zona habitualmente y sin importar la fecha del año en la que se encuentre. Recibe muchos motes, según nos han contado, que pasan por Antoñita La Fantástica, La Antonia, El Tragón, El Ojitos y un largo etcétera. Para nosotros siempre será El Fantástico Tony

Las primeras veces que coincidíamos con el nos daba mucho coraje, ya que como sabéis, suelo ir de cruising con Sergio o Dani, o con los dos a la vez y, seamos sinceros, hay mucha gente a la que esto no le gusta y prefieren buscar a un chico solitario. Tony es un chico jovencito, no se si superará los 27 años, delgado, en proceso para estar ligeramente fibrado, guapete, con buen culo y polla normalita. Aparte de todo esto es simpático y lanzado, dos características que vienen muy bien en este tipo de encuentros. Y digo que nos daba coraje porque nos "quitaba" a muchos tíos con los que realmente nos apetecía pasar un buen rato. Siempre recordaré una anecdota con un chulazo de Torrevieja:

Le llevábamos tiempo viendo por El Moncayo: un chico bastante alto, más de 1,90, delgado, fibrado, guapo, con pelazo y actitud. Nos daba mucho morbo e intentamos ir detrás suya en numerosas ocasiones sin poder conseguirlo. Había mucha rivalidad por ver quién se llevaba a ese tiazo, tanto que en cuanto llegaba a la zona, la mayoría de los tíos empezaban a seguirle con sigilo, lanzar miradas, sonrisas, bajarse a la pinada... en fin, lo que hiciera falta por ser el elegido que tendría un rato de sexo con él. Llegó un punto en el que Sergio y yo dábamos por hecho que era nuestro, pero tras perderle un par de minutos de vista, nos topamos con Tony arrodillado en la pinada recibiendo la polla dura de este tío en su boca y mamándola con unas ganas y una técnica bastante lograda. Nos rendimos y nos sentamos en la caseta. Al poco rato salió el chulazo abrochándose los pantalones, montándose en su coche y largándose. Sólo quería una mamada y Tony había sido la boca agraciada. No volvimos a verle por allí.

¿Os acordáis de la historia que os conté acerca de La Pareja de Sitges?  Pues aparte de Dani, en otra ocasión del mismo verano, Tony tuvo la suerte de ser follado por uno de ellos en condiciones muy similares a las que lo fue Dani. Empotrado en un árbol, con las piernas separadas y recibiendo esos 20cm de polla sin la más mínima queja o pestañeo que indicara que Tony estuviera sufriendo lo más mínimo. Primero, Tony se arrodilló a comerle la polla, después el tío empezó a estirarse para jugar con su culo, se susurraron algo al oído, Tony se bajó el pantalón y el otro con lapos varios se lo empezó a trabajar. Tuvieron problemas porque ninguno de los dos llevaba la protección debida, pero con tanto mirón no fue difícil encontrar a alguien dispuesto a prestar una gomita. Se colocó el capuchón y empezó a insertarle ese gran capullo que tenía, para poco a poco irle metiendo el resto de su miembro y terminar follándoselo con embestidas intensas. La decepción vino cuando finalmente el de Sitges, para culminar, sacó su rabo y se cascó una paja delante de todos.  Ese fue el día que supimos que a Tony le iba más el rollo pasivo. Fue todo un show, con alrededor de 15 tíos mirando como el catalán se follaba al valenciano con fuerza y rudeza, penetrando en su culo como quien pasea por la calle. 

Sin embargo, entre Tony y nosotros nunca pasó nada. Y mirad que coincidimos veces, que nos hemos visto mutuamente desnudos... pero siempre ha habido algo en él que no nos ha acabado de convencer, e intentos por su parte ha habido infinitos, hasta que imagino que cansado de nuestra indiferencia o nuestra falta de señales, prefiere ir a por otros objetivos.

¿Os ocurre a vosotros? ¿Ver a alguien frecuentemente en sitios de cruising u otros lugares de ligoteo con los que sabéis que nunca pasará nada pero existe cierta cordialidad cuando os veis?

23 de abril de 2014

CAPÍTULO 67: LOS 'APAÑAOS'

Corría un día extremadamente caluroso en la Vega Baja del Segura, de esos días donde el sol aprieta tanto que pese a estar ya un poco bronceado ni la protección de nivel 30 te protege al 100% de la radiación solar. Para mitigar el calor, qué mejor que un día de playa en El Rebollo para darse unos bañitos en las más que templadas aguas del mediterráneo y luego, si el calor seguía apretando, meterse a la pinada a cobijarse bajo alguna sombra a la espera de cazar algún chulazo con el que pasar un rato de entretenimiento. 

A finales de julio es cuando esta playa se encuentra en su punto más álgido, repleta de personas, parejas, grupitos de amigos, de amigas, mixtos... lo que te da pie a mirar a unos lados y a otros, conocer gente de buen rollo y siempre tener alguien de quién comentar. A media tarde él se cruzó en mi mirada: un adonis de unos 35 años con un cuerpo digno de ser tallado en escultura como al David, escultura de Miguel Ángel: perfectamente fibrado, sin un pelo, piel ya bastante bronceada, castaño claro, ojos miel, sonrisa perfecta, culo en su sitio y una dotación generosa (recordad que esta playa es mixta de nudista y vestido). Esa tarde había ido con Dani y nada más ver mi mirada cuando pasó aquel chico esta frase salió de su boca:

- Señoras y señores, Marcos ya tiene objetivo para follar entre los pinos. No se lo pierdan - dijo como simulando ser el comentarista de una jugada deportiva.

El chico en cuestión se dio un baño corto y salió a secarse y tomar el sol. No desaproveché el tiempo para echarle unas cuantas miradas lascivas a las que encontré respuesta: con disimulo el chico empezó a tocarse y se quedó empalmando mostrando una polla digna de ser vista con unos 19 cm de longitud y la anchura justa. Ya estaba todo dicho, sólo faltaba por ver quién era el encargado de dar el primer paso y meterse para adentro. 
Así que, dado que Dani aún no había encontrado plan, me puse las chanclas y me metí a las dunas cogiendo el camino para llegar al foro, como se conoce el sitio de cruising de esta playa. Me cobijé bajo una sombra y sólo quedó esperar. 

Pasaron unos 7 u 8 minutos cuando mi particular adonis pasó por allí, delante de mí, haciéndome una señal con la cabeza para que fuera detrás suya. Me llevó siguiéndole durante un trecho más o menos largo en una zona que se tornaba un poco más difícil dado que la densidad de pino bajo era más amplia. Llegó un punto en que le perdí, no veía ningún movimiento alrededor y seguí andando metiéndome más al fondo en la pinada por pura inercia. Seguí mi camino unos 10 minutos hasta que me chistaron con insistencia, me acerqué a la procedencia del ruido y me encontré con el pastel: el adonis estaba follándose a un viejo que fácilmente rozaría los 70 años, muy pollón, pero con el cuerpo caído y arrugado, como viene siendo habitual a estas edades. 

- Qué pasa tío... no te quedes mirando, ven y únete. Somos pareja y no follamos por separado, lo que quieras tiene que ser con los dos - dijo el adonis sacudiéndose su deliciosa polla a modo de reclamo - somos muy versátiles.

Me quedé un poco así como en shock y mientras miraba, se escupía en la polla, me miraba con deseo y a pelo se la clavaba entera a su pareja, sin la mayor contemplación y sin quitarme la mirada de los ojos, que esperaba apoyado en un árbol con el culo en pompa para recibir todo el 'cariño' de su amante.

- Lo siento tío, no me va este rollo, una pena porque estás muy bueno. Pasadlo bien - dije, mientras ponía camino de vuelta a la playa con sensación de decepción.

Al llegar a la playa, con la cara totalmente desencajada, Dani estaba hablando con otros dos chicos y según me iba acercando se empezaban a partir la caja de risa. Por lo que nos contaron, esta pareja siempre actúa de la misma manera: el joven con el cuerpazo hace de reclamo y se liga a un tío joven y buenorro, lo pierde por la pinada, donde le espera su anciana pareja, se ponen a follar y muchos tíos acaban "cayendo" en la trampa y por hacérselo con el chulazo, pasan por el trago de liarse con el otro. No fue mi caso. Por lo visto el mayor luego es muy baboso, de los que te tocan, te chupan, te besan y no paran de sobarte, que casi participa más que el joven. 

Pasado un rato de aproximadamente una hora salieron de nuevo a la playa, se tumbaron juntos y empezaron a darse masajes el uno al otro, quedándose los dos empalmados, medio pajeándose y jugando sexualmente delante de todo el mundo sin la más mínima vergüenza: te la toco por ahí, me la meto en la boca por allá, te enseño el culo por el otro lado... Que vale que es una playa donde acuden homosexuales, bisexuales, hetero... muchos de ellos buscando tema y otros para simplemente pasar una buena tarde. Y bueno, tanto a un lado como a otro, hay familias que pasan por la orilla dándose un paseo lo que consideren. En resumen, que para eso está la pinada. Como por allí ya eran viejos conocidos nadie entró en su juego y, al menos ese día, se marcharon con las mismas que habían llegado.

Después nos contaron 3 chavales de la playa que ellos les bautizaron como "el apañuco", aludiendo a posibles razones económicas por las que aquel chulazo estaba con ese señor; pero bueno, esto no deja de ser pura rumorología. 

El caso es que me había quedado con ganas, ya pasaban de las 20h y el calor iba mitigando poco a poco. Me metí en la pinada con Dani y a pocos metros de cruzar el foro nos encontramos con una especie de orgía en la que a un pasivo apoyado en un seto se lo iban turnando entre 5 tíos, todos ellos con la debida protección. No me preguntéis cómo pasó, pero cuando me quise dar cuenta viendo la escena, que me había empalmado de lo lindo, tenía a Dani de rodillas comiéndome la polla. Sin una palabra, ni un comentario, sólo con la aprobación de mi mirada, siguió mamándomela mientras yo miraba cómo se follaban al pasivo por turnos hasta que me corrí en su boca. Qué boquita tenía el cabrón. Hacia tiempo que no tardaba tan poco en correrme, me quedé tan relajado que cogí a Dani de la mano y me lo llevé a una especie de pradera bajo pinos que quedaba más adentro y allí nos quedamos tumbados un buen rato. 

Al final la tarde no había estado tan mal.

22 de abril de 2014

SEMANA SANTA 2014

Ante todo, disculpad por este periodo de 15 días sin tener noticias mías por aquí. Como os comenté, he pasado unos días por Alicante viviendo experiencias bastante intensas y repitiendo con alguno de los hombres que ya habéis leído por aquí. 

Tanto en la Playa del Rebollo como en El Moncayo hemos encontrado tema, que ya os contaré, ya que de momento prefiero seguir con el orden cronológico que he ido llevando hasta la fecha o quizá intercale alguna historia. Os hago un resumen:

- Chaval de 21 añitos que se lió con Sergio y conmigo en El Moncayo, pollón y de vida pública hetero.
- Chico de 30 años activo, cañero y agresivo en El Moncayo y después en su casa. 
- Cuarta quedada exprés con el ejecutivo en mi casa.
- Pareja descompensada con los que no llegamos a cuajar en El Rebollo.
- Quedada con uno de los "anónimos" del blog en El Rebollo, con los otros dos me quedé sin tiempo como ya os dije por e-mail. Habrá más oportunidades.

Espero poder daros una buena entrada en breve. ¡Gracias por seguir ahí!

 

10 de abril de 2014

CAPÍTULO 66: DESPEDIDA DE SOLTERO "CANI"

Son las 11.15 de un miércoles. Me despierto de mala leche porque hay algún subnormal en la calle a la que da la terraza de mi casa tocando la bocina del coche sin parar. Como no para, me decido a salir a la terraza, sin vestirme ni nada, para darle un par de voces y ver qué pasa:

- ¡Marquitos! No me jodas que estabas sobado aún - grita una voz familiar.

Cuando consigo despegar los ojos veo a Dani a bordo de un flamante y nuevo Citroen C4 negro. Se había sacado el carné de conducir hacía unos meses y sus padres le habían comprado ese coche en un concesionario cerca de Alicante que estaba bastante bien de precio.

- Ya tenemos buga para nuestras aventuras, tío. Bájate y te doy una vuelta - propuso Dani.

Sabía que este momento tenía que llegar y también era consciente de las ventajas que para nuestras andanzas suponía contar con un coche: posibilidad de ir a los sitios de noche, de explorar nuevas zonas de cruising, etc. Sonaba tan interesante y teníamos tantas ganas de estrenarlo que esa misma noche nos fuimos a la caseta con él. 
Se nos hizo raro llegar en coche, pero lo cierto es que un trayecto que nos solía llevar entre 30 y 45 minutos, lo habíamos cubierto en apenas 5. Recuerdo que había como 9 coches y nosotros nos unimos a la fila. Dani se metió enseguida en la pinada a buscar rollo y yo me quedé sentado en el bordillo de al lado de la casa. Como os he contado en otra ocasión, no me gusta mucho la caseta de noche porque apenas se ve nada... y el sexo a ciegas me da reparo. 

Me fijo en un chaval apoyado en un Ibiza rojo con música bakala puesta: 1,75, delgado, tirando a fibrado, camiseta de tirantes blanca ceñida, oros al cuello y en los dedos, pelo de punta rapado en los laterales y pinta de cani brutal. Tendría unos 23 años. Pasan como 20 minutos, se enciende un cigarro y se acerca directamente a mi sentándose a mi lado y ofreciéndome unas caladas de su cigarro, que en realidad era porro. Lo rechacé porque no fumo y empezamos una conversación de los más normal que derivó en toda una declaración de intenciones:

- Mira tío, estoy aquí porque en mi grupo de colegas se casa con su piba uno en un par de semanas y queremos darle una buena despedida - introduce el bakala.
- Sí... - digo un poco confundido.
- La cosa, tío, es que a mi colega le van también los rabos... sobre todo tener un chavalito así de gimnasio que le coma el rabo y se someta un poco - continuó.

A continuación me enseñó varias fotos del sujeto en cuestión y de sus otros 3 colegas, todos cortados por el mismo patrón: canis madrileños de barrio, chandaleros, con cordones de oro, piercings y chuletas. Aparte de darle la sorpresa a su colega buscaban un bukkake: tener a un tío de rodillas, ellos alrededor y darle rabo por turnos. 

A mi la cosa me extrañó en principio, pero el tío me dijo que yo entraba dentro del prototipo que buscaban, que no les iban las locas y me dio su teléfono para que le diera una respuesta lo antes posible, ya que tenían que organizarlo en la casa que tenían libre en Torrevieja. La situación me produjo un morbo tremendo, porque este tipo chicos me vuelven loco literalmente. Y además, ya hacía tiempo había rechazado tener una especie de bukkake en la caseta. De tal modo, que al terminar Dani su polvo entre los pinos le conté lo que había pasado:

- Bah tío... si quisieran pegarte o algo ya lo habrían hecho, no te dan su teléfono sólo para hacer una encerrona. Yo me arriesgaría, qué morbazo - dijo.

La idea era tan tentadora que esa noche me la pasé empalmado sólo de pensar en lo que podría ocurrir: tener a 3 o 4 canis chandaleros dándome caña. Me lo pensé un par de días y, al tercero, le llamé. Christian, que así se llamaba el del Seat Ibiza, se alegró bastante de la llamada y me dijo que lo preparaban todo para el sábado siguiente, que el novio en cuestión no sabría nada, a modo de sorpresa y me preguntó que, en el caso de surgir, si me dejaba dar por el culo. Le dije que eso dependía y contestó ah, va, va, tío, sin agobios. El resto de amigos eran el Chino y el Balbi. El que se iba a casar era el Jhonny. 

Mientras el día se acercaba nos mandábamos algún Whatsapp para concretar hora y dirección, aunque finalmente Christian y el Chino vinieron a buscarme en coche. Le llamaban chino porque, aún siendo español, tenía los ojos rasgados. Primero me llevaron a una especie de descampado donde conocí a toda la panda, todos ellos con su correspondiente gorra del revés. La verdad es que iba acojonado, como se pusieran a darme de ostias me mandaban directo al hospital, ya que todos tenían cuerpos bastante decentes y esta actitud de chuletas de barrio. Pero lo cierto es que fueron majetes, había buen rollo y eso me tranquilizó, no se habló de sexo hasta el final y ya me comentaron que salvo al Jhonny, a ninguno se la había chupado nunca un tío y que para ser maricón no se te nota nada tío. Después, repartidos en dos coches, fuimos a un chalet y me hicieron esperar fuera. Me mandarían un Whatsapp para entrar y podía esperar dentro del Ibiza de Christian, con las llaves. Ya ves tu cómo sería, que me dejó las llaves de su coche sin conocerme de nada.

La espera fue larga. Yo ya pensaba que se trataba de una broma, porque al menos pasó una hora esperando en el coche de este chaval. Hasta que sonó el teléfono: "Entra y le encontrarás desnudo, le hemos puesto una porno y la tiene dura, lánzate a por ella. Y ciérrame el coche!!!". Vamos, que no iba a haber preámbulos de ningún tipo. Efectivamente allí entré y me encontré en el salón a toda la panda en calzoncillos de lo más variopintos y al Jhonny en un sofá medio recostado con una especie de antifaz, con un ambiente enviciado de los porros, la polla dura como una estaca y una porno de corte bi en la tele. Había varias botellas de Four Roses también. Lo primero fue quedarme igual que ellos: en gayumbos. Y mandándome callar como para no hacer ruido, directamente me colocaron enfrente del Jhonny y me forzaron a arrodillarme. El Jhonny estaba bastante delgado, pero marcando formas y con una polla circuncidada de unos 17 cm, de estas que acaban como en punta, y un buen par de huevos. Me acerqué y, sin pensarlo mucho, me la metí en la boca saboreándola con mimo y delicadeza.

- ¡Ostias! ¡Quién cojones me la está chupando tíos! - decía, mientras apretaba los puños de gusto.

A los 40 segundos le quitaron el antifaz y cuando vio a un tío chupándosela, no trató de hacerse el loco, más bien me miró, se relajó y se recostó contra el respaldo del sofá diciendo:

- A este le vamos a poner fino.

Lo siguiente que recuerdo es que el Balbi, un chico moreno con el pelo casi rapado, cachas y facciones duras, se acercó por mi izquierda, se bajó el calzoncillo y sacó su polla tiesa de unos 19 cm, gorda y sin circuncidar, invitándome a mamársela. Me lancé a por a ella a la vez que el Jhonny se incorporaba y colocándose al lado de este otro, me hacían turnarme con las dos pollas. No faltó tiempo hasta que tuve un círculo de 4 pollas alrededor de mi. El resto eran normales, entre los 14 y los 16 cm, con distintos grosores, unas operadas y otras no; pero todas aseadas, eso sí, y cargadas de tensión. Llegó un punto en el que me acabé de encontrar cómodo, con nervios fuera y empecé realmente a disfrutar de ello: les comía sus pollas con firmeza, les lamía los huevos, les ponía sus manos en mi cabeza para que me turnaran como les diera la gana y lo cierto es que me harté de polla todo lo que quise y más. Incluso la mandíbula me llegó a doler y a dar algún tirón, cosa que no me había pasado hasta ese momento. Me habría encantado grabar el momento de tener a 4 canis haciéndome un círculo y gimiendo mientras les comía el rabo. Eso sí, entre ellos no se tocaban apenas nada, salvo el Jhonny, que aprovechó para hacerle una paja al Balbi cuando pudo. Seguí comiéndoles el rabo un buen rato, hasta que Christian dijo que se iba a correr, momento en que paré, me medio tumbé boca arriba y les invité a que me echaran toda la leche. Algo que fue bastante a destiempo, de unos a otros, hasta que el círculo no fue tal, ya que se iban corriendo en mi torso y se iban al sofá a fumar. Cuando todos menos el Jhonny habían terminado, le dije que dejara de tocarse, que para él tenía algo más y que me llevara al baño. Allí me miré al espejo y estaba recubierto de lefa como nunca lo había estado, me limpié en el lavabo como pude, vi que tenía los labios más rojos que nunca, y salí. Me llevó a una habitación, y le hice ponerse el antifaz y tumbarse boca arriba.

Tenía la polla cubierta de líquido preseminal y me costó más de la cuenta ponerle el condón. Me puse encima suya e intenté meterme su rabo, pero me costó bastante, no se si por la tensión del momento o qué; pero el caso es que cuando conseguí que me la metiera, le quité el antifaz y tenía los ojos desencajados, empecé a cabalgarle deprisa y a la sexta o séptima sacudida se corrió. Así que fue una follada corta. Lo bueno es que me vio con la polla tan dura que con fuerza me quitó los calzoncillos y me la empezó a mamar de forma muy torpe, debía de ser su primera, pero yo estaba tan caliente que no me hizo falta mucho para correrme y lo hice de forma generosa y en su boca. Lo escupió en un vaso seguido de: lo estoy flipando tío, lo estoy flipando, eres un puto dios. Total, "después de", estábamos ahí los dos en bolas y empezó a contarme que desde siempre le han molado los tíos, pero también las tías y que había sido una despedida de soltero brutal. Al salir de la habitación ya estaba toda la panda vestida con sus bañadores y camisetas de tirantes:

- Eres un crack Marcos tío, la primera vez que nos la come un maromo y salimos flipaos todos - me dijo el Balbi.

Se quedaron un poco estáticos, como muy relajados, como si estuvieran en las nubes y Christian se ofreció a llevarme a casa:

- Si alguna vez tienes algún problema con alguien, danos un toque y partimos la cara a quien sea. Eres to legal, tío - dijo.

Un apretón de manos un tanto extraño y aquella vez fue la última vez que le vi, tanto a el como al resto de los chavales. Eso sí, es una experiencia que jamás olvidaré y de las más morbosas que he vivido.



7 de abril de 2014

CAPÍTULO 65 - 2x1: EL MENTIROSO DEL NORTE Y OSQUITAR "EL DESEQUILIBRADO"

La semana que viene, si todo va bien, estaré en tierras alicantinas viviendo experiencias que luego compartiré con vosotros. Por si no puedo actualizar mucho, hoy os dejo una doble entrada relacionada con vivencias a través de Grindr y Bendr.

El Mentiroso del Norte.

Nos entra un tío por Bendr que tiene cuatro fotos puestas: una de cara, otra de cuerpo, la tercera de cuerpo vestido y la última de espaldas. El chico es majete, salvo porque tiene cara de muñeca o de porcelana, ante lo que le pregunto si tiene pluma. Me dice que no. Pelo a media melena cuidado. Vamos bien. La foto de torso muestra un cuerpo muy fibrado, moreno y apetecible hasta decir basta. Y el resto se le ve bien. Le mando las fotos mías y de Sergio y le gustamos. Son las 2 de la madrugada, pero vive a 10km y quiere quedar. Por nosotros no hay problema ya que tenemos la casa de Sergio. Le preguntamos qué tal va de rabo:

- Os vais a hartar de polla, pero no tengo fotos - responde.

Aunque la única cosa que nos tira para atrás son los penes muy pequeños, la expresión que utiliza da a entender que tiene buena herramienta. Ante nuestra insistencia nos dice que 19cm. Le damos coordenadas y mientras viene nos va escribiendo y diciendo que es 100% activo, pero que no busca sólo follar, que le va el rollo masajes, mamadas y tal. Por nosotros perfecto, somos totalmente versátiles en ese sentido. Quedamos en un aparcamiento cercano y cuando llegamos ya está ahí: un chico de unos 32, con ropa bastante buena, de marca o de diseño, cochazo y extremadamente cortés y educado. En principio las fotos coinciden, así que le llevamos a casa. En el transcurso noto que pluma haberla hayla, pero que se esfuerza continuamente por sonar rudo y masculino. No es excesivo, así que seguimos adelante.
Entramos a casa y le invito a sentarse y tomar algo. Pide una cerveza que apenas prueba y cuando la típica conversación introductoria va muriendo, le sugiero ir al dormitorio. Acepta. Al llegar nos empezamos a quitar la ropa sin prisa y... ¡zas! Primera sorpresa. Apenas queda rastro de ese cuerpo súper fibrado que nos mandó. Mantiene unos brazos currados y duros, una ligera redondez en los pectorales y una tripa completamente blanda. Vamos, que no está mal, pero no tiene nada que ver con la foto. Miro a Sergio y seguimos adelante. El chico es muy simpático, agradable y tiene un olor muy atrayente. Le ofrecemos darle un masaje a dos bandas, así que en calzoncillos se tumba boca abajo y nos deja hacer. Conserva la espalda dura y el masaje le pone muy cachondo, pero llega un momento que se relaja y le bajo la parte trasera del calzoncillo. Tiene un culazo, la verdad, me encanta y pienso que vaya pena que sólo sea activo, se lo masajeo y se lo muerdo. Parece gustarle. Para pasar a la acción le pido que se de la vuelta.

¡Zas! Segunda sorpresa. Se baja el calzoncillo y aquello, que estaba en estado normal, dista mucho de llegar a tener 19cm. Se que hay pollas que cambian mucho de un estado a otro, pero tanto era imposible. Tenía unos buenos huevazos, como a mi me gustan, redondos y de buen tamaño. Miro a Sergio con cara de cabreado y me hace un gesto como diciendo que a él le gusta. Pero tanta mentira me empieza a cansar. Le salva ser muy agradable y sus otros encantos. Pero a mi me apetece acabar pronto, cuando me cabreo la cosa ya no tiene mucha solución. Se la empezamos a mamar a dúo, llega a tener unos normalitos 16cm y el tío está encantado con el trabajito. Tiene una erección envidiable, la mantuvo todo el rato totalmente dura. El tío nos soba un poco, pero tampoco parece querer participar. Seguimos mamando y me pide que le meta un dedo. ¿Hola? ¿El 100% activo? En fin... me pone burro la idea de trabajar su culo y entiendo que costará, pero el culo absorbe mi primer dedo con total facilidad y sólo gime cuando lo tiene metido hasta el fondo, mientras Sergio se la sigue mamando. Le meto otro dedo y tampoco encuentro mucha dificultad, pero me pide que no le meta más. Le empiezo a dedear con delicadeza a la vez que Sergio se la chupa con ansia y yo meto la cabeza para lamerle los huevos. Nos dice que no aguanta más, así que Sergio le pajea y  el vasco se corre bastante. Mantiene el rabo totalmente duro y dice que tiene mucho aguante, que le gustaría follarnos y pasarse follando toda noche. Son las 3.15 y yo paso totalmente del tema, así que le digo que tenemos que madrugar y, amablemente, le invito a irse. El tío está como éxtasis, se asea, se viste, nos dice que ha quedado encantado y se marcha. 
Al rato nos escribe por Bendr y nos dice que estaría encantado de repetir. Le insinúo que otra vez podemos irnos de cañas o quedar para tomar algo (una forma educada de decir que no), capta el mensaje y no volvemos a saber más de él hasta la fecha. Hablamos con Néstor y Aitor, los de Madrid, y por lo visto a ellos les hizo lo mismo, sus fotos de cuerpazo eran de 2004 y unos cuantos años después se había convertido en un cuerpo dejado.

Osquitar "El Desequilibrado".

Lo primero es aclarar que este Óscar no tiene nada que ver con el de las otras historias, pero qué le vamos a hacer, sus nombres reales coincidían. Este nos entra por Grindr y nos manda foto de cara, polla y culo. Una polla muy apetecible, de 18cm reales y un culazo. La foto de cara parece tener algunos añitos, pero parece majete. Nosotros le gustamos. Para más inri también es vasco y también reside en La Mata, como el tío de la historia anterior. Tampoco busca follar exclusivamente y ante ese pollón le digo que nos apetecería quedar para mamársela hasta que nos lefe la cara. Él dice que nos quiere sobar y besar. Sin problema.

Quedamos al atardecer en la pinada de la caseta, pero en un tramo bastante alejado de la caseta, ya que el chico quiere intimidad. Cuando le vamos viendo acercarse todo parece como en las fotos, pero al abrir la boca... ¡Zas! Sorpresa. Una boca prácticamente negra. No se cómo deciros. Los dientes, las muelas... completamente llenos de una cantidad sarro oscuro exagerada, quizá del tabaco, no sé. Pero la impresión que me da es de auténtico asco. A Sergio le pasa igual. "Con no besar", pensé. Llegamos a una estancia y le empiezo a sobar el pantalón, ya la trae medio dura. Le bajo los pantalones, nos ponemos de rodillas y vemos que el culazo también coincide. Se la empezamos a mamar y era una polla deliciosa: grande, dura y con ligero sabor a jabón. Al menos falta de aseo no le faltaba. Nos vamos turnando su rabo y nos pone de pie:

- Me apetece mucho morrearos - dice.

A mi se me queda la cara blanca y se lanza a meterle la lengua a Sergio, después viene a por mi y le digo que paso, que no me van los besos.

- Pero si por Grindr me dijiste que sí - me inquiere.
- Ya, pero no me apetece, parece que en Grindr no es todo lo que parece - respondo siendo tosco.

Me quita la camiseta y empieza a sobarme los pectorales, lo hace tan bien, que pese a su boca, me la pone dura y se lanza a sobarme al paquete. Claro, quiere chupármela. Pero paso. Una vez más se lanza a la polla del pobre Sergio, que la tenía fuera y se la mete en la boca. Miro a Sergio con mirada asesina y a los 10 segundos le aparta:

- Déjanos hacerte a nosotros como habíamos hablado anda - le digo.

Nos volvemos a poner de rodillas y le seguimos mamado ese pollón que tiene, mientras que se va turnando masajeando nuestras tetas y espaldas. Se estira tanto que llega a sobarme el culo y a meterme un dedo. Me dejo hacer.

- Venga, ponte contra ese árbol que te como el culo y te follo a tope - sugiere.
- Ni de coña. No habíamos dicho nada de eso - respondo.

Pone cara de extrañado y nos sigue dando de mamar. Nos pasamos mamando un rato y nos dice que se va a correr y que quiere correrse en mi boca y que me lo trague.

- ¿Pero qué dices tío? - le digo - córrete en mi pecho si te da morbo, pero ya.

Al final se la empieza a cascar mientras que con una mano me soba los pectorales y me acaba echando la leche. Nos limpiamos y cuando nos dirigimos al camino nos echa una reprimenda de tres pares de cojones:

- No entiendo por qué me decís que os puedo follar y luego no me dejáis. Lo mismo con los besos y con tragarte la lefa, sois unos calientapollas. Por eso no me gusta venir a estos sitios y bla bla bla bla.

Llega un punto que adquiere cierto tono agresivo y ya le digo que se revise la cabeza porque algo no le funciona bien y que ahí tiene todos los historiales de nuestras conversaciones, que lo saque y me diga donde le digo yo que vamos a hacer todo eso (con la excepción de los besos). Indudablemente no lo hace , porque se le caerían todas las mentiras, y se le sigue yendo la cabeza despotricando.

- Anda que sí, chaval, que te pires para La Mata que tienes varios kilómetros, tira millas - le digo, llevándome a Sergio de la mano para otro lado.

Al llegar a casa me manda varios Whatsapps con insultos, después cambia y dice que la mamada le ha encantado y después vuelve a los insultos, para acabar diciendo que otra vez vayamos su casa a follar, y de nuevo a los insultos. Le llamo dientessucios y le sugiero que la próxima vez que quede con alguien le informe de lo que le pasa en la boca o que se haga una limpieza, que ahora las regalan. Después le bloqueo. Meses después me agrega con otro número y me dice que no deja de pensar en nosotros y que quiere quedar. Bloqueo y hasta nunca. 

Se que estas dos historias no son especialmente morbosas, pero espero que muchos de vosotros entendáis ahora mejor mi reticencia al uso de este tipo de apps como Grindr y Bendr, que si bien me han dado buenos momentos, también ha habido algunos malos como los que os cuento.

3 de abril de 2014

CAPÍTULO 64: UN SOSO Y UNA CASUALIDAD

Gracias al destino o a tocar madera, qué se yo, no os puedo contar demasiadas anécdotas como la que estáis a punto de leer. Y es que eso de que el mundo es un pañuelo es más cierto de lo que puede parecer. Para poneros un poco en situación os contaré que después de lo que me comí la cabeza con Óscar y su declaración de intenciones, me mudé a casa de Sergio a pasar una semana hasta que Óscar se fuera a Madrid y dejé las clases, quedando bastante mal con sus padres. Sus padres no sabían lo mío, pero los míos sí, y se olían algo, aunque nunca profundizamos en el tema. Lo que estaba claro es que no nos podíamos seguir viendo.

Continuando con toda normalidad, en un día bastante nublado y con el aire del levante soplando con intensidad, nos marchamos caminando a la caseta, aunque en vez de por la playa, lo hicimos por el hace no mucho estrenado carril bici, que discurre paralelo a la N-332. Aunque en días de sol te deshacías de calor yendo por ahí, en días como hoy era cómodo y más rápido. En media hora nos plantamos en la caseta y podemos decir que fue llegar y besar el santo. Un chico de unos 35 años se dirigió directamente a nosotros y se presentó como amigo de Niama, que le había contado mi aventura con él, enseñado una foto y dicho que follaba muy bien y que si nos apetecía podíamos pasar un buen rato. Este chico era español, decía llamarse Tony y si bien no era muy guapo y más bien tenía un tipo normal, tenía otros encantos ocultos. El chico estaba muy decidido, Sergio parecía encantado, y nos llevaba a una zona sin parar de hablar de sus gustos sexuales y de lo que le molaría hacer con nosotros. Era pasivo 100%, se le notaba un tanto animado no se si por el popper o alguna otra cosa, y nada más llegar se quitó los piratas vaqueros que llevaba y la camiseta. No llevaba ropa interior alguna. Tenía una polla apetecible y larga, tipo salchicha, pero lo que el quiso mostrarnos fue su principal baza: un auténtico culazo. Para mi el de Sergio era casi perfecto, pero este no se quedaba atrás. Se notaba que el tío lo tenía trabajado: nalgas prietas, redondas y duras:

- No os entretengáis mucho con trabajitos previos, que ya vengo preparado de casa... - dijo.

En ese momento abrió sus piernas y con una mano se separó el glúteo derecho dejándonos ver uno de los culos más dilatados que yo jamás haya visto, sin haberlo currado por adelantado. Además, su agujero era feo: estaba rodeado como de hemorroides o protuberancias fruto de haberse metido pollas u objetos bastante grandes. A Sergio, ver aquello, digamos, tan abierto, le dio mucho morbo, mientras que a mi se me bajó un poco la excitación. Tony, como Niama, quería que le folláramos a la vez, meterle los dos rabos, pero en una pinada donde ya de por sí para follar tienes que adoptar posturas no muy cómodas, intentar una doble penetración se hacía imposible (por tiempo, dedicación y espacio). 

- Bueno, pues os turnáis y me vais dando fuerte y sin contemplaciones, que es lo busco. ¿Cómo andáis de rabos? - dijo, a la vez que palpaba nuestros paquetes con su mano y nos la ponía dura. - Veo que no estáis mal dotados - dijo cuando la teníamos más o menos dura.

Mientras él buscaba una postura que le permitiera abrirse lo máximo posible, Sergio y yo nos enrollábamos para ponernos a tono. Sacamos un par de gomitas y Sergio empezó a darle metiéndosela de golpe y con fuerza. El tío no gimió, no hizo ningún sonido, simplemente le indicó a Sergio que "más fuerte tío", mientras su polla crecía y se pajeaba. Llegó mi turno e, imitando a Sergio, se la clavé de golpe y le bombeé con toda la rudeza de la que fui capaz sin conseguir arrancarle a Tony más que un ligero gemido. ¿No estaba sintiendo nada o qué? Cuando giré la cabeza vi que estábamos rodeados de 5 o 6 tíos que se pajeaban con ganas entre los árboles viendo la follada, entre esas cabezas me pareció ver una conocida, pero deseché la idea y seguí a lo mío. A mi aquello no me estaba gustando mucho, así que le cedí el testigo a Sergio mientras que le sobaba para no perder el calentón. Sergio estaba muy cachondo con aquella situación, con lo cual siguió dándole con ganas y por fin, tras un buen rato, Tony comenzó a gemir y, sin avisar, se corrió en el suelo. También era la primera vez que veía una lefada TAN líquida, que por un momento pensé que el tío se estaba meando. Sergio, que estaba a mil, siguió dándole hasta que terminó dentro de el, conmigo comiéndole el cuello por detrás y sobándole los pectorales. Tony se quedó en la misma posición y me inquirió a que yo también podía terminar, que el tenía aguante. Pero pasé. La verdad es que a mi me excitaba más bien poco, así que Tony se vistió, nos dio un papel con su número y nos invitó a su casa un día "para que me apretéis bien a la vez". De los 5 o 6 tíos que había entre los árboles, quedaban un par de ellos, el de la cara familiar entre otros. Cuando Sergio y yo nos empezamos a vestir, se marcharon y al clavar mi mirada en el que me seguía sonando familiar, el tío se marchó deprisa en dirección a la caseta.

Le dije a Sergio que tenía que hacer una cosa y que si tardaba que esperara en el bar de la playa. Cogiendo un atajo, corrí entre los pinos y salí al otro lado de la caseta justo para toparme cara a cara con ese tío que nos miraba.

Paco. No daba crédito. Paco era compañero de mi padre en la oficina, llevaban trabajando juntos por lo menos 15 años y era habitual en Navidad que pasara con su mujer e hija por mi casa de Madrid a cenar. Paco era el típico hombre que con sus 42 años y posiblemente por un matrimonio infeliz que no se atrevía a disolver, se había dejado físicamente hablando: medio calvo, con ropas que le daban más años y una cierta barriguita cervecera. En otros tiempos debió ser bastante apuesto y aún guardaba una sonrisa picarona de aquellos años mozos. 

Sus ojos se clavaron en los míos con mirada de estupefacción y sorpresa, hasta que por fin se arrancó y medio titubeando me dijo que estaba dando un paseo por la pinada porque se respiraba muy bien. 

- ¡Venga ya Paco! ¡No me jodas! ¡Si te la has estado cascando mientras nos follábamos al tipo ese! - le espeté.
- Marquitos, no sabía que eras un mariconazo de los buenos... - contestó.
- Ni yo que venías a estos sitios a hacerte una paja viendo al hijo de tu compañero de curro. ¿Lo sabe Casilda? - respondí. 

Zas. No lo vi venir. Me arreó un puñetazo en la cara, no muy fuerte, ya que ni me hizo sangre ni me magulló, pero lo suficiente para cabrearme: "mira, no quieras que te lo devuelva porque te destrozo la cara y no te reconoce ni tu hija", le dije. (Sí, tengo mi punto agresivo con las peleas...)

Y se derrumbó. Comenzó a llorar y a balbucear que no podía decir nada, que no le podía arruinar la vida y tal. Así que le tranquilicé y me lo llevé de allí, ya que todos los hombres que había por allí nos miraban y había alguno con el móvil en la mano... Fuimos a una estancia sombreada de pinos alejada y hablamos. Paco había descubierto una parte de su sexualidad pasados los 30, cuando empezó a pedirle a su mujer que mientras lo hacían jugara con su dedo en el culo, de dedos pasaron a consoladores hasta que su relación sexual se acabó resintiendo por falta de pasión entre ambos. Me dijo que no era la primera vez que me veía follando, que había intentado desahogarse con chats y sesiones de cam vía Skype, pero que cada vez le era más difícil y menos excitante. Y que viniendo aquí cada cierto tiempo a mirar y cascarse una paja, le daba suficiente vigor para contentar a su mujer y "cumplir" cada 15 o 20 días. Solía veranear cada año en un sitio distinto, pero él siempre buscaba lugares que tuvieran un sitio de cruising cerca donde poder escaparse.

Pareció serenarse un poco y fue bastante cabal en sus explicaciones y sus disculpas por el puñetazo, así que, como para hacer las paces, le di un abrazo diciéndole que contaba con mi total discreción. Pues se ve que ese abrazo significó para el otra cosa, ya que me metió la mano por debajo del bañador y empezó a sobarme el paquete...

- Paco... ¿qué coño haces? - le dije.
- Anda Marcos... déjame disfrutar un poco de tu polla y tu cuerpo, que a mi edad y en mi situación personal no es fácil, me gustaría tanto chupártela... - contestó mientras se iba poniendo de rodillas.

Por un momento pasó por mi cabeza dejarme hacer, hacerle feliz por un rato y de paso descargar, pero cuando se metió mi polla en su boca  y noté su cálida lengua en mi capullo, le aparté de un empujón. 

- Marcos, puedo pagarte... ya sabes que cobro lo mismo que tu padre y podría ser muy generoso... - se ofreció.

Imagino que había visto muchas pelis o que ya se la habría chupado a alguno ofreciéndole dinero. Así que le dije que no lo estropeara más, que se fuera a casa y que aquí no había pasado nada. Y así se marchó, no volvimos a vernos ni volvió a casa en las posteriores navidades, excusándose por motivos familiares. Hay otra anécdota con Paco que os contaré más adelante... y como decía al principio este tipo de coincidencias son bastante incómodas, me han pasado hasta ahora 2 veces más: una en Alicante y otra en Madrid.

¿Tenéis alguna historia de este tipo de casualidades parecida? ¡Contadme!